O2O

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Han Jisung no era especial.

Él no tenía ninguna característica que lo hiciera ser increíble. Un talento que resaltar o destacar en cualquier actividad deportiva u social. Era una simple persona como cualquier otra, alguien parte de la media. Por eso sentía que el amor de Minho lo hacia diferente, porque Minho era especial.

Pero ya no más.

— Jisung— aquella voz le aborrecía. Lo que tanto amó una vez ahora le parecían crueles mentiras.

— No quiero hablar contigo Minho.

— Necesito que hablemos, Jisung por favor.

Sus palabras detrás del celular le parecían absurdas, todo le parecía absurdo, él era un tonto por completo, las personas a su alrededor lo habían traicionado. Mas que eso, Felix lo había hecho...

— No tengo nada que hablar contigo.

Colgó sin arrepentimiento alguno. En algún punto de sus sospechas, quería que las cosas fueran mentira, mas con cada paso que daba al investigar a su primo con su pareja solo se llevaba un dolor intenso que le recordaba que le habían traicionado a sus espaldas e incluso ante sus ojos, lo odiaba, totalmente, el hecho de sentirse usado como medio para que ellos pudieran verse era algo que odiaba.

La puerta de su habitación se abrió, Felix se detuvo en el balcón.

— ¿Hablabas con Minho hyung?

— No es de tu incumbencia Lix.

— Jisung.

— Lárgate.

— Lo siento.

Han lo miro incrédulo, quería golpearlo, realmente sentía la necesidad de hacerlo.

— ¿Por qué te disculpas? — soltó una risa cínica— no sabia que tenias culpa en tu consciencia, Felix.

El de pecas se mordió los labios. No, esto debía parar.

— Yo me acosté con Minho.

Silencio.

El australiano bajo la mirada, no tenia excusas ni nada. No podía contenerlo mas tiempo, simplemente no podía llevar esa culpa con él. Cerro sus ojos, escucho los pasos de su primo acercándose hasta él, no le importaba si lo golpeaba o que le pasaba solamente esperaba que Jisung no sufriera más, no lo merecía. Sintió un débil empujón y un hipido. Abrió sus ojos y sintió el remordimiento vivo calar en lo mas profundo de sus huesos, de su alma, de su ser entero. Jisung se derrumbo llorando mientras golpeaba suavemente al de pecas.

— Ya lo sabía...— hipo—, lo sabía, pero aun asi tenia esperanzas de que tu no lo permitirías— sollozo, dolía, le dolía aun mas que cuando lo sospechaba. Sentía que su ser entero se estaba derrumbando— te odio, te odio, te odio tanto Felix, los odio tanto a ambos.

— Lo siento.

No podía repetir nada más. No tenía derecho.

— Te odio.

— Perdóname.

— Confiaba en ti.

— Lo sé, soy un imbécil.

Jisung lloro, lloro durante tanto tiempo que ni siquiera él supo en qué momento Felix cayó al suelo. El de pecas lo abrazo mientras las lágrimas salían de su rostro. Lee sentía que no tenía derecho alguno de llorar, pero no podía evitarlo, siempre supo que lo que hacia con el novio de su primo estaba mal pero nunca pudo detenerlo por sus emociones hacia Minho. Lastimo a alguien preciado por una persona que no le correspondía.

Se mantuvieron de esa forma durante unos instantes mientras Han se calmaba.

Cuando este logro volver a calmarse y normalizar su agitada respiración, miro con dolor al australiano quien le sonrió débilmente.

— Quiero que me cuentes todo— inhalo y exhalo suavemente para armarse de valor—, y después quiero que te vayas de mi casa.

Play Date | MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora