[7] CCC_Henko | TERMINADA | ©

Capítulo 67

Cuando llegué al departamento, Logan, Marina, Olive y Derek se vieron aliviados.

—¿Dónde estabas? —me preguntó el primero.

—Fui... a... —preferí no decirles que había ido con Alicia—. Perdón, pero tenía que... pensar algunas cosas.

Derek se acercó.

—Jane..., sobre lo que hablamos ayer...

—Escucha...

—No —me interrumpió la interrupción—, desde ese día, no me lo he perdonado... y pensé que nunca iba a poder pedirte perdón. No hay día en que no desee haber hecho algo...

Puse mis manos en su rostro.

—Derek, escúchame —se me nubló la vista—, eras un niño. No podías hacer nada, y no es tu culpa. Vladímir era el que iba por alguno de nosotros.

Enserió.

—Él...

Lo sujeté con más fuerza.

—A ese hombre, lo mandó Vladímir —hablé claramente—, no por mí, sino por un hijo de Lucas... Si no hubiera sido yo, habrías sido tú —comencé a llorar—, Logan, Marina u Olive —me miró, llorando—. Si haber sido yo, los protegió a ustedes..., entonces está bien, ¿me escuchaste? Es el motivo que estaba buscando y con eso me basta y sobra.

Me abrazó, fue ahí que dejé salir todo.

...

—En ese momento, lloré desesperada, pero luego, cuando vino la calma, sentí tranquilidad en mi alma y mi cabeza por primera vez desde que tengo memoria —suspiré—. Kim tenía razón, las cosas pasan por algo... Todo esto le dio un giro muy diferente a mi manera de ver la vida. Creo que fui... un guerrero elegido al azar —sonreí—, una heroína involuntaria.

Rachel sonrió.

—Esto viene a llenar muchos espacios en blanco que no te dejaban en paz.

En mi terapia presencial, le conté todo lo que pasó con Derek y lo que recién supe, como mi edad o lo que Vladímir me hizo.

—Supongo... —la miré—, la verdad me siento muy bien.

Aventó la silla para sacar de la gaveta un frasco y volvió a acercarse.

—Esto son clorazepato, son para tratar casos muy leves de ansiedad —explicó—. Vas a tener episodios en el proceso de aceptar las cosas nuevas en tu vida y las que vayan saliendo de ella. Los cambios pueden afectar el blindaje que tu mente hizo, eso lo vamos a tratar con terapia, para que, esa coraza y tú, se vuelvan una sola. Vamos a trabajar hasta que termines de aceptarte, con virtudes y defectos, Jane.

Asentí.

Justo ahora, el vacío de mi alma ya no se siente tan vacío.

...

Al bajar de la camioneta, realmente quise volver dentro. Marina estaba recargada en el vehículo, cruzada de brazos; Olive, arreglándose el maquillaje; Logan, con el teléfono en la mano y la atención también en este; y Derek fue el último en bajar.

Estamos a media calle y sería buena idea irnos.

—Yo sigo creyendo que es mala idea —habló Olive al guardar su maquillaje y espejo. Ella lo entiende.

—Ya estamos aquí —repuso Derek, quien es el responsable de que todos estemos aquí, y fue a tocar el timbre.

Le preguntaron quién era y, al responder, tardaron en decir que saldrían.