Lexus

Capítulo 7

Perfecto, así me gusta, directa y que tengas claro cual es tu lugar- responde el señor Andrew con una sonrisa irónica.
El señor Alexander me mira con compasión, como si lamentara que tuviera que soportar la actitud de su hermano. No puedo evitar sentirme agradecida por su silencioso apoyo.
Comienza la reunión y ambos hermanos comienzan a expresar sus ideas y opiniones, tratando de imponer su voluntad sobre las decisiones a tomar. Yo escucho con atención, tomando nota mental de las injusticias y las estrategias manipuladoras que van dejando entrever.
Cuando llega el momento de que yo exprese mis puntos de vista, no dudo en hacerlo con firmeza y claridad, defendiendo mis argumentos con convicción.
Al terminar la reunión, me retiro de su despacho, quedándome con la satisfacción de haberme hecho escuchar y respetar.
El señor Alexander se detiene y se acerca a mí con una sonrisa amable.
- Gracias por tu valentía y honestidad en esta reunión. No todos se atreverían a enfrentarse a mi hermano de esa manera. Tienes mucho potencial, no dejes que su actitud te desanime.
Con esas palabras, se despide de mí y se une a su hermano en el despacho. Me siento orgullosa de haberme mantenido firme y decidida, y sé que a partir de ahora, no me dejaré amedrentar por nadie.
El día transcurre sin incidencias antes que me de cuenta ya es hora de irme.
Recojo mis cosas y cuando estoy a punto de irme, veo al señor Andrew parado en la puerta con un vaso de whisky en la mano, siento como los pelos se me ponen de punta mientras siento su mirada en mí.
- Me retiro señor
- Está bien, espero que mañana vengas mejor vestida, aquí valoramos el aspecto personal. Mi secretaria envió a tu casa la ropa que debes usar a partir de mañana.
- ¿Cómo es que tiene mi dirección?- pregunto consternada .
Me mira como si fuera lo más obvio del mundo y recuerdo el formulario que llené durante la entrevista.
- Siempre sé lo que quiero y obtengo lo que deseo.
Siento que sus palabras tienen un doble sentido.
- Gracias, nos vemos mañana señor.
Salgo prácticamente corriendo de la oficina, no soporto la tensión que me produce estos hombres.
Doy vueltas en la cama sin poder dormir, apenas llegué me bañé y comí algo ,luego me puse adelantar los trabajos que me dejaron los jefes debo traducir unas 20 carpetas al árabe y ruso y aun me falta la mitad ,me dieron hasta pasado mañana.
No puedo sacarme de mi cabeza a mis jefes ,la calidez que me hace sentir el señor Alexander y la lujuria que me provoca su hermano. Uff, estoy mal de la cabeza 
Debido a mi jodida experiencia en el orfanato, jamás un hombre me llamó la atención, cuando se acercaban me producía asco, ese sentimiento no apareció con ellos.
Yo nunca he tenido sexo,lo único sexual que he echo fue encontra de mi voluntad. Por eso me quedo descolocada mientras me imagino que ellos me tocan ,me besan y me poseen. Puede que sea virgen, pero no ignorante,he leído bastantes libros para saber sobre el tema.
No puedo evitar que una de mis manos vaya a mi entrepierna, mientras pienso en mis candentes jefes.
Me acaricio por encima de mis pantys,y no puedo evitar que un gemido salga de mi boca ,mientras me imagino besándolos.
Me obligó a mi misma a dejar de tocarme, esto está mal ,no puedo tener fantasías con mis jefes. Voy me lavo la cara y me coloco mis audífonos a todo volumen, para no pensar en el cosquilleo que tengo en mi sexo.
Antes que me de cuenta caigo en los brazos de morfeo.
Cuando despierto hago mi rutina diaria y me visto con la ropa que me llegó que es de muy buen gusto y me queda divina ,son trajes de oficina, pero son bonitos y elegantes, es lo más bonito que he tenido .
Consiste en un traje blanco ,una chaqueta de punta, una falda que se ajusta a mis caderas . Me veo sexy pero no bulgar ,opto por un labial mate muy bonita y dejo  mi pelo suelto que me llega al inicio de mis glúteos.
Siento que estoy lista para la batalla, en la cual lucharé contra mis oscuros deseos ,los cuales solo son despertados por esos hermanos.