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Habían pasado algunas semanas de mi viaje con Lando a Buenos Aires. 

Lo sucedido había hecho que decida dejar de trabajar en la Fórmula 1, es decir que ya no trabajaba más para Max. Creía que ya era suficiente todo lo vivido en estos meses para seguir en ese lugar.

De igual manera no me iría de Mónaco ya que el lugar me había gustado y no le tenía rencor a mis amigos, no los culpaba de lo sucedido con el ingles, pero les había dejado en claro que no quería que me relacionarán más con esa persona.  

Me encontraba trabajando para mi nuevo empleo que era de recepcionista en un hotel, muy de lujo en Mónaco. 

Era la medianoche del martes, a esta hora siempre llegaban huéspedes de un gran nivel adquisitivo que utilizaban las habitaciones hasta la mañana con acompañantes. Pero no creí que me llegara a hacerle el check in a él...

- ¿Emilia? - Pregunta Esteban soltando la mano de la chica que lo acompañaba.

- Buenas noches - Lo ignore haciendo creer que era un cliente mas - ¿Habitacion para dos?

- Si - Responde la chica haciéndome notar su presencia. 

-  ¿Trabajas aquí? - Preguntó el francés. 

- No, lo hago de onda porque me aburro si no - Le respondí sarcásticamente pero luego recordé que estaba trabajando - Lo siento señor. Deben llenar estas planillas por favor.

- Habitación 214 - Les dije cuando me entregaron los papeles y les entregue la tarjeta.

- Espérame allí - Le dijo Esteban a la chica mientras de le daba la tarjeta - Te alando en un minuto.

Esta me miro de una forma poco amistosa, pero no dijo nada, se giro sobre sí y se fue caminando como  si estuviera en una pasarela. 

- ¿Asi que aqui estuviste todas estas semanas? - volvió a hablar el piloto pero yo no lo miraba, tecleaba datos en la computadora.

- Te espera una hermosa muchacha en una habitación de lujo, ¿que esperas? - Le dije sin sacar mi mirada de la PC. 

- Esperaba poder hablar.

- No tenemos nada de que hablar, estoy trabajando - Le respondí cortante. 

- Se que Kika te dio mi mensaje el dia que volviste del viaje con Lando. Pero no recibí ninguna respuesta de tu parte. 

La semana que llegué de Buenos Aires a Canadá para el GP el rumor de lo sucedido con Norris no había tardado mucho en estar en la boca de todos, por la que fue una de las razones que me habían hecho dejar el mundo de las carreras, ya que no se decían cosas lindas de mi persona. 

Ese mismo día la novia de Gasly me había dicho que Esteban quería comenzar de nuevo conmigo  pero completamente de cero. Que él me estaría esperando en el paddock a determinada hora y si yo iba quería decir que aceptaba, pero eso no sucedió, ese mismo día renuncié y volví en el primer vuelo hacia Mónaco. 

- No quiero ser mas parte de la Fórmula 1 ni relacionarme con las personas de ese mundo  - Le explique - Ahora vete, te esperan en la habitación. 

- ¿Celosa? - Me pregunto jugando ya que había notado mi gesticulación y mi tono de voz de desagrado. 

Le hice una seña para que acercara su oído y nadie oyera lo que iba a decirle. 

- Jamas, tu sabes que nadie podrá ser mejor que yo - Le susurre victoriosa.

- Puede ser - Beso mi mejilla y salió rumbo al ascensor, y cuando entro a este me guiño el ojo. 

... 

Estaba sentada en las escaleras del hotel esperando que mi Uber llegara para recogerme y volver a mi casa cuando veo a la chica, que había entrado al hotel con Esteban, salir rápidamente y con un andar de enojada frenar el primer taxi que pasaba por ahí.

Reí para mi pensando en lo que habría sucedido en aquella habitación para que la joven salga de esa esa manera. 

Seguía esperando cuando comienzo a escuchar que unos pasos provenientes de detrás mío se detienen justo cuando estuvieron demasiado cerca mio. 

- Aun me quedan 10 horas para entregar las llaves de la habitación - Me susurro el francés y mi cuerpo se estremeció por la propuesta. 

- No voy a hacerlo en la cama donde acabas de tener sexo con otra - Le dije girandome para encontrarme su cara más cerca de lo que creía. 

- ¿Por qué crees que se fue tan enojada?  - Me preguntó.

- ¿Por que la decepciono el tamaño? - Le respondí jugando.

- JA JA, que graciosa que eres - Me miro con el seño fruncido, pero solo duro en su rostro pocos segundos, luego volvió su cara de pícaro - Se fue porque no podía sacarte de mi mente y le dije que se retirara.

Tomo mi mano para ayudarme a levantarme y nos encaminamos hacia el ascensor. 

- Estoy esperando Uber, debo irme a mi casa - Le dije excusandome, sin embargo mis piernas lo seguían a él. 

Él me quito mi celular y canceló el viaje para luego, al cerrarse las puertas del elevado  comenzar a besarme apasionadamente. 

...



Nota de autora.

Tarde un monton en poder escribir este capítulo. 

Había escrito algo pero no podía seguirlo, hasta que hoy borre todo y lo comencé de cero y esto quedó. 

Gracias por leer. 







Box, box - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora