Capítulo 10: Ciervo-zorro

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Layla y yo estamos dando una vuelta por el bosque ya que a Layla le apetecía ir caminando.

-¿Tenía que ser el bosque?- Pregunto frunciendo el ceño.

-Aquí es donde encontré a Pabu.- sonríe la pelirroja antes de tropezar.

-Que buen aterrizaje.- Me río.

-No veo la gracia.- Se queda callada mirando a saber dónde.

-¿Qué pasa?- Pregunto arrodillándome a su lado.

-Creo que he visto algo.- Me mira.

-¿Tu cerebro saliendo corriendo? es muy probable.- Comento divertida.

-No, idiota.- Se queja Layla levantándose.- He visto algo.

-Yo no he visto nada.- Aseguro.

-Vamos.- Se pone a caminar.

-Oh claro, vamos andando por el bosque que apenas conocemos para buscar algo que has visto, lógico.- Me quejo.

-¿Tienes una idea mejor?- Se cruza de brazos.

-Eh... ¿sí?

-No, pues vamos.- Sugiere.

-¿Y Bianca? a ella le gustan estas cosas.- Pregunto.

-Tenemos examen de astrología y está estudiando.- Dijo dando pequeños saltitos.

-¿Y tú no estudias?- Alzo una ceja.

-Esta chupado.- Me sonríe.

-Claro.

-¿Y Nereus?- Pregunta ella.

-Ni idea.- me encojo de hombros.

-¡Mira!- Señala algo blanco que se aleja a la lejanía.

-¿Qué es?

-Vamos a averiguarlo.- Se pone en marcha.

Yo le sigo negando con la cabeza, rodeo un árbol que parece muy antiguo, cuando me doy cuenta veo a Layla rodar por el suelo ya que hay un pequeño deslizamiento.

-Torpe.- Le dije bajando lentamente.

-No lo había visto.- Dijo con molestia.

-Eh mira.- Señalo una bola blanca.

Es un pequeño ciervo-zorro blanco. Tiene las cornamentas negras en la parte superior de su cabeza, además de una cola larga y tupida y algunas manchas en la espalda.

-¿Un ciervo-zorro?- Pregunta Layla.- Creía que estaban extintos.

-¿Por qué?- Miro al animal.

-Según me dijo Bianca, los ciervo-zorro dejaron de aparecer ya que estaban en peligro de extinción.- Explica Layla.

-Ah...

-Seraphine, puede ser tuyo, ponle nombre.- Sonríe la pelirroja.

-Es salvaje, no puedo quedarme con un animal salvaje.- Le comento.

-Yo me quedé con Pabu, además Bianca tiene un gato-conejo.- Informa.

-Esta bien.- Miro al ciervo-zorro.

Me arrodillo ante él, extiendo los brazos, el animal gruñe, miro a Layla quién me anima a agarrarlo, así que yo miro al animal, este lentamente viene hacia mi, me olfatea y da pequeños brincos, lo agarro en brazos y noto su cálido pelaje.

-Te llamaré Twig.- Acaricio al ciervo-zorro.

-Me gusta, ¿ves? este viaje ha servido para algo.

-Eres muy graciosa.- Dije con sarcasmo.

Witch: Luna Creciente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora