食 - | 35 |

1.9K 239 144
                                    

Dolor

Quizás en otras circunstancias las cosas pudieron haber sido diferentes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quizás en otras circunstancias las cosas pudieron haber sido diferentes.

Quizás las cosas pudieron haber sido mejor.

Solo quizás.

La terrible noticia de que Michikatsu se había convertido en un demonio fue algo que nadie se esperó, y a razón de eso las cosas tuvieron un cambio para nada bueno en lo absoluto.

Y menos en ti.

Enterarte de lo que había hecho después de saber que estabas embarazada de él fue algo que no pudiste soportar. No te cabía en la cabeza las razones que él pudo tener para tomar esa decisión en su vida, y por lo mismo, te culpabas.

Te preguntabas si tú habías influido de alguna manera en ese camino que tomó y que lo orilló a hacerlo.

La falta de esa respuesta siempre te agobiaba.

El proceso de tu embarazo siguió, pero hasta ahora solo habías tenido suerte, demasiada, pues pudo haber muchas ocasiones en las que pudiste sufrir de un aborto espontáneo por todo el dolor que sentía tu corazón. De no haber sido porque Yoriichi estuvo contigo, tal vez tu bebé sí se te hubiera venido.

Él también estaba destrozado por todo lo que pasó con su gemelo, pero en estas circunstancias, uno de ustedes era el que debía mantenerse fuerte. Comprendía un poco tu dolor hacia la persona que amaste y que tan de repente se alejara de ti de una manera que nunca imaginaste, además, esperar un hijo de él y que ya no estuviera era muy difícil de sobrellevar.

Fueron días, y también meses, de total tristeza y oscuridad para ti, jurabas pensar que a pesar de mirar por la ventana de tu habitación y que el sol estuviera brillando en su totalidad, para tus ojos el día estaba totalmente nublado. Desde que Michikatsu no estaba así sentías todos tus días, algo desolados y con la amarga sensación de que faltaba alguien más en tu vida.

No tenías fuerzas ni para levantarte de tu futón, y menos cuando los meses empezaron a pasar y tu embarazo te quitaba las energías y la facilidad de hacer cosas cotidianas. No era algo que no te esperabas, ya que lo mismo te sucedió cuando estabas embarazada de Akeno, pero en esta ocasión se sentía más dolorosa, y en veces vacía esa sensación.

Cuando la señora Mei se enteró de tu embarazo y de tu estado de ánimo por lo que pasó con Michikatsu, no le vio caso que siguieras yendo a trabajar a la florería, estaba preocupada por ti y pensaba que era mejor que te quedaras en casa para total reposo de tu embarazo. Ella siempre te dijo que un hijo siempre sería una bendición en este mundo.

En realidad no te quedabas todos los días encerrada en casa, Yoriichi hacía que salieran a caminar un poco en el día al tener bastante tiempo desde que ya no pertenece a la cofradía de demonios. A pesar de que no quisieras, él encontraba la manera de convencerte para salir al menos un momento y que así miraras el exterior y no solo las cuatro paredes de tu habitación. Estaba preocupado por tu salud y la del bebé, eso era lo mínimo que podía hacer porque no sabía que otra cosa intentar para ver una pizca de calma en tu rostro al menos por un momento.

AMORES PUROS || Gemelos Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora