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Harry tarareaba una canción mientras terminaba los últimos detalles de uno de aquellos trajes en los que estaba trabajando para la pasarela en la cual sus trabajos serían exhibidos. Se encontraba nervioso pero a la vez emocionado porque está sería la primera vez en la que estaría a cargo de todo y no solo ayudaba un poco.

Suspiro satisfecho cuando por fin termino y acaricio con ternura su vientre demasiado abultado. Los meses pasaron tan rápido y ahora se encontraba a punto de cumplir siete meses de gestación, era un poco difícil moverse ya con el tamaño, y el cansancio cada día era más pero aún así intentaba seguir trabajando.

Quería ahorrar lo suficiente antes de que su pequeño frijolito naciera y así no tendría que preocuparse del dinero por unos cuantos meses. En sus planes estaba el disfrutar en casa los primeros meses de su cachorrito hasta que fuera estrictamente necesario volver a trabajar.

Cuando su familia se dió cuenta de su embarazo fue algo caótico, sus padres, tía y hermana no podían creer que aquel pequeño Omega que vieron crecer hace unos años ahora se encontrará a punto de formar su familia. Por respeto, ninguno de los mayores intento tocar el tema del padre pero Gemma no pudo evitarlo.

Se encontraba muy preocupada por su hermano y sobre todo, en como sobrellevaria un embarazo sin estar sin su pareja. En la mayoría de los casos, un Omega sin su alfa difícilmente podía llegar a término y perdía al cachorro en el proceso.

—¿Estás seguro de no querer decirle? Aún estás a tiempo, Harry. —Le había dicho con cautela para no alterar al menor.

—Lo estoy, le diré a Louis, pero no ahora. No quiero tener emociones fuertes en este momento y afectar a mi frijolito. —Respondió observando su vientre que en ese entonces apenas tenía cuatro meses. —Le diré cuando ya haya nacido, así todo será más seguro y si llega a rechazarlo, aunque duela, no estará en peligro.

—No creo que le rechace...

—No lo sé, Gemma, y no quiero arriesgarme en estos momentos. Todo puede pasar, ¿sabes?

—Por eso deberías decirle, ¿Y si no le rechaza? Así no correrías ningún riesgo y tendrías un embarazo más seguro, necesitas a tu alfa.

—No lo necesito, lo extraño muchísimo, cada día que pasa lo hago, lo admito. Pero se que puedo y mi bebé también es fuerte y no se rendirá, tampoco yo.

Le dolió tanto decirlo pero a su vez quería convencerse de que no necesitaba a nadie, era un Omega lo suficientemente fuerte para no ser dependiente de nadie.

Gemma no muy convencida termino asintiendo para respetar la decisión de su hermano, si Harry decía que podía, ella confiaba que así sería y lo lograrían. Cambio el tema al sentir que el olor a melocotones de su hermano comenzaba agriarse, no quería que por su culpa se enojara así que desvío la conversación y el tema murió.

Ahora que Harry lo recuerda, sonríe con orgullo.

—Lo estás haciendo muy bien, mi amor. Las personas dicen que un Omega no puede hacer nada sin su alfa pero están equivocados, los omegas somos más fuertes de lo que piensan. —Su sonrisa se agrando al sentir la patada de su bebé. —Eres muy fuerte y estoy tan orgulloso de ti por eso, ya quiero que sea el día en que pueda tenerte en mis brazos. Te espero con tantas ansias.

Aún hablando con su barriga tomo asiento, intentaba no hacer demasiados esfuerzos o permanecer tanto tiempo de pie porque el médico que le atendía se lo recomendó, luego del susto que se llevaron cuando su frijolito apenas estaba cumpliendo cuatro meses trata de cuidarse mucho más. El recordar la angustia que sintió en el momento que comenzó a sangrar fue horrible, por suerte se encontraba con Niall que rápidamente reaccionó y le llevo en su auto al hospital.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 • 𝐋.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora