❞ 𝓟𝓮𝓵𝓾𝓬𝓱𝓮 ❞ || Countryhumans (Alemania Oriental × Rusia)

↝ Cap 05

Durante un buen de tiempo el niño se quedo viendo lo que le dio el eslavo. Era tan suave, lindo, apachurrable, pequeño y de colores tan intensos que no pudo evitar pensar en su hermano; aún más al ver que era un zorro, recordándole todas esas veces que su familiar robaba comida de la cocina y se escabullía al igual que ese animalito de tan mala fama.

. . .

El joven Rusia terminaba de organizar y limpiar un poco la cocina con una vieja camisa mojada y un poco de jabón lavaplatos. Limpiar no era su especialidad, pero ahora que tenía compañía debía dejar de vivir como si estuviera en el barrio más pobre de China.
No era otro de esos tantos pobres de ese pueblito. Podría conseguir un trabajo en el alto gobierno si así lo quisiera, viviría en Moscú y tendría una mucama para cada trabajo del hogar. Lastima que su adicción le impidiera la responsabilidad de un trabajo y del manejo de dinero.

Bien sabe que debería dejarlo, que estaba arruinando su vida y su salud por una felicidad falsa. Pero, se sentía tan bien en esos momento donde la realidad era algo ajeno, donde vivía hermosos recuerdos falsos creados por sus delirios. No tenía que pensar de más sobre lo que el mundo dirá, ni preocuparse por tener un trabajo estable o una familia.

Cuando estaba lucido volteaba a ver donde se encontraba, y sí, sabía que no vivía en el mejor ambiente. Cada día tomaban la vida de alguien por ajuste de cuentas, toda persona por la calle iba drogada y ebria 24/7, los niños no conocían el amor de sus padres y menos se observaba un futuro para quien estuviera en ese lugar. Sin embargo, no había otro lugar en toda la Unión Soviética con una cantidad monetaria tan baja por estupefacientes.
Ah... Le falta relajarse, desde el sábado no consume nada por la llegada del niño. Tal vez cuando se duerma...

— Hola! — Escuchó en una voz chillona y aguda, sacándolo de sus pensamientos.

Al voltear a ver se encontró con el peluche que le había dado al infante, lo saludaba con una de sus patas, alegre por la pequeña sonrisa de hilo.

— Hola! Qué te trae por aquí? — Siguió al juego, agachándose a la estatura en la que estaba el felpa.

— Me gustaría preguntarte por qué lastimaste a mi amigo... Y, un poco de agua, por favor —

Antes de decir algo, el bicolor hizo lo pedido; sirvió un vaso de agua y lo dejó en la mesa. Se sentó e invito al otro a hacerlo también. Siempre con una sonrisa cálida en su rostro.

— Ahora si, dime por qué lastimaste a mi amigo — Cuestionó el zorro con un tono más enojado seguido por el menor agarrando el vaso con agua.

— Lo siento, Sr. Zorro, no quería lastimar a su amigo, solo quería animarlo... Pero es muy pequeño para entenderlo —

— No soy el Sr. Zorro, soy el Sr. Warm... Y, para entender qué? Usted se ha burlado de la muerte de su padre! — Casi estaba apunto de reírse con esa voz de enojo, además de sus movimientos bruscos controlados por el alemán.

— Todavía es muy pequeño para entender lo que hizo su padre. No sabe como funciona el mundo y piensa que todo es color de rosa... Tuvo mucha suerte de caer aquí conmigo, con algún otro ya incluso estaría muerto y sin órganos — Fue sincero, no le importaba, al final, sabía que el chico debía aprender tarde o temprano.

— ... Qué hizo su padre...? — La voz empezó a sonar triste.

— Fue un hombre malo con muchas personas, incluso con su propio pueblo... Mataba a inocentes por su religión, nacionalidad, raza, orientación, etc. Causo una guerra que, aunque sus razones fueron justas, sus acciones fueron terribles en cualquier momento que se busque —

Hubo un largo silencio, tan largo que el mayor se levanto y empezó a hacer una merienda. Esperando una respuesta, que no llegó hasta el comienzo de la merienda.

— Usted dice esas cosas malas porque ama a mi amigo? —

Alemania, en su divagación de casi una hora, llegó a un momento que tal vez había olvidado por lo confuso que fue en su débil mente siendo un nene de 5 años. Su padre le había dicho hasta de lo que se iba a morir por arruinar una de sus tantas pinturas durante un juego del escondite con su nana, le fueron tan duras sus palabras que empezó un llanto que quedo atrapado en su pecho, sintiéndose miserable por primera vez en su tan corta vida... Hasta que ese hombre le dijo "Te digo todo esto porque te amo"... ¿El ruso hace lo mismo?

— Si, amo a tu amigo, y por eso le digo la verdad.. Para que aprenda de los errores de los demás y no sea lastimado en un futuro —

— Mi amigo también lo ama, Sr. Rusia —

— Me alegro, Sr. Warm. Ahora, dígale a su amiguito que se coma la merienda.. Pronto será hora de la siesta —

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Todavía no me he muerto, solo tome unas vacaciones de una semana( ͡° ͜ʖ ͡°)

Atte: lospingüinosmelavanamascar