↝ Cap 06

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Una rebanada de pan con mantequilla de maní, trozos de fresa y arándanos frescos que creaban la cara de un perrito, junto con un vaso de chocolate caliente como bebida; esa fue la merienda del menor en ese día de invierno, no tan invierno por la calefacción en el departamento.

Muchas gracias, estaba delicioso — Habló el alemán en un tono bajo.

De nada, Ale, me alegra que te guste la comida... Estoy seguro que estas cansado, deberías ir a tomar una siesta, no?

El chico se desconcertó un poco por como le dijo, solo su nana solía llamarlo por su hipocorístico, era una muestra de cariño entre ellos. El sentimiento es diferente con el mayor, su corazón se aceleró y sentía una extraña sensación en el estomago... Tal vez si debería ir a tomar la siesta.

— Si... Iré a dormir un poco —

Se levantó, agarró el zorrito y fue a la habitación. El eslavo lo siguió, solo iría a arroparle y ver que se durmiera. Pasando exactamente eso, después de varios minutos el más pequeño se había quedado dormido abrazado del regalo por parte del ruso.

Este mismo salió sigiloso del cuarto, de vuelta a la cocina. Sin dudarlo, de uno de los cajones más altos sacó un porro, empezando a fumar mientras observaba por la ventana a las masas que caminaban por la calle como unos verdaderos muertos vivientes.

. . .

Al cabo de una media hora el chico se despertó. Fue un sueño bastante corto, tal vez porque había dormido hasta casi el mediodía y, pues, en la noche también debía descansar, ya no era un bebé para dormir casi las 24 horas.
En fin, no era como si tuviera mucho que hacer allí. No tenía deberes, ni juguetes, ni lápices, ni libros y ni podía ver televisión porque el ruso no tenía. Así que fue a buscar algo para distraerse. Encontrando al euroasiático viendo por la ventana quien sabe que, tal vez era algo interesante como una pelea o un bonito cielo, así que fue a ver. Y... Nada, no había nada que ver más que los niños en el parque.

Podemos ir al parque antes que anochezca?

No tuvo respuesta de ningún tipo, solo el sentir como una mano bajaba de su cuello a su trasero, apretando con fuerza este último, sacándole un chillido.
Como muchas otras veces, no reacciono, solo temblaba junto con su cara poniéndose como un tomate. Su corazón volvía a latir rápidamente como si hubiera corrido una maratón entera. Se sentía extraño con cada apretón y nalgada que le daba el hombre; era una sensación placentera, un poco dolosa por la fuerza que infligía, pero lo disfrutaba. Disfrutaba la nueva emoción que sentía 'allí'.



















Él... ¿Por qué lo estaba disfrutando? Le estaban haciendo daño... ¿No?

Reacciono, alejándose, volviendo a la habitación y encerrándose a llorar. Estaba tan confundido ante su propia persona, ante todo lo que había pasado, ante la verdad, ¿Por qué cambiaba así? ¿Por qué sus pensamientos eran tan malos con él? ¿Por qué su cuerpo le era tan extraño?... Tranquilo, Alemania, solo estás creciendo.





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Hoy el capitulo fue más corto, pero ya vendrá el próximo que, espero, será más largo y mejor.

Espero que les haya gustado... la historia (°°)

Se despide el amor de sus vidas

Atte: zǝʌǝɹʅɐoqᴉɹɔsǝʻɐɹᴉɯ

❞ 𝓟𝓮𝓵𝓾𝓬𝓱𝓮 ❞ || Countryhumans (Alemania Oriental × Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora