Capítulo 10 "El acogedor hostal de los salvajes"

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Jeonghan no podía creer lo que veía con sus ojos, y aún peor no quería ser partícipe de ello; a quien se le ocurrió que era buena idea entrar a aquel manicomio abandonado minado de agentes del alcalde.

Enrolló su cola en torno a la muñeca del oficial esperando que eso lo detuviera, mas, Joshua solo juega con el pelaje antes de hacerle una seña que indicaba que se iban a infiltrar en aquel lugar.

Yoon solo podía jalar sus rojos cabellos desesperado, ya no se le ocurría que decirle a Jisoo para hacerle entrar en razón.

Al ver que el menor caminaba directamente hacia un grupo de lobos vestidos con elegantes trajes, a Jeonghan no le quedó otra que alcanzar al oficial Hong, y tomarlo de la mano con tal intensidad que ambos cayeron al suelo.

-- ¿ Qué ha... -- El de grisáceos cabellos iba a comenzar a protestar ruidosamente, pero, no pudo lograrlo al ser un delgado dedo colocado sobre sus rojizos labios.

El mayor solo atinó a señalar en dirección al grupo de lobos y Joshua sonrió felinamente antes de comenzar a aullar, con eso Jeonghan tuvo la certeza de que iba a tener un infarto, sin embargo, el ver como el grupo de lobos comenzaba a dirigirse a la colina para aullar a la luna lo tranquilizó.

-- No puedo creer que sigan siendo unos idiotas que le aúllan a la luna.-- Entre dientes comentó el zorro mientras miraba despectivamente al grupo de lobos.

Jisoo por su parte se adelantó aprovechando que la puerta del local estaba abierta como si esperasen a alguien. Tomó al pelirrojo de la mano se adentraron en aquella sombría institución.

Un enorme pasillo los recibió a ambos, desde allí podían escuchar gritos, alaridos y gruñidos, el sonido de objetos siendo azotados contra las paredes causó que las orejas de ambos se crisparan.

Sigilosamente avanzaron arribando al segundo piso del centro de sanación mental de Zootopia, allí la imponente figura del pomposo alcalde Kim se encontraba hablando con una híbrido armadillo que vestía un traje quirúrgico.

-- Alcalde, la situación está saliéndose de nuestras manos, solicitamos la ayuda del CCZ, pero las muestras dan negativo a la rabia, no se nos ocurre que pueda ser, estamos tomando muestras, sin tener la mínima idea de cómo resolver la situación. Ya hay ciento cuarenta y seis híbridos infectados, estamos al colapso y no disponemos de los suficientes sedantes.-- Explicaba la armadillo.

El alcalde no tardó mucho en golpear la pared más cercana provocando que la joven médico diera un saltito hacia atrás, dio un par se zancadas en dirección a persona frente a él quien estaba a punto de hacerse un ovillo.

-- Me importa poco que no sepan que demonios tienen, solo necesito que puedan controlar la situación hasta después de las elecciones. Hagan lo que sea necesario para mantenerlos sedados y tranquilos ¿Pueden hacer eso, Doctora Min?

Tras eso, Mingyu alisa los pliegues de su saco antes de colocarse unas gafas oscuras y tomar el ascensor.

Pasados cinco minutos en cual no hubo movimiento alguno, Joshua saca su celular comenzando a grabar el lugar, en el vídeo quedaron archivados aquellos cubículos de paredes de cristal en los cuales estaban encerrados los híbridos desaparecidos en los últimos meses, en una celda de cristalinas paredes con marcas de huellas y rasguños,  el Wen Junhui estaba, el deplorable estado del hombre que le prometió a Chan encontrar casi lo hace jadear, en las improvisadas habitaciones contiguas yacían híbridos en el mismo estado. Jeonghan se abrazó a si mismo, agradeciendo silenciosamente el no estar en el lugar de aquellas pobres personas.

En un santiamén las alarmas del local comenzaron a sonar, tanto Jeonghan como Jisoo maldijeron por lo bajo, habían sido muy ingenuos al creer que no percibirían su intrusión, el híbrido zorro señaló a un cubículo vacío, ocultándose ambos en este a los segundos.

El dúo de novatos investigadores escondidos tras una columna no pudieron evitar que sus rostros palidecieran al observar como unos cuantos guardias comenzaban a revisar minuciosamente el perímetro.
Joshua coloca su celular en un sobre resistente al agua antes de guardar este en el bolsillo trasero de su pantalón, Jeonghan le mira expectante no teniendo ni la menor idea acerca de lo que pasaba por la cabeza del oficial Hong, sin embargo, cuando ve al híbrido conejo sumergir sus pies en un colosal inodoro justo en el instante en el cual los guardias se distraen, Jeonghan vuelve a jurar de que moriría de un patatús por culpa de aquel recién graduado.

-- Es asqueroso.-- Escandalizado exclamó con dramatismo en un susurro.

-- Es la única forma que tenemos de salir de aquí.-- De igual manera Joshua le refuta.

No muy convencido el zorro decide imitar al conejo.

-- Hagámoslo antes de que me arrepienta.-- Jeonghan mencionó con las orejas gachas señalando discretamente al botón de descargar el baño.

Yoon tomó por inercia la mano del joven de felinos ojos, al comenzar a recorrer aquel turbulento camino que parecía una montaña rusa acuática. Ambos se deslizaron por los acueductos, cayendo al concluir su recorrido en una profunda prensa.

Jeonghan al emerger del agua se percibió solo, alarmándose al no ver ni rastros del su acompañante de grisáceos cabellos.

Gritó el nombre de Joshua un par de veces, unas cuantas lágrimas se derramaron al los pensamientos paranoicos ocupar su mente, no podía perderle.

-- Jeonghan.-- Joshua a sus espaldas le llamó, la dulce voz del híbrido conejo trajo tranquilidad a su alma, nadando en dirección al más joven y consiguiente a esto envolviéndole entre sus brazos importándole poco su vergonzoso estado, mojado de pies a cabeza, con sus cabellos rojos revueltos, el rostro pálido y portando un perfume que definitivamente no era de "rosas."

-- Pensé que te perdería.-- Musitó sonrojado, el menor negó suavemente antes de colocar sus húmedas manos en los fríos pómulos de Yoon.

-- Somos un equipo Jeonghan, y un equipo jamás se abandona.-- Aseguró Joshua mirando fijamente al mayor.
-- Llevémosle las evidencias al jefe Choi, solo nos quedan 6 horas.

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