Antes de que amanezca || ISAMIL

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「 ✦ Advertencia✦ 」

El capítulo contiene contenido +18 si no te gusta, por favor solo pasa de largo o pasa al POV de Villa

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✧ A 9 meses del final

Isaza

Me levanté de la banca. La habitación estaba casi por completo a oscuras, aunque está noche si había electricidad. Solo se podía ver la tenue iluminación que dejaba pasar la puerta del baño entreabierta. Villa estaba frente a mí, sonriéndome, mis manos seguían sobre su cintura.

- Vamos a la cama, entonces.

Sin soltarlo lo guíe hasta ella. El primero en acostarse fui yo. Me quité los zapatos y subí a la cama. Villa se quedó de pie unos segundos más. Se quitó la toalla del cuello y la extendió sobre una silla. Desde mi lugar yo recorría su cuerpo con la mirada, con las ávidas intenciones de grabarlo en mi memoria.

Subió lentamente y se recostó a mi lado. Yo estaba de costado para poder ver su rostro. El verde de sus ojos me tenía completamente cautivado. Como un idiota hipnotizado, me acerqué con lentitud hasta presionar mis labios suavemente sobre los suyos.

Sus besos eran tan dulces, tan cálidos y húmedos. Despertaban un millón de sensaciones en mí, con la sola forma en que movía los labios. En un pequeño descuido, introdujo su lengua en mi boca, rozando la mía con delicadeza. ¿Puedo expresar todo lo que provocó ese simple movimiento? Los vellos de todo mi cuerpo se erizaron y sentí una corriente eléctrica en mi nuca.

Ya me fue imposible mantenerme quieto. Mis manos que hasta ese momento habían permanecido estáticas sobre su espalda, pero ahora comenzaron a descender por ésta hasta llegar al borde de sus boxer y no me detuve para continuar y llegar a sus glúteos. Los acaricié con firmeza y rápidamente mi cuerpo reaccionó ante éso. Villa soltó un suspiro, se removió entre las sábanas. Seguí besándolo pero esta vez me dirigí a su cuello, probando cada centímetro, aprovechando el paso libre a sus hombros. Lo sujeté con firmeza y atraje su cadera hacía la mía.

Mentiría si dijera que no había fantaseado más de una noche con tocarlo así. Que mientras él dormía a junto a mí, no había contenido el incontrolable deseo de recorrerlo por completo con mis manos y mis labios. Que no me volvía loco el solo pensarlo.

- Tienes demasiada ropa encima - me murmuró. Su voz era tan suave, tan única; y en ese contexto, juro por mi alma que era diez veces más embriagante

- Entonces quítemela -le respondí. Escuché una risa salir de su garganta y las vibraciones de su voz se estrelló contra mi oreja.

Villa se levantó, quedando de rodillas sobre la cama. Llevó ambas manos al borde de mi camiseta. Supe lo que quería hacer y me senté para que él pudiera quitarmela, cosa que hizo con un solo movimiento. Desconozco a dónde fue a parar esa prenda. Todo lo que pude ver fue como Villa zafaba el botón de mi pantalón y bajaba el cierre. Su mirada había pasado de angelical a diabólica en tan solo un segundo.

Regresó a besarme, solo que lo hizo con una mayor impaciencia. Se sentó sobre mis caderas y me dejó sentir la suavidad de sus muslos presionando mi ingle. Acaricié su trasero y el comenzó a moverse sobre mí.

Les juro que nunca antes había encontrado tan molesta y estorbosa la separación que significaba la tela de nuestras ropas, como una barrera entre nuestros cuerpos.

Hubo tanto de todo. Tantos besos, tantas caricias, tanta pasión que no puedo ordenar mentalmente cada suceso, solo recuerdo que al poco tiempo los dos nos detuvimos en seco. Para ese punto los dos estábamos vestidos solamente con los boxers (yo me había despojado de mis ropas y Villa seguía igual).