Kim Sooyoung;
Habían pasado semanas. Si. Semanas.
En las cuales no fui capaz de verlo a los ojos. Y odiaba que él respetara mi espacio personal.Porque si. En todo este tiempo, no trató de acercarse a mi. Y no sabía si estar tranquila, o asustada.
— ¿Ya se te quemó el cerebro? —el imbécil de Haechan llamó mi atención.
Perdón, pensé.
No debería insultarlo, aún si es en mi mente.
— Ni que fuera tú en química. —me burlo.
— Golpe bajo. —se queja. — ¿Puedes decirle algo? Solo a ti te hace caso. —le pide a Sicheng.
Mi rostro arde por la vergüenza. ¿A este que le pasa? No quiero que Sicheng piense cosas que no son, mucho menos ahora.
— Dejala en paz. O no te doy de mi sándwich. —amenaza y le agradezco con una sonrisa. — Te ves mas linda cuando sonríes. No como este. —apunta a mi acosador con el sándwich en su boca.
No digo nada y solo niego. Sujin no había venido a clases hoy, y la extrañaba.
Al parecer los chicos hacían muy bien su trabajo de olvidar mi relación con nuestro profesor de historia. Y eso me dejaba sin nadie con quién hablar de ello.
Y ahora mi rostro se volvía rojo de nuevo, pero de rabia.
¿Que hace esa mano en el brazo de Johnny?
— Oye tonta. —Jaemin susurra a mi lado, dejando a Yuta el camino libre para comer de su almuerzo. — No mires. —habla entre dientes para que nadie más se de cuenta.
Me encojo en mi lugar.
El estómago me dolía. Y realmente sentía mucha rabia.
— O en otro caso... podrías jugar el mismo juego. —agrega y al notar que no entiendo, rueda los ojos. — Oye Sicheng, ¿te sientas aquí un minuto? Necesito ir al baño y que cuides mi comida, por favor. —le pide y ninguno de los presentes se da cuenta de lo estúpido que suena eso.
Yuta se queja en japonés.
— Claro. —acepta y toma asiento a mi lado.
Mientras Jaemin se levanta, empuja mi cabeza hacia el hombro de Sicheng con cuidado de que nadie lo viera, y para mi buena suerte, el chino se dejó estar. Incluso rodeó mis hombros con uno de sus brazos.
Cualquiera que nos viera, pensaría que éramos algo.
Aunque en realidad solo éramos amigos. Si la Sooyoung del año pasado me viera ahora, estaría gritando y llorando de felicidad.
De repente, el enojo que sentía de que aquella señora hiciera contacto físico con Johnny y que él no hiciera nada, se convirtió en tristeza.
— ¿Todo bien? —me pregunta.
— Solo tengo hambre. —miento.
Me ofrece una barra de chocolate pequeña y la lleva a mi boca. Sonrío por el sabor, y mi sonrisa se hace más grande cuando en medio segundo veo hacia la mesa de los profesores; donde Johnny nos veía, y no precisamente feliz.
Si bueno, todo esto era muy infantil. Pero no me iba a detener en lo que estaba bien o mal en estos momentos.
— Volví. —llega Jaemin y se sienta frente a nosotros, alcanza su plato de comida donde le queda medio sándwich y lo lleva hacia ahora su nuevo lugar. — Quedan diez minutos aún. ¿Deberíamos irnos? —propone.
— Nah, es mejor cuando suena el timbre. La adrenalina es divertida. —le responde Haechan y no se dijo nada más.
— Yo debo ir a mi casillero. Nos vemos más tarde. —me despido, alejándome del abrazo de Sicheng, y tomando mi bandeja, la dejo en su lugar luego de llevarme el sándwich en una servilleta. No había comido nada de él.
Se despiden a lo lejos y yo sonrío. Ni en mis sueños habría creído que tendría tantos amigos. Aunque me faltaba Sujin.
— Hey. —oigo en la mitad del vacío pasillo.
Mis pensamientos me tenían ocupada y sin darme cuenta estaba frente a mi casillero, pero sin abrirlo.
— ¿Que sucede? —pregunto, disimulando mis nervios abriendo el casillero y buscando mi cuaderno de Matemáticas.
— No comiste nada allí. —Johnny se acerca un poco, lo supe porque el aroma de su perfume llegó a mis fosas nasales.
— Comí chocolate.
— Ah si. Ví eso. —dice en un tono seco, pero algo ronco. — Aunque no era de tu favorito. —ahora suena algo... ¿orgulloso?
Se aclara la garganta. Al parecer esperando algo. Pero no sabía el qué.
— Está por sonar el timbre. —le digo, volteandome hacia él luego de cerrar mi casillero. — No deberíamos estar aquí, no de esta forma. —concluyo.
— Es molesto. —me confunde por unos segundos. — Quisiera ser yo quien te abrace todo el tiempo. —admite en voz alta y me niego a ver sus ojos.
Estaba muy nerviosa.
— Pero. No. Puedes. —acentúo en cada palabra. — Así que, disfruta las delicadas manos de otra señora mientras esperas. —termino y afortunadamente, suena el timbre.
Su rostro era algo digno de enmarcar. Y me fui a mi clase.
(🦋)
— Suertuda. —llega Jaemin a hablar conmigo mientras salía de este infierno llamado escuela.
Con el pasar de los días, Jaemin se había vuelto mi segundo confidente. Haechan también lo era pero no era alguien que pudiera mantenerse pensando en una sola cosa por mucho tiempo.
— ¿Qué? —pregunto, arreglando mi mochila. Saco el cabello de mi cara con una coleta de caballo. — Jaemin.
— Es divertido ver como te observan todo el tiempo. —alza sus cejas varias veces. — Ya sabes, mi plan de lo tuyo con Sicheng da sus frutos. —se explica.
Ah si, se había encargado de hacerme ver como la novia de Sicheng por una semana entera. Cosa que había provocado que muchas chicas me odiaran. Y que Johnny no quitara su vista de mí.
Se sentía bien, pero no estaba segura de que me gustaba seguir haciendolo.
— Jaemin... —digo su nombre con duda.
— Lo sé. Soy increíble. —comenta. — Sooyoung, tranquila, todos saben que ustedes solo son amigos.
Miro a un grupo de chicas sentadas en el frente de la escuela, mirándome.
Con odio.— Mmh, no todos.
— Vamos, Haechan nos llama. —me jala del brazo para caminar junto al mencionado.
Sujin se nos unió y ahora todos ibamos a casa de Haechan. El sol estaba insoportable y solo quería beber algo con mucho, mucho hielo.
Nos detuvimos en una tienda, en donde compramos bebidas.
Jaemin un americano con hielo.
Haechan un jugo de piña con hielo.
Sujin un batido de fresa.
Y yo, un jugo de frambuesa.— Quien llegue último, paga las pizzas. —dice Haechan, aunque cuando ya se encontraba corriendo.
Tramposo.
— Lo odio.
Jaemin perdió.
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𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 | 𝐉𝐎𝐇𝐍𝐍𝐘 𝐒𝐔𝐇 ; MN#2
Teen FictionComplicado. Sería la mejor manera de describirlo. Antes de que la luna se mostrara en su máximo esplendor, dos corazones se fusionaban en uno solo pasando las barreras de lo permitido. 𝐊𝐈𝐌 𝐒𝐎𝐎𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 recién comienza a experimentar lo que es...