Página XV: Sabes Cuando Sonreír

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No eres la persona más sonriente del barrio, pero te aconsejo que rías un poco más, puesto que una sonrisa no solo indica felicidad, sino que también es un acto de fortaleza.

A veces las personas que han perdido el rumbo, tratan de llamar la atención mediante el camino equivocado, como si creyeran que el provocar o hacer daño a alguien más fuese algo normal, (cuando no lo es), de tal forma que la gente termina por temer sus represalias; más para ti en base a tus experiencias y asertividad, este tipo de conducta en una persona simplemente te indica que ha extraviado su sendero, por lo cual no le temes, sino que sientes tristeza al ver su mal comportamiento, porque sabes que para el/ella no hubo alguien que lo encaminase correctamente y que por eso ahora tiende a menospreciar a los demás.

Entonces, aunque el necio, inseguro y provocador trate una y otra vez de hacerte sentir mal o de que caigas en su juego de prestarle mucha atención con un contraataque, en realidad lo único que logrará debido a su insistencia, es que en un principio sea ignorado, para luego preguntarle directamente con gesto de sorprendido si ¿está bien? o sacarte una buena sonrisa cuando usando tu gran capacidad de análisis, le des un argumento basado en hechos comprobables; lo cual es todo lo contrario a lo que él/ella pretendía, dando como resultado, que este se canse y se retire, muy molesto consigo mismo, con el ego herido y como si su propio veneno le hubiese echo efecto, porque todos podemos decir algo pero cuantos de nosotros podemos demostrarlo... acuérdate, que el que nada debe, nada teme.

Ahora bien, si es que esa persona te viese en un futuro como su rival a vencer, es muy posible que te vuelvas a cruzar con rumores que buscan desacreditarte dentro de tus circulo social, por lo cual, necesariamente y con actitud segura deberás confrontarlo, no para decirle que pare sino para todo lo contrario, "contarle la versión completa del cuento (si fuese posible, con un par de risas o miedo a lo inevitable) de modo que así  él o ella pueda ser más precisa cuando hable de equis tema", ya que de esta forma, aquella persona quedará desconcertada, puesto que nuevamente lo habrás desequilibrado con voluntad y elegancia.

Recuerda las palabras de Johann Wolfgang von Goethe:

"No te inquietes amigo Sancho, porque si los perros ladran, es señal que los jinetes avanzamos". Inspiradas en la obra Don Quijote de la Mancha, de Miguel De Cervantes.

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