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Kim Sooyoung;

— Amo química. —hablo mas para mí que para los demás, pero aún así no tardan en dar su opinión.

— Créeme yo también, pero sin embargo la odio al mismo tiempo. —dice Sujin.

— Oh vamos, las odio a ambas; Sujin, a ti te va excelente, y a ti Sooyoung, te basta con estudiar y esforzarte. Ustedes se han vuelto el equipo de inteligencia mientras yo sigo siendo el atractivo pero poco apto, Haechan. —se queja el mencionado y preferimos quedar en silencio, no agregamos nada a su reclamación pues sabíamos que solo estaba peleando consigo mismo y lo dejamos estar.

Tomé de mi leche de chocolate y le di un bocado a mi sándwich de pollo. En algún momento, Sicheng se unió en la mesa pero no inicié una conversación aunque al parecer el quería hacerlo.

Seguí con lo mío y esperé impaciente la primera clase del día. Ver al Señor Suh, se había vuelto algo demasiado traumático. Por que no verlo, era peor que hacerlo.

— ¿Es mi idea, o se ve más atractivo de lo normal? —pregunta Haechan, esperando una respuesta.

— Yo no- no lo sé. —trato de darle una respuesta.

No agrega nada más pero noto como una sonrisa burlesca se forma en su rostro.

— Señor, quiero decirle que, se ve excelente de negro. —uno de mis compañeros habla en voz alta mientras le guiña un ojo.

— Lo sé, lo sé. Y deberían verme vestido de gala. —responde a su cumplido.

Por un momento me lo imaginé, a él en un traje de tonalidad burdeo, con una corbata a juego, y zapatos brillantes. Sacudí mi cabeza cuando el proyector encendió y mostró el contenido de la clase en el pizarrón.

A pesar de mis esfuerzos, concentrarme estaba siendo más difícil de lo normal. Su aspecto era elegante aún sin intentarlo, su cabello negro como ninguno pero aún húmedo por lo que sería una ducha matutina, sus brazos asomandose desde los codos donde su camisa estaba arremangada, y su cara de concentración mientras escribía algo, escribía con agilidad e incluso sin levantar el lápiz. Era hipnotizante.

Y al darme cuenta que no era la única que lo observaba, me odié.

Muchas otras alumnas también lo veían, todas excepto Sujin. Quien yacia concentrada en la tarea pendiente. Solo ella tenía cerebro y sabía que no debía mirar a un profesor como las demás hacíamos.

— Oye, umm, no entiendo esta pregunta. ¿Me ayudas? —le pido a mi amiga que estaba en la mesa siguiente a la nuestra.

Ella accedió de inmediato.

Luego de terminar debía dejar mi hoja en el escritorio del profesor así que esperé a que Sujin se levantara para ir tras ella. No quería mirarlo a los ojos, seguramente mi rostro se enrojeceria de inmediato.

— Tenga, ya terminé. —le oigo decir, y me sorprendió el tono seco en el que habló. Pero él no pareció darse cuenta.

Escuché un gracias y me apresuré en dejar mi papel antes de volver a mi asiento a pasos largos.

— Señorita Kim. —llama él.

Cierro mis ojos y veo a todas partes, pero nadie más me veía. Solo él, quien ahora parecía... ¿molesto?

Voy hacia él. — ¿Podría explicarme esta respuesta? —indica con su dedo la pregunta número tres.

Me quedo pensando unos segundos que fueron una tortura.

— Oh bueno, yo... —inicio.

— Usted puede, solo explíqueme su punto de vista. —cambia su semblante y ahora se veía más calmado que hace unos segundos.

𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 | 𝐉𝐎𝐇𝐍𝐍𝐘 𝐒𝐔𝐇 ; MN#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora