Bajo la lluvia (ZaDr)

Cena.

— Hijo, que bueno que regresaste temprano, la cena ya esta lista — dijo el profesor membrana desde la cocina.

— si papá, le diré a gaz que baje también—.

Minutos más tarde la pequeña familia conformada por tres estaba cenando tranquilamente, aunque se sentía un poco de tensión entre los hermanos y eso no pasó desapercibido.

— ¿Esta todo en orden?— pregunto el mayor.

— Si papá, no te preocupes— dijo gaz.

Dib suspiro profundamente, sabía el porqué su hermana actuaba así, pero ella sabía de comprender que ahora amaba a tak.

— Entonces, ¿cuando es la boda?— pregunto gaz en la cena familiar.

— En seis meses, queremos formar una familia y regresar a vivir al extranjero — comento este feliz.

— Vaya jamás lo hubiera imaginado después de lo que paso—

— Eso.... es pasado gaz, además.. yo amo a tak y ella será mi futuro de ahora en adelante —

—¿Que pasaría si te dijera que "el regreso?— pregunto gsz alzando una ceja, provocando que dib soltara la cuchara.

— Eso... ami no me importa en absoluto gaz —.

— Si tu lo dices — dijo esta levantándose — el regreso a su vieja casa en el callejón, es todo lo que te diré.

Dib se quedó viendo hacia la nada por un largo tiempo, soltando una lágrima por su mejilla al recibir un montón de recuerdos en su cabeza — zim... tu ¿volviste?.

Membrana lo miro confundió — hijo.. ¿estas bien?, ¿porque mencionas a tu amigo verde? — pregunto este.

— Padre, tu.. ¿lo recuerdas?—

— Claro que si, siempre andaban peleando cuando eran niños metiéndose en muchos problemas, no creas que no me daba cuenta— sonrío el mayor — hasta llegué a pensar que ese niño te gustaba.

Dib enrojecido completamente ante tal comentario — De-e que hablas papá, no digas tonterías....

— ohh vamos hijo, no te voy a juzgar por tus gustos, solo fue algo que pensé en su momento, pasabas mucho tiempo con el y siempre estabas hablando de ese chico, es normal que pensara eso— dijo el profesor — pero bueno, debo seguir trabajando hijo, iré ami habitación pero si necesitas algo, ya sabes que puedes hablarme.

Dob sonrió asintiendo, amaba esta versión de su padre, más cariñoso y presente que cuando era niño. Con el tiempo supo comprender el porqué su padre era así con ellos y aunque en su momento hubo reclamos y llanto. Ahora todo estaba en el olvido.

Fue directamente a su habitación, se sentía cansado y solo quería dormir para poder empezar a planificar su boda.

— Enserió... ¿regresaste zim?— se repetía una y otra vez en su cabeza, mentiría si dijera que lo había olvidado por completo porque siempre estuvo presente su recuerdo en el.

Primero lloraba, luego solo era un recuerdo más, pero siempre presente en sus pensamientos del día a día.

Tomo su gabardina se acomodo los lentes y salio de su casa por la ventana, era extraño sabía que era un adulto y no necesitaba dar explicaciones a nadie por la hora que era, pero solo quería recordar los viejos tiempos.

Camino por las largas, ocuras y frías calles de esa noche hasta llegar a aquel callejón, seguía viéndose abandonado, pero ahora la luz de la ventana estaba encendida.

— Esto.. es imposible, creo que debería regresar a casa— dijo el pelinegro dando unos pasos hacia atrás, quería irse, olvidarse de todo como lo había hecho años atrás pero... algo en el decía que debía ir.

Se acercó lentamente hasta llegar a la puerta tocando dos veces sin recibiré respuesta de nada.

— creo que me estoy volviendo más loco — sonrió este pensando que gaz le había hecho una broma de mal gusto, se dio la vuelta para irse a su hogar cuando escucho la puerta abrirse.

— ¿dib?– escucho aquella voz de nuevo, después de años volvía a escuchar aquella voz decir su nombre. Sentía las manos sudar y las piernas temblar como gelatina.

Volteo lentamente con la cabeza abajo, quería verlo pero sabía que dolería otra vez, reunió toda la fuerza posible para verlo a los ojos.

— Tu..... no es posible tu no eres zim
— dib se dejó caer al suelo, abriendo muchos los ojos, lo que pensó que vería no era ni lo más minino a lo que recordaba — Eres.... —.

— Así dib ahora soy..—

— un humano— dijo dib viendo al que en su tiempo era el amor de su vida.