one shots Game of thrones/ House Of The Dragon 🐉

Jon snow

🐉- amor en la cocina
🐉- autor: (no encontré su cuenta)
🐉- traducción del inglés al español
🐉- advertencia: +18

El muro no era lugar para una mujer. Fue duro y frío. Los hombres habían jurado no acostarse con ninguna mujer, pero eso no los hacía menos excitados por la compañía femenina. No querías estar aquí, pero ya era el único lugar seguro en el Norte. Pero eso no viene al caso: habías venido aquí voluntariamente para escapar del desierto por el que habías estado atravesando durante meses. De alguna manera lograste llegar a salvo, el frío apenas te había mordido, sin intentos de asalto o violación. Y nada de caminantes blancos, una historia que te contaban desde que eras niña.

Se te asignarían tareas de cocina desde que llegaste a Castle Black. Gilly lavaba ropa y tú alimentas a cualquiera que se topa con el muro. Enemigo o amigo, viejo o joven. Fue la voluntad de Jon Snow la de permitir el paso de tanta gente, especialmente con el largo invierno que se avecina. Era un santo, un santo que la gente por fin empezaba a respetar.

No pasó mucho tiempo antes de que comenzara a pasar más tiempo en la cocina, tal vez fue por el silencio durante todos los demás momentos además de las comidas, tal vez fue porque eras suave. Escuchaste en silencio y solo agregaste sus palabras cuando lo consideraste necesario o él te hizo una pregunta. El Lord Comandante estaba enamorado de ti y tú ni siquiera lo sabías.

"¿Lord snow?"

"Por favor, llámame Jon".

Era una conversación que habías tenido a menudo, pero a estas alturas era un hábito muy cálido.

"Lo siento, pero no puedo hacer eso, daría una impresión equivocada a todos tus subordinados". Una suave sonrisa se dibujó en tus labios, tus manos ocupadas en el trabajo cortando cebollas y patatas para obtener una gran cantidad de guiso

."No me llamarán nada más que Jon Snow".

"No me arriesgaré, no seré el problema que nadie quiere escucharte".

Se podía escuchar un suave suspiro salir de él y el suave clic de su funda ajustándose contra su cadera.

"¿Cómo voy a cambiar de opinión? Quiero oírte decirlo".

"Ve a buscar a Sam y pídele que te llame Jon, sé que lo ha hecho antes".

"No es lo mismo. Yo digo el tuyo sin ningún problema"

"Eso es porque es el único nombre que tengo. Podrías llamarme cocinera si lo prefieres."

"¡Definitivamente no!" Su voz se elevó ligeramente y no podías evitar reírte.

"Entonces no hay forma de que te llame sólo por tu nombre".

La habitación quedó en silencio por un momento, todo menos el sonido de un corte. Ni siquiera te importó mirar hacia arriba, decidiendo que el Lord Comandante se alejaría. Oh, estabas terriblemente equivocado. Manos fuertes agarraron tu cintura por detrás y te acercaron al pecho del hombre. El cuchillo que sostenías se tambaleó y cayó de tus manos, golpeando el suelo con un fuerte klink.

"¿¡Qué estás haciendo!?" Tu voz tembló ligeramente y tu corazón se aceleró.

"Te escucharé decir mi nombre antes de que termine la noche".

La voz de Jon Snow era ronca, los matices de lujuria eran innegables. Sus palabras resonaron en tus oídos y tus piernas se debilitaron. No podías negar la atracción que sentías por él, pero el Lord Comandante, ¿interesado en ti?

"¡Basta, vas a hacer que nos atrapen!"

"Nadie se atreve a intervenir. He hecho cosas malas a los hombres por menos".

"¿Y si es un accidente?"

"Entonces negaremos que eso haya sucedido". No podrías refutar eso.

Te volteaste para mirar al otro, sus ojos instantáneamente profundizaron en tu belleza. Tu cabello cayendo alrededor de tu cara, tus ojos brillantes mirándolo. Tus pequeños rasgos tan delgados y suaves. Sus manos se movieron desde tu cintura hasta tus mejillas y la profunda vergüenza no quedó bien disimulada.

"Eres hermosa"

Tus ojos se cerraron por un momento, empujando sus manos.

"Entonces muestrame." Tu voz fue suave e inesperada en la mente de Jon Snow. Te empujó hacia atrás, inclinándose para bloquear tus labios con los suyos.

Tu espalda golpeó el mostrador, poco después te levantaron y te sentaron, con las piernas abiertas para que Jon pudiera pararse en el medio. Sus besos febriles recorrieron tu mandíbula, sus dedos trabajando para desatar la cuerda que sujetaba tu ropa. "Cada centímetro de ti es hermoso". Habló dentro de tu piel, el vestido se cayó y expuso el resto de tu cuerpo. Sus besos se movieron hacia tu pecho, besando cada pezón antes de bajar. Se detuvo justo antes de tu coño, mirándolo vacilante por un momento antes de moverse para besarlo también.

Jadeaste, el placer de su boca y lengua trabajando tan diligentemente, tan descuidadamente que no pensaste que saldrías de esto capaz de moverte. Tus dedos se entrelazaron en su cabello oscuro, tu cuerpo se movía con el suyo. Cuando finalmente te estremeciste por la intensidad, él retrocedió y regresó a tus labios. Sin embargo, estos besos fueron diferentes, más suaves, más llenos de amor que de lujuria. Tus manos lucharon por desabrocharle los pantalones, tus dedos rozaron el bulto que te esperaba.

Cuando finalmente los quitaste, tus dedos se envolvieron alrededor de la base de su polla, acariciando lentamente por un momento antes de ayudar a llegar a tu coño. Presionó su cabeza contra tu hombro, empujándose con un gemido bajo. Ambos estaban jadeando y sudando en este punto. El fuego de la cocina a sólo unos metros de distancia. "Te amo..." Si no estuvieras seguro de lo que sentía ahora, habrías pensado que era el viento con lo suave que salía de su boca.

Continuó follándote, tu mente envolviendo sus palabras, pero no dijiste nada por miedo a decir algo mal. Tus brazos decidieron rodear su cuello, abrazándote fuertemente contra su pecho. Se notaba cuando estaba a punto de terminar, ya que rápidamente se retiró, acariciándose sobre tu estómago. Su semilla se derramó sobre ti, tanto su cuerpo como el tuyo temblaron.

Ambos se sentaron recuperando el aliento por un momento, disfrutando del momento y del placer que ambos habían compartido.

"Jon, yo también te amo". Las palabras que salieron de tu boca fueron ciertas. Eran puros y tu corazón se sentía lleno. Él te miró y te tomó en sus brazos.

"Me preocupaste antes cuando no dijiste nada". Te reíste, tu voz llenó el espacio y la sonrisa que siguió al rostro de Snow valió la pena ser captada.

"Ahora tengo que terminar de cocinar antes de que un grupo de hombres hambrientos vengan a buscar comida que no terminé".

"Tengo que asegurarme de que ninguno de mis hombres te escuche, no te tomé por hacer ruido"

"Y no te tomé por uno para romper tu juramento, sin embargo, aquí estamos los dos"