Narrador omnisciente.
Parte 1/2
Semanas han pasado desde aquella noche en la que Amelia una vez más termino desilusionada, herida y enfadada con Niall, semanas en las que no volvió a poner un pie en el club como se lo prometió.
Desgraciadamente no podía evitar la mezcla de sentimientos que inundaban todo su ser cada día que pasaba, no solo lo odiaba sino que también lo extrañaba. Sabía de ante mano que era un hombre difícil de sobrellevar; Engreído, machista y hermoso, pero también le quedaba claro que estaba lejos de querer perdonarlo y asumía que lo mejor era olvidarlo y hacerle creer a su corazón que nunca lo conoció.
Por otra parte estaba Niall, aquella noche barbara lo encontró vuelto nada; drogado y ebrio. Hasta ese momento ella no tenía la menor idea de lo que había ocurrido por lo que abriendo paso a lo sentía por el irlandés busco ayuda de sus escoltas y sin alejarse un segundo partió junto a él a su mancion.
Aquella noche, el narcotraficante irlandés le hizo el amor a su empleada como ninguna otra vez, pues en su estado él felizmente asumía que era a su castaña a quien hacía ver las estrellas.
Pero todo se fue a la mierda cuando despertó y era barbara quien se encontraba a su lado en la cama, entre sus sábanas y con el cuerpo completamente desnudo adherido al suyo mientras su respiración pausada hacia cosquillas en la piel de su cuello.
Esa mañana no fue nada gentil con ella, le restregó en su cara que había sido un completo error que jamás volvería a cometer y sin remordimiento alguno le confesó que al acostarse con ella asumía en su inconsciencia que se trataba de Amelia; Destrozada hasta decir no más, se levantó de la cama, tomo sus prendas y luego de vestirse se marchó.
El irlandés en menos de veinticuatro horas había rotó el corazón de tres mujeres pero solo una no podía salir de su cabeza.
Por lo que una vez más intento arreglar lo sucedido, pero nada salió como él lo esperaba, pues se cansó de tocar y tocar la puerta de la castaña y aunque ella se encontraba al otro lado por más que muriera por abrir y lanzarse a sus brazos se resistió mientras lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Sé que estás allí Amelia. Abre por favor tú no tienes idea de lo difícil y lo que me está costando estar aquí pidiéndote hablar. —Pero nada, ella hacía caso omiso a su petición por lo que resignado suspiro profundamente —Joder, ¿eso es lo que quieres? No te rogare más, me largo para la puta pinga —Niall sin intención de seguir insistiendo se marchó sin mirar atrás.
Los días pasaban unos tras otros convirtiendose en meses, en los que a ambos la monotonía los agotaba lentamente, Por un lado Amelia desesperada buscaba un nuevo trabajo pues las cuentas y la renta no se hacían esperar, aunque ella tenia muy buenos ahorros en algún momento se terminarían pero le era tan difícil encontrar algo teniendo en cuenta que él era prácticamente el dueño de Inglaterra y el 97% de la ciudad le pertenecía, cuando se prometió cortar lazos definitivamente con él hablaba enserio.
En cuanto a Niall estaba más irritable que nunca, no se soportaba ni él mismo y solo se dedicaba a estar en su despacho; trabajando día y noche sin parar de beber y consumir.
Toques en la puerta lo hacen desviar la vista de la MacBook —Adelante.
-Jefe —Onmhiel hace acto de presencia, llamando la atencion del intimidante hombre de inmediato, pues es quien ha estado siguiendo cada paso de la chica —Le tengo noticias...
-¿Pues que esperas? Habla ya de una buena vez, joder —Se habia convertido en un ogro y de eso nadie más que él estaba claro.
-Ha estado buscando trabajo en distintos establecimiento, pero en cuanto se entera que pertenecen a usted los rechaza por completo.
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Un Narco También Se Enamora (Niall Horan)
Ngẫu nhiênSí, Soy fría porque cuando era un amor de persona destruyeron mis sentimientos, Por qué confíe demasiado y me fallaron, Cuando lo aguante todo se aprovecharon, perdone cosas imperdonables por miedo a perder a esa persona para al final darme cuenta...