De pequeños una amistad abundaba y de grandes otro sentimiento se formaba.
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Universo Kny
Yoriichi Tsugikuni x Lectora x Michikatsu Tsugikuni
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Hasta ahora, esta noche había sido la más silenciosa y oscura que ha presenciado en toda su vida.
El frío se sentía claramente en cualquier lugar, el cielo estaba nublado y eso no permitía que los rayos de la luna entrasen por la ventana para que le hiciera al menos algo de compañía al ser el único despierto a estas altas horas de la noche.
Un pequeño bulto reposaba en sus brazos, su movimiento era nulo y su opaca mirada pronto se dirigió a ese lugar. El varoncito recién nacido con algo de parentesco a él descansaba entre la calidez de sus brazos donde lo arrullaba, su pequeño rostro era tranquilo ahora después de haber llorado casi toda la tarde, por suerte se había quedado totalmente dormido y por eso el silencio también perduraba a su alrededor.
Su pequeña hija también estaba durmiendo en esa misma habitación en un futón al lado de él, y al contrario de ella, Yoriichi no quería conciliar el sueño por ahora, seguro si lo intentaba no podría lograrlo.
Habían pasado varias horas desde que todo terminó, y desde entonces no te ha mirado. Fue algo recomendado por la doctora cuando habló con él después del parto, comentándole en ese rato de todo lo demás que había pasado contigo.
—No conocemos las razones del porque su esposa se comportó así, señor —la doctora intuyó que eran esposos—, pero el rechazo que tuvo con su hijo se puede deber a que está sufriendo una depresión postparto...
No se esperó a que algo así sucediera, todo se estaba complicando y sentía que te estaba comenzando a perder a ti también. Su mayor temor ahora.
Ni siquiera sabía que era la depresión, nunca había escuchado de esa enfermedad o lo que sea según él, pero por lo que le explicó la doctora, supo que era algo bastante fuerte y muy delicado.
Aunque todo esto tenía una respuesta, tantas emociones antes y durante el nacimiento de tu bebé las habías retenido hasta que detonaron después del sufrimiento de tu parto, siendo que la base de todo fuera lo que te había hecho Michikatsu. Su actitud extraña, la falta de su presencia, su abuso, su abandono... Todo entorno a él.
Salió de sus pensamientos una vez que miró iluminarse la habitación un escaso segundo por los relámpagos que estaban cayendo afuera, como estaba nublado eso era signo más de que pronto llovería.
Había cuidado de los niños toda la tarde y en especial del nuevo miembro en su pequeña familia, cuidó al recién nacido desde que la doctora se lo entregó, ya que no querías verlo por la reacción que le habían dicho que tuviste.
Entendía en parte el porqué, el pequeño rostro de tu bebé era similar al de su hermano, aunque también a él porque son gemelos. Pero la diferencia era el color de cabello azabache que tenía y el color amatista de sus ojos que había visto cuando los abrió un poco y por un momento horas después de haber nacido.
