De pequeños una amistad abundaba y de grandes otro sentimiento se formaba.
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Universo Kny
Yoriichi Tsugikuni x Lectora x Michikatsu Tsugikuni
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No podía imaginarse por cuanto tiempo más iba a seguir todo esto igual.
Pero tampoco se esperó a que todo marchara de la misma manera por tres años, incluso algunas veces de peor manera que otras.
La depresión puede durar bastante tiempo si no se atiende de manera adecuada, y contigo, era más complicado porque no querías ser ayuda por nadie, solo querías hundirte una y otra vez en tu tristeza hasta que cayeras dormida para no pensar en nada.
Tu “rutina”, por así decirlo, era pasártela dentro de las cuatro paredes de tu habitación, eran muy raras las veces en que él podía convencerte de salir, y si eso pasaba sería solo ustedes dos, ya que con tus hijos no querías estar.
Todo se pensó en que tu rechazo sería solo con tu hijo, pero luego Yoriichi se empezó a dar cuenta que alejabas a Akeno de ti conforme pasaban los meses de que tu hijo nació, porque también la evitabas cuando él la mencionaba en sus conversaciones.
Y por eso desde que eso pasó, todo se complicó un poco más.
Superar los hechos del pasado en cada persona es diferente, él aprendió a vivir con la traición de su hermano, aunque el dolor nunca desapareció porque claramente le dolía, solo lo mantuvo en lo más profundo de su corazón. Contigo fue diferente, hasta ahora no has podido sobrellevar esto, y tanto los doctores, la señora Mei y él no saben que poder decirte o recomendarte hacer para que sigas viviendo como antes.
Las cosas difíciles y tensas ocurrieron en muchas ocasiones, y las más comunes eran cuando se trataba de tus hijos. Nunca quisiste ver a tu pequeño crecer y ni saber lo que le pasaba, eso conllevó de alguna manera que Akeno se agregara a ese amargo sentimiento.
Fue algo complicado para Yoriichi explicarles lo que pasaba contigo cuando preguntaban por ti, más a Akeno porque ella sí sabía perfectamente quien eras para ella a diferencia de tu hijo que desde que nació lo apartaste de ti, él solo sabía que alguien más estaba ahí y no sabía quien eras hasta que Yoriichi se lo dijo. Aunque ellos al ser tan pequeños no entendían completamente la gravedad del asunto.
El tiempo no espera a nadie y tus hijos empezaron a crecer por el pasar de esos años, siendo que Yoriichi cuidara de ellos con ayuda, en ocasiones, de la señora Mei luego de que encontró un trabajo en el pueblo. Desde eso, a ella ya la veían como su abuela.
Yoriichi los cuidaba sin ningún problema, eran sus hijos y los amaba al igual que a ti, nunca se le cruzó por la cabeza ningún pensamiento negativo ya que nunca fue necesario, todo con ellos iba bien y siempre que podía les hablaba de ti, de su madre.
El problema en base a desarrollo fue con tu hijo en sus comienzos, no querías alimentarlo y te ponías muy ansiosa cuando Yoriichi te lo pedía. De esto se enteró la doctora del pueblo y le llegó a recomendar una nodriza de confianza, aquellas mujeres que trabajan alimentando a bebés con su propia leche materna, pues si tu bebé no obtenía esos nutrientes había riesgo de que pudiera crecer con un par de complicaciones.
