Kim Sooyoung;
A veces, comienzo a cuestionarme si en realidad soy un ser humano o un experimento fallido del gobierno que obtuvo efectos secundarios catastróficos.
— ¿Por qué mi hermano te está llamando? —pregunto.
Y sabía la respuesta, pero fingí no hacerlo para evitar una muy incómoda situación. Fingí demencia y cuando llegué a casa me puse a meditar.
¿Sujin y mi hermano? No, no podía ser, ¿verdad? Por que eso querría decir que aquella vez que fuí a la casa de mi hermano y esos ruidos era... ¿¡Sujin!? Esto debe ser un broma.
Ok, no entremos en pánico. En algún momento me lo tendrá que decir.
— ¡Sooyoung-ah! —el grito de mi Madre me vuelve a la realidad, y bajo a cenar con mis padres conversando sobre algunas cosas del trabajo y claro que Doyoung era nombrado en algunos momentos. Evité por completo el nombre de Sujin por mi propio bien en realidad, si lo hacía mi rostro iba a evidenciar por completo mis pensamientos y no tenía palabras para aclarar las cosas con mis padres.
La noche era fría, y me había dado hambre. Mucha hambre.
Bajé a revisar el refrigerador y no había nada más que dulces. Y maldición, no quedaba rammyeon en la despensa.
Avisé que iría a comprar a la tienda a una dormilada madre. Me puse una chaqueta aunque no se me ocurrió colocarme pantalones largos. Me arrepentí a medio camino pero no iba a devolverme.
Al entrar a la tienda, me fui directamente a la sección de comida caliente, cuando encontré uno que no fuera picante, llevé dos y justo cuando iba a pagar, una nueva bebida se coló ante mis ojos. ¿Sabor a uva? Tenía que ser mía. Sonriente por mi descubrimiento me dirijo a pagar, y unos anchos pero conocidos hombros estaban frente a mí.
— ¿Profesor? —pregunto inconscientemente.
Me tapo la boca por inercia y cuando se voltea hacia mí el sonido de la máquina registrando sus productos se volvía eco en mis oídos.
— ¿Soo.. - Señorita Sooyoung? —se corrige. — ¿Usted vive por aquí?
Parpadeo varias veces antes de lograr responder.
— ¿Yo? Ehh si, ¡si! A unas cuadras. Tenía hambre. —explico sin razón alguna mostrando mis cosas.
Que vergüenza, llevo comida para tres personas al menos.
— Así veo. Esta helado, ¿no tienes frío? —un trueno nos asusta a ambos y pasan pocos segundos antes de ver como las gotas de lluvia caían afuera.
Tiene que ser una broma.
Me quejo en voz alta. Paso mis cosas y pago aún maldiciendo en voz baja. Con el señor Suh en silencio.
— Se nos acabaron los paraguas. —dice la amargada joven tras el mostrador.
Estaba a punto de preguntar.
— Vamos. —antes de responder, mis bolsas ya iban en las manos de él y yo tan solo le seguí el paso algo atontada.
Algunas gotas cayeron en mis piernas y si que estaba helada el agua.
El auto era hermoso, limpio y al entrar en el asiento del copiloto, cálido y con muy buen aroma. Aroma a frutas.
— Creo que el clima no está de tu lado. —sonríe y río nerviosamente.
Jamás pensé que estaría aquí. Pero supongo que la situación lo amerita.
— Te llevaré a casa, es mi responsabilidad. —habla consigo mismo, parece que esto de ser profesor era algo nuevo para él, se notaba su nerviosismo por hacerlo bien.
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𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 | 𝐉𝐎𝐇𝐍𝐍𝐘 𝐒𝐔𝐇 ; MN#2
Teen FictionComplicado. Sería la mejor manera de describirlo. Antes de que la luna se mostrara en su máximo esplendor, dos corazones se fusionaban en uno solo pasando las barreras de lo permitido. 𝐊𝐈𝐌 𝐒𝐎𝐎𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 recién comienza a experimentar lo que es...