Antes de que amanezca || ISAMIL

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Seis meses antes de la cuenta regresiva

La mancha apareció el 19 de Abril de 2023.  Se dejó ver en el cielo a simple vista. Una mancha borrosa oscura. Era pequeña y fue un fenómeno que rompió el internet desde el primer día. Una semana después, ya era imposible de ignorarlo, las autoridades tenían que hablar al respecto de aquella mancha oscura que se volvía más grande cada día.

Hubo una reunión, un evento de la ONU cubierto por todos los medios de comunicación. Las organizaciones científicas de todo el mundo hicieron un anuncio que cambió la historia del mundo: La mancha era un fenómeno nunca antes visto. No era un abujero negro, pero era igual de peligroso. Tanto que colapsaría con una energía inmensa… que terminaría con la vida del planeta. Eso sucedería en dieciocho meses.

Al principio fue un caos. Las finanzas estaban por los suelos, hubo saqueos por todas partes. Había desabasto de alimentos y agua. Como era de esperarse, muchas personas sufrieron hambre y enfermedades. El desempleo era una de las pocas cosas que abundaba. La sociedad  colapsó, lo mejor y lo peor del ser humano reinó durante esos meses.  Esta época (los cuatro meses subsecuentes al anuncio) fue conocida como El Pulso.

La histeria del Pulso disminuyó cuatro meses después, mientras la mancha crecía. La sociedad volvió a sentirse más o menos normal. Los empleos y universidades reanudaron aunque obviamente solo las clases altas y algunos afortunados tuvieron acceso a estos. Tristemente ya habían aceptado la proximidad de su final.

⋆｡˚ ⋆ INICIA LA CUENTA REGRESIVA ⋆｡˚ ⋆

✧  A 12 meses del final

Villamil

Era el cuarto funeral al que iba ese mes. Es triste que comience la historia así pero cualquier historia que comience después del Pulso empezaba de una manera similar.

Mi mejor amigo Isaac había fallecido. Estuvimos juntos casi toda la vida. Nos conocimos a los seis años, sobrevivimos el Pulso juntos… o casi lo hicimos. Hacía dos noches un saqueador entró a casa y lo atacó con una revolver mientras intentaba robar la despensa del congelador. Lo último que me dijo fue “Villa, solo me iré un año antes”. Y tenía razón. Estaba despidiendo a Isaac en un funeral apropiado… en un año llegaría mi turno y el de todos y no habría música triste ni ataúdes y mucho menos flores sobre nuestras tumbas.No habría  nada.

Esa misma noche llegué al campus de mi universidad. Vestido de luto, una excelente primera noche, si me disculpan el sarcasmo. Al día siguiente iniciara mi corta carrera en la facultad de música.

Sí también me lo pregunté muchas veces ¿Qué sentido tiene pasar tus últimos días en una escuela para obtener un título que jamás ejercerás? Supongo que es una mejor opción que caer en la desesperación. Mantener  nuestro ritmo de vida funcional evita (o al menos lo intenta) que caigamos en la locura.

Crucé la puerta del dormitorio. Había llegado a tiempo para la entrega de dormitorios del campus. Solo me pidieron anotarme en una lista y esperar unos minutos en la recepción dónde otros estudiantes se encontraban reunidos. Por supuesto no era una cantidad abundante como antes. Quizás veinte chicos y chicas en ese edificio y una cantidad parecida en los otros tres edificios. Firmé con mi nombre en el formulario y esperé en silencio.

Jamás estoy en silencio.  Estar callado y no era algo que se me diera bien pero lo estaba esa noche. Estaba en duelo.

— Juan Pablo —llamó la recepcionista y puso una llave sobre el escritorio.

Me acomodé la mochila sobre el hombro y caminé al escritorio. Estiré la mano y tomé la llave… pero alguien más también lo hizo. La mano de un extraño estaba sobre la mía luego de haber intentado tomar la llave al mismo tiempo que yo. Fruncí ligeramente el ceño y lo miré. Las manos de ambos permanecían inmóviles.