Cyber Sex

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Después de un día un poco extraño en mi trabajo, desperté en la mañana y me duché para empezar un nuevo día.
Al vestirme y tomar mi teléfono celular, una sonrisa se dibujó en mi rostro, un mensaje de aquel chico que conocí en mi trabajo.

Por alguna extraña razón sentí esto como el comienzo de algo bueno, quizás si podríamos coincidir.

El mensaje de texto parecía un poco forzado, como si realmente no fuese Kayn detrás de la pantalla, pero aún asi pensé que quizás se estaba esforzando para que me agradara, lo cual me hizo sonreirle tontamente a la pantalla.

-Ayer 18:00 Hs.
Kayn:

Al salir de ese café llegue con una servilleta en la mano mientras me sentaba, frustrado sabiendo que hoy era mi turno de lavar los platos de la casa.

Dejé la servilleta en la mesa y suspiré pesadamente sabiendo que tendría que quedarme horas parado limpiando todo.

Al final decidí dejarlo a medias porque ya me estaba aburriendo estar parado como un perro, ¡Yo no soy un perro!

Finalmente cuándo sequé mis manos y recordé el número de teléfono que esa chica me dio a través de esa servilleta, decidí contactarla ya que era misteriosa y realmente atractiva, no podía perder una oportunidad como esa.

Al llegar a la mesa y no ver nada, solamente a Ezreal sentado con sus pies apoyados en la orilla de la mesa, gruñí mientras caminé a él.

-¿Dónde dejaste mis cosas? -Pregunté haciendo notar que era importante.

-Tiré a la basura tu mugre, tranquilo, no tiré nada importante. -Respondió con normalidad mientras estaba con su atención al celular.

-Agh, eres un idiota.-Bufé mientras buscaba en el tacho de basura específicamente la servilleta.

-Kayn, no tiré nada importante, relájate.-rió ligeramente- Pareces perro urgando la basura.

-No... No, imbécil. -Saqué la servilleta de la basura.- No lo entiendes.

-Y qué tiene eso de especial... ¿Una servilleta arrugada?- Preguntó mientras miraba mi mano.

Suspiré y decidí desdoblarla y mostrarle el número de teléfono anotado en él mientras sentía mi mirada agacharse de una ligera incomodidad.

-Es una chica, ¿verdad? -Ezreal se percató de la importancia de una mínima cosa- No soy tan cruel como para haberte tirado eso de haber sabido...

-Ya no importa... -Noté como Sett pasaba por nuestro lado mientras escuchaba la conversación.

-Oye, Kayn... Dejaste aún cosas sin lavar...

Sett se acercó a recordarme que aún tenía que terminar de lavar los platos.

Cuando Sett se acercó y me recordó las tareas pendientes, mi temperamento comenzó a encenderse. No necesitaba que nadie me recordara mis responsabilidades, y menos en un momento como ese.

-¡Deja de fastidiarme, Sett! -grité con frustración, sintiéndome abrumado por todo lo que estaba sucediendo.

Ezreal, como si disfrutara de la situación, soltó una risa desdeñosa.

-Kayn, amigo, si pretendes impresionar a esa chica, gritarle a tus amigos no es el camino. Necesitas mostrar un poco más de encanto.

Sett, al darse cuenta de la verdad detrás de las palabras de Ezreal, se unió a la conversación.

-Tienes razón, Ez. Kayn, no te preocupes, te ayudaremos a redactar un mensaje que la haga interesarse en ti. Las mujeres aprecian un buen sentido del humor y la amabilidad.

Kayn Heartsteel x Lectora "Amor sinfónico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora