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Kim Sooyoung;

Escucho la alarma, y la apago, me dolía mucho la cabeza y sentía unas inmensas ganas de vomitar. Aunque mi estómago estaba vacío.

Me siento en la cama, y masajeo mis ojos esperando ver con mayor claridad.

Este no es mi cuarto.

— ¡Este no es mi cuarto! —grito, alarmada. — ¡¿Y mi ropa?! —veo como solo tenía puesta una camiseta larga y unos shorts que me quedaban gigantes.

La puerta del cuarto se abre repentinamente.

Y veo a Johnny completamente asustado.

— ¿Que pasa? —dice agitado.

(🦋)

Luego de mi pequeña sesión de locura, Johnny me sirvió café con leche y un pedazo de pastel de chocolate.

— Oh no, mis padres. —reflexiono luego de masticar.

— Anoche te llamaron y les dijiste que estabas en casa de Sujin. Cuando estuviste a punto de exponer tus travesuras, colgué. Ah, y vomitaste sobre tu ropa. —explica.

Eso explicaba algunas cosas.

— Yo dormí en el sofá.

Ni siquiera pregunté.

Estaba avergonzada.

— ¿Hice algo extraño anoche? Solo dímelo, lo resistiré. —le pedí.

Negó y bebió de su café mientras encendía la televisión.

— Vamos, dímelo. —vuelve a negar.

Llego a su lado y le grito al oído. — ¡Que me lo digas!

— ¡Esta bien! Dios, eres muy exasperante. —ni me inmuto ante sus palabras, espero unos segundos más para alargar mi sufrimiento. — Comenzaste a desnudarte y a pedirme que te ayudara a bañarte, según tú, mis manos eran más grandes y sería mucho más rápido. ¡Y no olvidar que me pediste un masaje en tus piernas! Eres un peligro total. —deja caer sus palabras como un balde de agua caliente.

Pues ahora no tenía donde esconderme.

Nota mental, nunca más beber.

Volví a mi lugar y me concentré en seguir comiendo.

— Lo siento. —digo resignada y sin mirarlo.

— No te preocupes, luego vomitaste y lo superé. —le resta importancia.

Lo odio.

Luego de meditar en mis actos, me di cuenta de que mis peticiones no estaban tan alejadas de mis pensamientos, al parecer, la gente embriagada si decía la verdad.

Si quería que sus manos me tocaran al menos.

Sentí un cosquilleo de imaginarlo.

Sonríe mientras ve la televisión, y yo veo sus manos. ¿Y si... ?

Detente.

Comienzo a sentir calor, calor e incomodidad.

Quería besarlo, y no era como otras veces. Solo, quería tenerlo cerca de mi y que sus manos me tocaran.

𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 | 𝐉𝐎𝐇𝐍𝐍𝐘 𝐒𝐔𝐇 ; MN#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora