💸Capitulo 3💸

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Amelia.

Intento una y otra vez concentrarme en la clase mientras observo a la profesora Bertha mover sus manos a medida que desarrolla el tema que preparó para hoy, yo solo aparento prestar atención pero la realidad es que no dejo de pensar en todo lo que ocurrió anoche y esta mañana al despertar.

Y es que... Quien lo diría que después de más de una hora en la que él intentó sin éxito alguno persuadirme para tener sexo terminaríamos aferrados el uno al otro no solo en la misma habitación si no también en la misma cama, brindandonos calor corporal sin segundas intenciones, yo solo en ropa interior ¡Joder! Y él... Él tan solo en boxer y camisilla.

Sonrío tontamente al recordar la manera tan amable en la que se disculpo conmigo pero no puedo evitar sentir vergüenza por la manera en la que me arroje por impulso a su cuerpo y bese su suave mejilla.

No puedo negar que en algún momento sentí mi cuerpo traicionarme ante sus indecorosas propuestas y estuve apunto de ceder pero me repetía mentalmente que no podía ni siquiera debía; Jamas debo olvidar que él es mi jefe, que por más atractivo, apuesto y varonil que sea para él solo soy una empleada más a quien quiso llevarse a la cama para luego desechar sin importancia.

Seguramente la decisión de llevarme hasta las afueras del edificio de mi apartamento fue por que se sintió comprometido al haberme hecho pasar por aquel "desagradable" momento según sus propias palabras esta mañana cuando por segunda vez se disculpo.

Suspiro profundo, no se que sucede conmigo porque no olvido el tema de una buena vez y ya está.

-Señorita Woolley. —Parpadeo un par de veces seguidas cuando escucho la voz de la profesora pronunciar mi apellido —Estamos esperando que responda la pregunta.

Su rostro serio y que todo mis compañeros estén observandome espectantes no ayuda en nada. —Podría por favor formularme la pregunta nuevamente señorita Torrenegra —Pido nerviosa.

-Muy distraída Amelia —Tengo los nervios de punta, para nadie en la clase es un secreto que no soy santa de la devoción de la misma, por lo que no dejara pasar esta oportunidad de ridiculizarme ante el resto —¿Por lo menos sabe usted el tema que estamos tratando el día de hoy?

Estoy apunto de negar, cuando la voz de Ed mi único amigo en esta clase
susurra con disimulo de tal manera que solo yo pueda escuchar Asesor profesional de modas.

-Claro que sí —Respondo con total seguridad aunque por dentro sea un manojo de nervios.

-¿Ah si? Cuéntenos un poco sobre el tema entonces según sus propias palabras. —Su mirada retadora me intimida pero debo sacar esto adelante de lo contrario solo le daría un motivo más para hacerme reprobar y es justo lo que no puedo permitirme.

-Por supuesto señorita —Suspiro profundamente —Una de las principales funciones de Un asesor profesional de modas es prestar consejo y señalar las principales fortalezas de la imagen personal de sus clientes, indicando tanto cambios en el atuendo y las prendas de vestir como los colores, cortes o tejidos elegidos como los mejores estilos de peinado y maquillaje siendo un apoyo primordial para el cliente.

El rostro de la maestra es un poema, estaba completamente segura de que me dejaría en ridículo —Bien Woolley pero eso no es lo que justamente estaba explicando en mi clase.

-Lo sé, pero usted dijo que lo explicara con mis propias palabras y es justo lo que hice, expuse mis conocimientos referente al tema ya que suelo tomar la mayor parte de mis tiempos libres para leer libros que me ayudan a  retroalimentarme.

-La clase ha terminado, pueden retirarse —dice cuando estaba apunto de agregar algo más pero el aviso de la alarma de su móvil no se lo permitió. —Para la próxima clase que es justamente —Murmura observando su horario —Mañana —Sonríe —La señorita Amelia será la encargada de profundizar el tema de hoy, pueden retirarse.

Un Narco También Se Enamora (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora