John

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Nací un 23 de junio, un día muy lluvioso.

Mi madre había acudido a mi abuelo, porque mi padre había desaparecido.

Mi abuelo me contó que ellos estaban casados, pero que la familia de ella no parecía querer que estuvieran juntos.

Y huyeron.

Unos seis meses después de huir los encontraron y mi padre la ayudó a escapar, obligandola a qué se presentará en el castillo.

Un lugar que sólo pocos conocían.

Mi abuelo la protegió, y poco después ella se enteró de que estaba embarazada.

Al pasar de los meses ella se deprimió al no saber nada de mi padre.

Y su corazón no soportó cuando encontraron el cuerpo de mi padre.

Aquel día yo nací y ella perdió la vida.

Mi abuelo se quedó a cargo de mí.

Me nombró John Alexander Lauri Ylönen, en honor a su padre Eikki Alexander y su abuelo Lauri.

Y yo me crié con él.

Aprendí muchas cosas, pero él me confesó que llevaba años buscando cómo sacar a su padre de esa prisión de cristal.

Y que estaba cerca.

A veces notaba que mi abuelo se comportaba diferente, hasta que al cumplir los diez años fue que descubrí la verdad.

Me explicó,cuando descubrí que había dos abuelos, que ése era Amón, un demonio que vivía con él desde que nació.

Qué su padre Eikki había hecho un trato con él.

Y que Amón tomaba la forma de quien lo albergaba, en éste caso él.

También  dijo que mi padre se negó a albergarlo, que ése fue uno de los motivos para que se alejaran.

Aprendí algunas cosas con Amón, unas buenas y otras malas.

Al cumplir los 17 mi abuelo dijo que debía ir por mi arma, pero que él no podría ayudar.

Ese año Amón y yo hicimos un trato.

Me dejaría usar su poder y yo le otorgaría mi imagen, un cuerpo como con mi abuelo.

Acepté.

Así el tiempo pasó.

Al llegar a los 20, la salud de mi abuelo ya no era tan buena, por lo que me habló del hechizo para sacar a su padre del cristal- prisión donde estaba.

Dijo que el debía hacer el hechizo, que sería su forma de redimirse.

Nunca le entendí.

Hizo el hechizo y cuando descubrió que Eikki estaba afuera, cerro los ojos con una gran sonrisa.

Amón me ayudó a llevar a Eikki y cuando regrese a ver a mi abuelo él ya había fallecido.

- Ese tonto - murmuró Amón - dió su último aliento de vida para sacar a su padre.

-¿Nunca lo conoció?

- No. Eikki sabía de su existencia, sabía que no sería parte de su vida y se sacrificó.

- Una vida por otra vida.

- Era un buen hombre, debió tener más hijos.

- Nunca me habló de mi abuela.

- Eso es porque... No es un tema para sacar.

-¿Vas a respetar su silencio?

- Se lo debo. Fuí su confidente, así como soy el tuyo.

John Ylönen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora