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Todo era tan irreal, hace un momento se encontraba sospechando gracias a Zayn el motivo de sus malestares y ahora ya podía darle un nombre a todo aquello.

Estaba esperando un bebé, un bebé que es tanto de él como de Louis.

Parecía un sueño que no podía creerlo. ¿Acaso la vida lo está castigando por algo malo que hizo en su vida pasada? Cree que debe ser así porque no es normal que tantas cosas le sucedan en tan poco tiempo.

Primero; la separación con su alfa y para terminar; un embarazo inesperado. Ahora se encuentra planeando que hacer, los pro y contras de cada una de las opciones que van y vienen a su cabeza.

Sobre todo, por muy descabellado que sea, dada su situación y recién divorcio, está pensando seriamente en tener a ese bebé y es que aunque ya no esté con Louis, ese pequeño ser es una parte suya y es algo que ha anhelado por muchísimo tiempo, la idea de no tenerlo dentro de unos meses en sus brazos le resulta aterradora.

¿Es egoísta querer tenerlo? ¿Aún cuando tal vez será lo único que podrá obtener de Louis?

Lloro a la vez que sonreía, recuerda aquella vez que le planteo la idea al alfa castaño de tener un cachorrito, Louis no se negó pero no quería un bebé en ese momento y lo entendio. Así que guardo sus deseos en lo más profundo de su corazón.

¿Está era una oportunidad?

¿Acaso era una señal?

Porque no podía tomarlo de otra manera, tal vez las cosas no estaban saliendo como planeo pero al final, ser madre es una de las cosas que más anhelo en su matrimonio, solo que ahora estaba solo.

No, claro que no lo estaba. Tenía a sus padres, a su hermana y tía. También a Zayn, no dudaba que ellos lo apoyarían en todo momento, Louis no está pero habrán muchas personas que amarán a su bebé.

La puerta de su apartamento fue tocada, Harry limpio sus lágrimas y no tuvo que ver de quién se trataba ya que sabía muy bien quien era, después de la llamada, Zayn le dijo que estaría ahí dentro de poco y cumplió.

El alfa se encontraba parado con unas bolsas que contenían helado y unas cuantas golosinas más.

—No se si podrás tolerarlo pero te traje helado de chocolate y vainilla. Tambien gomitas. — Alzó la bolsa con lo mencionado. —¿Cómo te encuentras?

—Siento que todo es falso. — Su voz se quebró y agradeció el momento en que su amigo dejo todo de lado y le sostuvo en un reconfortante abrazo. Lo necesitaba tanto aunque lo que más añoraba eran otros brazos en los cuales ya no tenía ningún derecho para estar. —Estoy esperando un cachorro, ¿Qué haré?

—En primer lugar; debes tranquilizarte, te encuentras alterado y tantas emociones fuertes te están agobiando. Vamos a sentarnos. — Cerró la puerta de la casa del omega y lo dirigió hacia su pequeña sala en dónde ambos tomaron asiento. —Sé que este momento es muy difícil, debes tomar una decisión enorme y sea cuál sea, aquí estaré para apoyarte. No debes sentirte presionado, Hazz. ¿Quieres tenerlo?

Por unos segundos guardo silencio pero la respuesta era clara, sin pensarlo tanto ya lo tenía decidido.

—Quiero hacerlo, no lo negare, tengo mucho miedo respecto al futuro, sobre como será su crianza o si seré una buena mamá pero deseo hacerlo.

—Te aseguro que serás una grandiosa mami. — Supo que su comentario logro su principal objetivo porque el rizado sonrió tímidamente con hoyuelos incluidos. —La maternidad no es fácil, cada día se aprende algo nuevo. Tu decidiste tener a este cachorrito o cachorrita, desde ya te digo que aquí tendrá a un tío que le consentirá y mimara mucho.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 • 𝐋.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora