Secretos

0 0 0
                                    

Se suponía que todo el meollo del asunto era que averiguara porqué quería casarse conmigo.

No es que no creyera en el destino, puesto que mi familia estaba plagada de ejemplos.

Estaban los padres de Eikki, juntos por un brazalete, el mismo Eikki que conoció a su esposa.

Y mi abuelo, quién recordaba a su esposa con nostalgia.

- Vamos, tenemos que buscar a tu chica - dijo Amón con fastidio.

-¿Es necesario?¿Para qué?

- Ella debe responder unas preguntas.

- Pero...

- No te acobardes. Ya aceptaste un compromiso de por vida con ella.

Era cierto.

El matrimonio era un compromiso sin fecha de expiración, a menos de que uno de los dos decidiera romperlo.

- Deja de divagar. No pienses en otras cosas.

- Es inevitable...

- ¿Porqué tenías que sacar cosas malas de Eikki?

No dije nada.

No conocía muy bien a Eikki, sabía que teníamos cosas en común, pero también que éramos muy diferentes.

- Camina mocoso.

Sabía dónde estaría ella.

Era un lugar que los dos teníamos por costumbre visitar cuando había algún problema.

Una pequeña bodega abandonada, un lugar que era un secreto para los dos.

¿En realidad yo estaba listo para semejante responsabilidad?

No lo sabía.

- Dame diez minutos con ella - le pedí a Amón.

- No vayas a tardar, debemos ir con Eikki.

Amón parecía inquieto.

Respiré profundamente y entré al lugar.

Ella estaba sentada leyendo.

-¿Y bien?¿Cuál es el problema? - me preguntó ella - sabía que querías hablar a solas.

-¡Sí que soy obvio!- dije burladome de mí mismo.

- Te conozco lo suficiente.

- Voy a ser honesto, viaje al pasado con Eikki y al regresar cambiaron muchas cosas.

Ella suspiró.

- Está bien, sabía que no recordabas el día que nos conocimos.

Yo lo recordaba bien.

¿Es que las acciones de Eikki afectaron mi presente?

Ella tomó mi mano.

- No recuerdas que soy capaz de ver el futuro.

- Yo también, pero... No es una habilidad que me interese desarrollar - admití.

- Te mostraré el día que nos conocimos.

Apretó mi mano.

- Cierra los ojos.

Le obedecí.

Su familia había comenzado a tener contacto con la mía, porque al parecer mi abuelo y su hermano menor, Octavio buscaban preservar la historia de los Clanes Lintu y la serpiente emplumada.

Pero había más que eso.

Buscaban el hechizo para sacar a Eikki de ese sello auto impuesto.

Curiosamente la familia de mi  futura esposa conocía una manera de romper el sello.

Al viajar mi abuelo con su hermano menor fue como empezaron a unirse a nuestro Clan más familias.

Mi abuelo aceptó enseñar a Miranda, así fue que nos conocimos,pero ella pasó por un momento extraño cuando nos vimos.

Ella tuvo una visión de su niñez, dónde su familia hacia su presentación oficial como portadora de la magia.

Ahí fue donde se vio a si misma, conmigo.

- Esto es un Deja vu murmuró mientras me estrechaba la mano.

- Me llamo John.

- Miranda.

Ella parecía sorprendida.

-¿No sentiste lo que pasó?

-¿Qué cosa?-le pregunté extrañado.

- Abre los ojos.

Suspiré.

Recordaba que ella me estrecho la mano, que sentí una extraña corriente y luego ella bromeo diciendo que era mi destino.

- No era una broma - dijo ella.

- Como te dije antes, soy una persona que cumple. Así que nos casaremos.

- Suenas obligado.

- Más bien poco convencido.

- Entonces así no - dijo ella enojada.

- Pero es que si me gustas - admiti.

- Eso no es suficiente - dijo con tristeza.

- Ustedes dos - dijo Eikki interrumpiendo - tienen que venir conmigo.

-¿Ahora?- dije extrañado.

- Sí. Esperaba tomar el cargo de líder del Clan... Pero...

- Lo hará Octavio - dijo Amón - aprovechando todo el relajo que armó Eikki.

- Pero... - murmuré poco convencido.

Eikki miró a Amón.

-¿Hay algo que me oculten?- preguntó con interés Eikki.

- Amón, deberías decirle... - dije mientras Eikki no dejaba de verme.

- Sara está viva - confesó Amón.

- Creo que necesito aire - dijo Eikki.

- Tu familia es drama tras drama - susurro Miranda.

- No te imaginas, ya estoy acostumbrado - dije con fastidio.

Fuimos al comedor Miranda y yo, encontrando a sus padres.

Recordaba que sus padres viajaban mucho.

Pero cuando Eikki cambio las cosas ... Hasta la vida de mi abuelo fue modificada con la llegada de Octavio.

Salude a los padres de Miranda y ellos me abrazaron con cariño.

Yo no recordaba que tipo de relación tenía con ella, mucho menos con sus padres.

- Así que al fin serás de la familia de manera oficial - dijo el padre de Miranda.

- Ah... Sí, al parecer está impaciente Miranda.

- Hablamos con Eikki, no sabíamos que Erick al fin pudo liberarlo.

- Si, el me entrenará.

-¿Y qué hay de mi entrenamiento?- dijo una voz femenina no muy lejos.

- Yo... Eikki dijo que me enseñaría unas cosas - dije nervioso.

Sabía quién era ella.

Sara.

Y no venía sola.

Un chico de cabello castaño idéntico a Eikki me veía con fastidio.





Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 01, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

John Ylönen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora