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Las nubes pasaban a su costado causándole una sensación de tranquilidad, no podía evitar perderse en su blancura que le provocaba tanta paz.

Agradece que esto distrajera su mente porque los nervios que invadieron el cuerpo del ojiverde desde que tomo el avión con rumbo a Londres eran demasiado notorios, tanto que preocuparon a Zayn que temia que en algún momento terminará desmayandose en el aeropuerto. Por suerte, nada de eso paso y estaban a nada de aterrizar.

—¿Quieres un poco de agua? — Pregunto con cautela el alfa al notar como el pie de Harry no dejaba de rebotar en el suelo. —¿Necesitas algo?

—No gracias, así estoy bien. —Murmuro respirando profundo, la voz anunciando que debían ponerse sus cinturones porque estaban a punto de aterrizar hizo que todos los nervios que tan difícilmente se marcharon, volvieran.

—¿Seguro que no necesitas algo? ¿Ni el pequeño frijol?

—Ambos estamos bien, solo me encuentro un poco nervioso por volver a Londres después de que dije que seguramente ya no volvería. —Sonrio con timidez. —¿Puedo tomar tu mano hasta que aterricemos? Solo así creo que mis nervios se calmaran un poco.

—Por supuesto, Harry.

Zayn no lo pensó dos veces antes de tomar la mano temblorosa del rizado que le dió una mirada agradecida. No dijeron más mientras el avión finalmente aterrizaba, entiende el motivo de sus nervios.

Estaba volviendo al lugar en donde muchos de sus mejores y peores recuerdos se encontraban. No debía ser sabio para darse cuenta que una de sus mayores preocupaciones tenía que ver con un alfa castaño y de ojos azules.

Solo quería confiar en que nada de esto le afectaría lo suficiente como para perturbar su estado.

Finalmente llegaron y fueron en busca de sus maletas, Zayn se ofreció a cargar las de ambos para que Harry no llevará carga, con timidez agradeció su ayuda.

Al salir se encontraron con la familia del Omega que ya se encontraba esperándoles en la zona donde todos se reunían.

—Pero mira que precioso estás. —Harry sonrió con cariño al encontrarse en los brazos de su padre. —Dios mío, ¿en qué momento los meses pasaron tanto? Tienes una preciosa pancita de embarazo hijo, te vez hermoso y muy radiante.

—Muchas gracias, papá. — Froto su nariz en el cuello de su padre inhalando el aroma familiar de el y su madre, en ese momento se dió cuenta de lo mucho que extraño a sus padres, desde que se mudo ya no les veía muy seguido. —¿Cómo han estado?

El Omega abrazo a su madre compartiendo unos cuantos saludos al igual que con Gemma, Zayn de igual forma fue recibido con abrazos cálidos y palabras de agradecimiento por cuidar a Harry todos esos meses que se ha encontrado lejos.

—¿Quieren ir primero a casa o tienen hambre? — pregunto Anne volteandose en el asiento del copiloto para dirigirse a ellos. —Iremos a donde ustedes digan.

—Por mi está bien cualquier parte a la que decidan ir. —Respondio Zayn. —¿A dónde quieres ir, Harry?

—Me encantaría ir a casa, por favor. El vuelo me agotó y en estos momentos lo único que mi cuerpo desea es estar en una cama. Mi espalda me está matando.

Comprendieron al omega así que llegaron a la conclusión que irían primero a su casa y después pedirían comida a domicilio para los recién llegados, así podían comer y descansar en la casa de la familia Styles.

⊱🖤⊰

Más tarde, Harry caminaba por su habitación observando sus pertenencias, tantas memorias que se encontraban guardadas dentro de aquellas cuatro paredes. Tomo su antiguo cuaderno de diseño en dónde estaban la mayoría de sus primeros bosetos, sonrió al darse cuenta de lo mucho que ha ido mejorando con el tiempo.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 • 𝐋.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora