Lexus

Capítulo 1

-Adiós Esme te voy a extrañar- me dice Lucía una niñita del orfanato a la cual le he tomado bastante cariño.
- Siempre voy a estar para ti renacuaja, pronto vas a encontrar a unos buenos padres y vas a ser feliz- Le digo mientras seco sus lágrimas.
- Tienes mi número de celular cualquier cosa me llamas, la señorita Francis cuidará de tí.
Salgo del orfanato, no sin antes darme la vuelta y observar ese lugar donde viví toda mi vida. -Adiós orfanato Palacios- me digo a mi misma y emprendo mi camino.
Aprieto en mis manos ese pasaporte que significa un cambio, espero que todo mejore.
Cuando ya estoy en mi asiento en el avión, con mi cinturón abrochado, empiezo a sentir nervios . Es la primera vez que monto en avión, todo es nuevo para mí, siento que empiezo a vivir.
No puedo evitar cuando ya estoy en el aire, divagar acerca de mi vida, la cual por cierto no ha sido la mejor. Mi madre, o mejor dicho , la mujer que me dio a luz,era una drogadicta , solo le interesaba ir colocada y a mí para lo único que me quería era para recibir el dinero que bienestar social daba por mí.
La verdad no sé si me inscribió al nacer pues nunca recuerdo que me decía algún nombre, solo me decía pedazo de mierdecilla, estorbo, niña o como se le ocurriera .Tengo vagos recuerdos de mi infancia, recuerdo que había una señora con una sonrisa hermosa que me bañaba y me alimentaba ,ella vivía al lado de nuestra casa. Allí escapaba cuando mamá traía hombres a la casa .Un día la encontré muy golpeada y agitada,mientras recogía nuestras cosas, yo solo lloraba, o eso recuerdo, no me quería ir ,quería quedarme con la vecina que me daba cariño y era buena conmigo ,pero me tomó de la mano y nos fuimos lejos de allí, tenía unos 5 años.
De ahí mi vida empezó a empeorar, ya no tenía quien me bañara,me cuidara y me diera de comer, así que con 5 años tuve que empezar a valerme por mi misma. Ella nunca estaba en casa y cuando estaba iba muy colocada, en su tiempo pensaba que estaba enferma, por lo que me vi obligada a buscar en los basureros para poder comer. Luego esa mujer tuvo la brillante idea de hacerme vender pañuelos en la calle, y cuando no llevaba el dinero que ella me pedía me ganaba unas buenas golpisas. Un día  empezó a traer hombres a la casa , ellos me miraban raro, y esta vez no tenía dónde escapar. Un día uno de esos hombres me quería atrapar ,pero logré escapar, corrí, corrí hasta llegar a una terminal , con algo de trabajo me subí en un camión que estaba lleno de cajas , y allí me escondí, no sabía lo que hacía, solo sabía que tenía que huir, tenía mucho miedo, el sueño ,el hambre y el cansancio hicieron que me durmiera.
Lo último que recuerdo es estar en un sitio donde había muchos policías, que me hacían muchas preguntas, que yo no entendía. No podía hablar, tenía mucho miedo y el miedo no me dejaba hablar.
Ellos me llevaron a un lugar , me dijeron que este sería mi nuevo hogar, que aquí habían muchos niños como yo, que encontraría una familia y sería feliz. Años más tarde comprendí que nada sería así, que el orfanato Palacios sería mi nuevo infierno.