Poder decir adiós... Es crecer

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Dos días después, T/n despertó en su habitación con el cuerpo débil y la mente nublada. Al tratar de levantarse de la cama, sus piernas temblaban, recordándole la fragilidad de su estado. La habitación estaba en silencio, y el eco del último recuerdo antes de perder la conciencia resonaba en su mente.

Al abrir la puerta, T/n se encontró con Akali cenando en la sala. El corazón de T/n dio un doloroso vuelco al darse cuenta de que, a pesar de haber pasado dos días desde su crisis, Akali no se había preocupado por ella. El nudo en su garganta creció al reconocer la falta de empatía en la supuesta amiga.

—Hola... —murmuró T/n, su voz apenas audible.

Akali levantó la vista, apenas mostrando sorpresa ante la presencia de T/n. Sin embargo, la reacción de la "amiga" fue distante, como si no le importara el estado de T/n.

—Ah, has despertado. ¿Cómo te sientes? —preguntó Akali, pero sus palabras sonaron más como una formalidad que como una verdadera preocupación.

—Débil. Confundida. ¿Dónde estabas? —inquirió T/n, sus ojos buscando respuestas.

Akali simplemente encogió los hombros, sin mostrar remordimiento.

—Tenía cosas que hacer. No podía quedarme todo el tiempo contigo.

T/n sintió una mezcla de decepción y dolor. Había esperado un mínimo de preocupación por parte de Akali, pero esa expectativa se desvanecía rápidamente.

—Pensé que éramos amigas. —La voz de T/n temblaba con emoción contenida.

Akali suspiró, sin mostrar arrepentimiento.

—Las cosas cambian, T/n. No puedo parar mi vida por tus problemas. Deberías aprender a manejar tus problemas sola, ¿no crees?

El impacto de esas palabras dejó a T/n aturdida. Se dio cuenta de la verdadera naturaleza de la amistad que compartían. Akali no era más que una sombra egoísta que solo pensaba en sí misma.

Con lágrimas en los ojos, T/n se retiró, dejando a Akali sumida en su propia indiferencia. En ese momento, comprendió que la conexión que pensaba tener con Akali era frágil y superficial. La soledad se apoderó de T/n, pero también emergió una nueva determinación: no permitiría que la toxicidad de esa amistad la consumiera por más tiempo.

Después de ponerse su calzado, con su ropa ya puesta de hace dos días, salió a caminar para despejarse.

Con paso lento y pesaroso, T/n caminaba por las calles, su mente inmersa en un torbellino de pensamientos y emociones encontradas. Observaba a las personas ir y venir, como si estuvieran en un mundo ajeno al suyo. Se sentía como un espectador en su propia vida, observando desde la distancia cómo todo continuaba su curso, incluso cuando ella había estado ausente.

El peso de la soledad se hacía cada vez más evidente con cada paso que daba. Se preguntaba cómo había llegado a este punto, cómo había permitido que sus relaciones la llevaran a sentirse tan abandonada y desamparada. La traición de Akali aún le dolía, pero también despertaba una nueva determinación dentro de ella.

Decidió que nunca más permitiría que alguien la pusiera en segundo plano, que nunca volvería a sacrificarse tanto por alguien que no estaría ahí cuando más lo necesitara. Se prometió a sí misma que sería su propia prioridad, que buscaría su propia felicidad y bienestar antes que nada más.

Con manos temblorosas, desbloqueó el número de Kayn en su teléfono y grabó un audio explicándole lo que había pasado en los últimos días. Le contó sobre su ataque de pánico, su intento de automedicarse y cómo había despertado dos días después, más débil pero más decidida que nunca.

—Lo siento, Kayn. No quería dejarte sin explicaciones. Espero que puedas entender. Gracias por estar ahí, incluso cuando no merezco tu preocupación —susurró, dejando escapar un suspiro.

Al enviar el mensaje, sintió un peso levantarse de sus hombros. Sabía que no podía depender de Kayn para su felicidad porque podría volver a repetirse lo mismo que pasó con Akali, pero aún así apreciaba su presencia y apoyo en su vida, era lo único que quedaba, ya no había nada más en su vida.

El sonido de notificación que indicaba la respuesta de Kayn tomó a T/n por sorpresa en medio de la calle. Con manos temblorosas, desbloqueó su teléfono y leyó el mensaje, sintiendo un nudo en la garganta al ver las palabras de Kayn.

—Dios, por un momento pensé que te borrarías de mi vida por algo tonto, por favor no me ghostees así.

El corazón de T/n se llenó de alivio al leer esas palabras. Era evidente que Kayn se preocupaba por ella, que no quería perderla de ninguna manera. La sinceridad y el cariño en su mensaje la reconfortaron de una manera que no había sentido en mucho tiempo.

Con una sonrisa temblorosa en los labios, T/n respondió rápidamente:

—Lo siento, Kayn. No quería preocuparte. Gracias por estar ahí, realmente significa mucho para mí.

El intercambio de mensajes le recordó a T/n que no estaba sola, que tenía a alguien que genuinamente se preocupaba por ella. Se sintió reconfortada por la conexión que compartían, por la forma en que Kayn estaba allí para ella incluso en los momentos más difíciles.

El teléfono vibró nuevamente, indicando otro mensaje de Kayn. T/n sintió un cosquilleo en el estómago al ver su nombre en la pantalla. Con cierta aprehensión, abrió el mensaje y leyó las palabras de Kayn.

—¿Te gustaría vernos esta noche? Necesito hablar contigo.

Las palabras de Kayn hicieron que el corazón de T/n latiera con fuerza en su pecho. ¿Qué querría discutir Kayn con ella? ¿Por qué esa urgencia de reunirse?

Sus pensamientos se entrelazaron en un torbellino de incertidumbre. Por un lado, deseaba ver a Kayn, extrañaba su compañía y la seguridad que sentía a su lado. Pero por otro lado, se sentía vulnerable y expuesta en su estado actual. No quería que Kayn la viera en su peor momento, demacrada y emocionalmente agotada.
T/n se mordió el labio inferior, indecisa sobre qué hacer.

Después de unos momentos de reflexión, T/n tomó una decisión. Aunque se sentía insegura, sabía que necesitaba enfrentar sus miedos y hablar con Kayn. Después de todo, él había estado allí para ella en sus momentos más oscuros, y ella quería ser honesta y transparente con él.

Con manos temblorosas, T/n redactó una respuesta:

—Claro, podemos vernos esta noche. ¿A qué hora y dónde?

Una vez enviado el mensaje, T/n respiró profundamente, preparándose para lo que fuera que la noche tuviera reservado.

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⏰ Última actualización: Mar 20 ⏰

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Kayn Heartsteel x Lectora "Amor sinfónico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora