Capítulo 2: Te esperé

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Al otro día, el primero en despertarse fue Valentín, quién sonrió al ver al Alfa acurrucado en su pecho, soltando leves ronroneos.

No sabía quién le hizo tanto daño al mayor, ni quién lo volvió tan inseguro; pero sí sabía una cosa, lo cuidaría de cualquiera que quisiera hacerle daño.

Nadie volvería a lastimar a su Alfa, a su destinado, no sí él estaba ahí para impedirlo.

¿Quién sería capaz de lastimar a un Alfa tan dulce como Agus? ¿Cómo se atreven a hacerle daño?

Ojalá Giay lo viera de la misma forma que él.

Ojalá el Alfa lo considere su Omega.

Ojalá el Mundial los ayude a juntarse.

Ojalá, ojalá, ojalá… Eso son, simples deseos que nunca se harían realidad.

En un momento, sintió como el cuerpo del más grande se removía en su pecho para, segundos después, despertarse.

— Buen día, ojitos — Sonríe, acariciando su pelo.

— Buen día, Val — Murmura el mayor con voz ronca.

— ¿Dormiste bien? — Pregunta dulcemente.

— S-sí, gracias — El Alfa le sonríe, achinando sus ojos.

Valentín sentía su corazón derretirse al ver esa escena, no podía creer que el Alfa sea tan tierno.

— Me alegro, Agus — Sonríe, acariciando suavemente su mejilla.

Agustín vuelve a cerrar sus ojos, disfrutando de las caricias que le brindaba el más bajo.

El Colorado deja un beso en su frente.

— ¿Vamos a desayunar? — Le pregunta Valentín

Agustín asiente a modo de respuesta.

— Entonces, vamos, lindo — Dice el Colo — Andá a cambiarte.

El Alfa se sonroja levemente, pero se va a hacer lo que le dijo Valentín; mientras que el Omega también se cambia.

Ambos bajan a desayunar y se juntan con los demás.

— Apuesto lo que sea a que estos dos están juntos — Murmura Redondo al bien ve a Barco y a Giay.

El Alfa suelta un leve quejido al recibir un golpe en la nuca.

— ¡Amooor! — Se queja, sobándose esa zona.

— Amor las pelotas, Alfa metiche — Lo reta su Omega, Federico Gómez Gerth.

— Uuuy, Fede, atendé a tu Omega que tiene un humor — Niega Gauto — Y con respecto a la apuesta — Lo mira — Esos dos son mejores amigos — Se ríe.

Gerth los fulmina con la mirada y se levanta de la mesa, dejando un rastro de su aroma a flan casero y dulce de leche algo agrio debido a su enfado.

Redondo suelta un suspiro ante las acciones de su Omega.

— Te apuesto cinco mil pesos a qué son pareja — El Alfa mira a Gauto.

— Trato hecho — Murmura el Beta — Esos dos son solo mejores amigos — Unen sus manos sellando la apuesta.

Redondo sonríe ampliamente, sabía que Gauto iba a perder.

— Yo que vos, voy a ver a tu Omega — Sugiere Juan — No se lo veía muy feliz que digamos.

— Lo sé, parece que de tanto juntarse con los dos Valentín, se le está pegando el mal humor — Suspira. — Nos vemos después.

Federico se retira en busca de su Omega.

Un nido para Agus - Giay x Barco  [ Omegaverse]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora