💸Capitulo 5💸

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Niall.

Después de la llamada que tuve con bárbara mi día ha Sido un puto infierno, estresado, con una jaqueca de los mil demonios por todo lo que bebi anoche y con el deseo constante de ir al apartamento de Amelia y.... Joder no puedo, no es que me falten huevos es que estamos en esta jodida junta que parece no tener fin.

-Eso es imposible jefe, la guardia costera tiene ese punto muy bien custodiado...

-Pues les pagamos, los sobornamos, les untamos las manos con millones de dolares... dinero es el que nos sobra Howard.

-Pero señor...

-Ya basta —lo hago callar abruptamente —Quiero esas malditas pacas de cocaína en Jamaica para a más tardar el martes —Sentencio, él solo asiente.

-Discúlpame Niall pero estás tomando decisiones precipitadas, nos estás metiendo a todos en la maldita boca del lobo. —Discrepa mi amigo y socio

—Entonces, si no es por ahí pues estudien otras rutas, ustedes sabrán pero la mercancía completa tiene que estar en tierras Jamaiquinas para ese día, ni uno más mi uno menos.

-Es una maldita locura lo que quieres hacer...

-Pues prepárate Zyan porque tú, estarás a cargo y al frente de esto. —Sonrío con soberbia mientras enciendo un cigarro y lo llevo a mi boca, observando a mi amigo acribillarme con su mirada—Si todo sale bien querido socio... Nadaras sobre muchísimos billones de libras —Su entrecejo fruncido cambia de inmediato a una sonrisa —Pero si por algún motivó se cae querido socio... nadie más que tú será el responsable.

-Jodido cabron...

-Yo... No creo que participe está vez... Incluso creo que debemos esperar a que las cosas se calmen, tan solo hace tres semanas enviamos a Rusia y los nuestros por poco y fueron interceptados a mitad de camino con la carga en las embarcaciones.

-Esos son gajes del oficio Amauri —Respondo valiéndome muy poco su opinión —Aqui las cosas se hacen como yo diga, Y a quien no le guste... Las puertas son demasiado amplias para que puedan marcharse sin ser detenidos. —Dictamino mientras me coloco de pie —O tal vez sí... Tengan presente que desde que tomaron la puta decisión de ingresar en este mundo y a mí organización, estaban claros que solo dos opciones hay para poder salir y esas dos opciones cabrones —Camino hasta la puerta abotonandome el saco —Se llaman; Cárcel... O cementerio.

Salgo hecho furia de la reunión seguido por zyan, no somos muchachitos de 15 años, todos somos unos jodidos cabrones que se supone que no nos tiemblan los cojones ante nada, a mi no me vienen con mariconerias o si no que me lo hagan saber que a mí si no me tiembla la mano para descargar mi prieto Beretta y deformarle el cráneo a cualquier.

-Estas demasiado tenso e insoportable, ¿que sucede contigo? —Lo miro mal antes de ingresar al auto cuando Charlie nos abre la puerta. —Gracias grandulon —Dice refiriéndose a mi guardaespaldas —¿Me vas a decir que te pasa?

-Solo... Necesito despejar mi mente, vamos por algo de beber y distracción.

-Vamos al club entonc...

-No, allá no... No quiero, no quiero recordar... —Me detengo inmediatamente cuando una sonrisa pícara se expande por todo su rostro —¿Que?

-No puede ser! —Dice con su tono de voz cargado de burla —¿En serio cierta chica es quien te tiene con ese humor como el del perro pitbull que tienes por mascota?

-No me toques los cojones zyan, y con Gotten no te metas.

-Es un puto perro asesino y carnívoro, solo tu puedes lidiar con su temperamento, porque del resto pareciera que quisiera despedazarnos a todos y convertirnos en su alimento.

Un Narco También Se Enamora (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora