Capítulo 6

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Me despierto por ruido del despertador, con mucha pereza me levanto para comenzar mi día. Ya que aún no tengo un closet ,improvisé un pequeño espacio para poner mi ropa ,selecciono la mejor que tengo ,que consiste en un Jean  una busca básica blanca y mis tenis,me veo bastante decente, aunque es algo ajustada,ya que esta ropa me la regalaron hace como 2 años y estaba más delgada. La verdad es que no me gusta que se noten mis partes , las miradas que me dan me traen malos recuerdos.
Desayuno algo rápido unas tostadas y un jugo.No me maquillo nunca ,ni siquiera sé como hacerlo.
A veces me siento tan perdida ,nunca tuve a nadie que enseñara ,ni me cuidara por eso a veces las cosas más básicas me resultan novedosas y complicadas.
Salgo de esos pensamientos ,me doy aliento a mi misma y salgo de mi casa para enfrentar a mi nueva vida. Cuando llego a la empresa lo primero que veo es a la recepcionista de ayer ,la cual me mira de arriba abajo con asco ,pero no me dejo intimidar, sigo caminando y le dedico una sonrisa, a las personas como ella no se les da el gusto de molestarse, les duele más que las ignores. Acabo de comprobar la teoría cuando la veo ponerse roja de la furia ,agito mi pelo y sigo con mi camino .
Tomo el ascensor, esta vez me cercioro de que no sea el dorado, y no puedo evitar en pensar en lo ególatra que son los jefes, su ascensor personal es dorarado, yo entiendo de que tengan uno para ellos por alguna emergencia  pero porque dorarado, es un excentricidad.
Cuando llego a la última planta, me recibe Grace con una sonrisa.
- A tí te estaba esperando señorita- me dice entusiasmada.
- Buenos días Grace- le digo
- Si buenos días, me enteré lo que pasó ayer quiero detalles
- Nada ayer me quedé encerrada por unos minutos en el ascensor y allí estaba el señor Alexander, yo no sabía que ese elevador era privado.
-Lo dices como si no fuera nada importante, además era obvio que ese elevador era para ellos no le ves el color ,es que las puertas son de oro.
- Wao no sabía ,pensé que era solo un color- cada vez me asombro por las excentricidades de esta gente- pienso
- Ahora cuéntame, que te dijo ,te regañó- me pregunta Grace
- No ,fue muy amable ,me tranquilizó, me preguntó si era nueva ,en qué trabajaba y mi nombre e incluso me sonrió.
- OMG, no lo puedo creer ,le interesas mi jefe es educado pero no es tan amable y menos sino había almuerzado. - exclama dando saltitos.
- Tranquila ,no creo que sea eso .
- Si como no , después hablamos que hay que trabajar, ya el ogro mayor lo está haciendo.
Miro la hora ahora es que son las 8:10 vine más temprano para acomodarme.
- ¿Tan temprano viene ?
- No sabes nada .
Me encamino hacia mi puesto que es en la entrada del piso .
-Quien eres- me pregunta alguien con voz de fastidio.
Volteo a ver quien es y es una chica bastante bonita,rubia y con silicona hasta en el alma - me río mentalmente de mi ocurrencia.
- Hola que tal soy Esmeralda la nueva Recepcionista- digo mientras extiendo mi mano ,la cual mira con asco como si de mierda se tratara.
Ruedo los ojos  no sé que le pasa a esta gente.
- Mira niña ,no vas a durar nada aquí, mírate partes una mendiga con esa ropa, cuando los señores te vean te van a despedir. -me dicen con suficiencia.
- Si no lo han echo contigo, por la ropa que traes que pareces que vas a una discoteca en vez de a trabajar .Que muestra más de lo que tapa y que no es para nada adecuada para un trabajo  ,no lo harán conmigo- le digo calmadamente.
- Eres una...- no termina porque se escucha el ascensor y se encamina para su puesto.
Si estas personas supieran a lo que me enfrentado no perderían su tiempo tratando de humillarme,me enfrentado a contrincantes peores y he salido victoriosa.
Me siento en mi puesto y así Transcurre parte de la mañana, atendiendo llamadas, haciendo fotocopias.
Cuando llega la hora de almuerzo me como un sándwich que traje con jugo.
- Buenas tardes Esme - me dice el señor Alexander.
Joder cómo es posible que hoy esté más guapo que ayer.
- Buenas tardes señor- esta vez no tartamudeo, pero no lo miro a los ojos .
- La señora Becons me dijo que serías la nueva traductora- me dice con una media sonrisa, la cual hace que mi corazón lata como si estuviera en una maratón .
No sé que me pasa con este hombre, no entiendo las reacciones que tiene mi cuerpo.
- Si señor
- Ahora tengo una reunión con mi hermano, cuando termine te voy a llamar a su oficina para ver lo de tu trabajo como traductora.
Dicho esto  se va ,dándome una buena visita de su espalda, la cual me le quedo mirando como una maniática.
Después de unos 10 minutos, el jefe me llama para que vaya a la oficina. Lo que me hace estremecer, voy a conocer al señor Andrew, espero no cometer ningún error. Tomo aire y me dirijo hacia la oficina .
Toco y escucho un pase,tomo valor por última vez y me adentro en la oficina.
Cuando abro me doy cuenta de que son fanáticos al negro ,la  oficina es grande, hace 3 veces el tamaño de mi casa y todo destila lujos y grita dinero.
Tiene un amplio ventanal que muestra toda la ciudad.
- Si ya terminaste de mirar la oficina, empecemos ,que no tengo tiempo para perder- me dice una voz gruesa y extremadamente masculina.
Cuando miro me quedo en shóck, madre del amor hermoso, que pedazo de hombre, si su hermano parecía hecho por ángeles, él parece que lo hicieron demonios ,tiene una especie de sensualidad oscura,una mirada depredadora y un porte de rey del mundo. No sabría decir cuál de los dos hermanos está mejor.
- Si ya terminaste de devorarme con la mirada , empecemos.- No sé dónde meterme de la vergüenza, mi cara arde, en estos momentos debo estar más roja que un tomate.
- Disculpe señor- mascullno avergonzada.
Avanzo para sentarme frente a ellos
-Alguien te dijo que te podías sentar - me pregunta con voz de suficiencia y mirándome como si de una cucaracha se tratara.
Es todo lo que me basta para salir de su embrujo, menudo imbécil, sino necesitara el trabajo le cantaría sus verdades.
- Hermano ,no seas grosero- trata de interceder el señor Alexander.
Cuadro los hombrosy levanto mi cabeza y miro al señor Andrew directamente a los ojos ,aunque me intimida demasiado.
- No sé preocupe señor Alexander, ustedes son los jefes y yo la empleadada ,si deciden hacer la reunión de pie ,no me queda otra que aceptarlo.
El señor Andrew me mira de pies a cabezas y siento que su mirada quema por donde pasa, coloca una sonrisa de medio lado y esa es mi perdición, siento como mis pantys se mojan ,joder qué me pasa.
- En eso tienes razón, nosotros somos los jefes, que bueno que lo tengas claro. Siéntate que tenemos mucho que hablar.
Y con esto sé que van hacer una reunión bastante tortuosa, en la cual no me voy a dejar intimidar. Le demostraré a los hermanos Lexus que nada puede conmigo.
- Como ordene señor- digo dando una sonrisa.

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