Capítulo 7

614 59 86
                                    

Pov Armando

Mientras Nicolás prepara la cena, ordeno mis cosas en su habitación, me ha dejado un poco de lugar en su armario para que me sienta más cómodo. Me aseguro que Luz continúe durmiendo y regreso al comedor, ha preparado arroz con vegetales, es la primera comida decente que pruebo en demasiado tiempo, durante los últimos meses he sobrevivido a base de comida congelada y café.

Nunca se me dio por aprender a cocinar, prefería ir a restaurantes o pedir la cena para llevar, de algunos de mis lugares favoritos, pero cuando Betty desapareció, alimentarme no estaba dentro de mis prioridades.

-Gracias Nicolás, esto está muy bueno- nunca imaginé que fuera capaz de preparar una comida tan sabrosa, hace tiempo que no comía con tanto apetito.

-Preferiría estar comiendo algo de doña Julia, pero al menos no es como la comida del hospital- tengo tantas preguntas por hacerle, necesito intentar conseguir algunas respuestas, doy algunos bocados más, mientras busco la mejor manera para iniciar esta conversación.

-¿Hace cuánto que están aquí?- trato de mostrarme relajado, como si habláramos del clima o de cualquier tema de actualidad.

-Unos seis meses, cuando llegamos Betty tenía dos meses de embarazo- creo que la comida lo convierte en un hombre más dócil, no pensé que fuera a responder.

-¿Por qué Panamá?- tal vez tienen familiares aquí, pero no lo creo, Betty jamás dijo nada, ni siquiera con aquel fallido negocio de importación.

-Es la ciudad perfecta para desarrollar una empresa, y Betty necesitaba salir de Bogotá, vinimos por unas semanas, pero decidimos quedarnos, pudo llevar su embarazo con tranquilidad, sin estrés- me duele que hable de esa forma, me siento feliz por saber que Betty transitó un  embarazo saludable, pero me molesta demasiado no haber estado aquí.

-Nicolás, yo sé que merezco el peor castigo por todo lo que le hice, pero debió buscarme, yo la hubiese ayudado con todo, no era necesario alejarse- ella también debió pensar en mí, a pesar de todo, yo también tenía derecho a vivir esta experiencia.

-Pero era justo lo que necesitaba- suelta el tenedor, en clara muestra de fastidio, pero necesito continuar, que hablemos con calma, que entienda mi postura.

-No quiero pelear con usted Nicolás, no estamos como para ponernos a revolver el pasado, pero necesito que entienda que mi vida fue un infierno, desde que Betty se fue la he buscado como loco, y sí, sé que no debí ir a gritar a su casa, en ese momento no tenía control de nada, vivía pasado de tragos y me dejaba llevar por todo lo que me decían, ella no aparecía y yo me estaba volviendo loco, cuando usted me llamó, supe que si a ella le pasaba algo, yo no iba a ser capaz de continuar, y no tiene idea lo que sentí cuando me enteré que estaba embarazada- jamás había sentido tanto miedo en mi vida.

-Ya hablamos de eso, usted tiene que entender que para ella no era nada fácil llamarlo y decirle que estaba esperando un hijo suyo, tiene que comprender que usted perdió su confianza- se fue creyendo tantas mentiras, temo que cuando despierte, me odie al verme aquí.

-Lo sé y tendré que cargar con eso por el resto de mi vida, pero yo tenía que saberlo, y ni siquiera por cortesía, por el bien de nuestra hija, yo debí hacerme cargo de todo, como corresponde, no era necesario que se alejara a miles de kilómetros de mí, no soy un monstruo- aunque mucha gente piense lo contrario, si tan solo me permitiera demostrarle cuánto la amo.

-No fue por usted, o al menos, no solo por usted- bebe un sorbo de agua, mientras piensa cómo continuar- lo más importante para Betty es su familia y su papá la trato como una cualquiera, tuve que sacarla de su casa o no sé hasta dónde hubiera llegado- dice un poco angustiado, si para él fue duro vivir esa situación, no puedo imaginarme lo que sintió Betty.

LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora