Ella.

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La relación de Toji con su esposa siempre había sido bastante buena, cuando la conoció supo que ella no era como las demás mujeres que solo le pagaban por sexo y luego lo desechaban como si nada al día siguiente. Ella no era como esas mujeres que solo iban detrás de los músculos y un buen rostro. Ella era y sigue siendo la mujer más bondadosa y de buen corazón que pudiera conocer en el mundo. Si estaba enfermo, si estaba decaído, si sentía que la vida ya no tenía sentido ella siempre estaría hay para cuidarlo, animarlo, darle fuerza. Ella siempre era tan dedicada y amorosa, la mejor madre y esposa. Para Toji no había duda alguna de que eso era un amor sincero, y Toji siempre le correspondió con el mismo sentimiento en cuanto se dio cuenta, dejando atrás su vida de prostitución miserable. Pensó que lo que ambos vivían sería un cuento de hadas que jamás terminaría, que jamás podría ver a otra mujer con los mismos ojos con los que la miraba a ella, y en parte era cierto, ninguna mujer podía ocupar el lugar de su esposa en su corazón, pero un hombre, un hombre tal vez podía hacerle cambiar todo su paradigma, su razón, y sus sentimientos, y eso lo convertía ahora en un jodido bastardo.


Desde que paso el incidente de la primera visita de Naoya en el hogar de los Fushiguro, Naoya trato y al poco tiempo logro conseguir el numero celular de la esposa de Toji, fue fácil sustraerlo de la agenda de Toji cuando este estaba distraído. Se puso en contacto con la mujer pronto, contándole una historia tan falsa y emocional, era buen actor, era un buen mentiroso, y manipulador, se le daba tan bien fingir que era una ''buena persona'' Le conto parte del pasado de Toji en el clan Zenin, como lo despreciaban y humillaban siendo Naoya el único que lo defendía y apoyaba, obvio, todo total mentira, pero la buena mujer se creyó cada palabra, si es que la voz de Naoya estaba cargada de compasión e inocencia, casi podía salirle una aurora arriba de la cabeza junto a unas alas de ángel cuando narraba todo su teatro inventado. También ayudo el hecho de que Toji nunca fue explícito en tratar el tema, Toji nunca le conto toda su historia a su esposa sobre el clan Zenin, cuando empezaron a salir, el pelinegro solo le dijo que ya no tenía contacto con su familia porque eran despreciables, pero nunca dijo algo más allá de eso.

Naoya y la señora Fushiguro conectaron rápidamente, el joven zenin solía invitarla de vez en cuando a tomar un café y a comer pastelillos en alguna cafetería lujosa de la ciudad, tenían buenas charlas, y también solía ayudarla con algunas cosas del departamento cuando Toji no estaba porque salía lejos a sus viajes de trabajo. Cuando Toji se enteró de todo esto que ocurría a sus espaldas, ya no podía sentir molestia, se estaba resignando lentamente a que sus dos amores convivieran, ya le daba igual, si es que tenía mucha seguridad en el hecho de que su primor menor jamás intentaría alguna estupidez hacia su esposa, como confesarle toda la aventura o querer quitarle la vida.


...


Megumi e Itadori estaban saliendo de la escuela de hechiceros, caminaban juntos por la acera rumbo a un parque, tenía pocas semanas saliendo como pareja, pero Megumi se sentía feliz de haber sido aceptado cuando se le declaro a Itadori, e Itadori estaba más que feliz de ser novio de Fushiguro. Aunque ese día era diferente a los otros, Megumi lucia pensativo y un poco desanimado, siendo esta actitud bastante obvia para su novio.


— ¿Sucede algo, Megumi? — Pregunto el chico de pelo rosa preocupado. — Te noto un poco distante, sabes que cualquier cosa puedes contarme. — sonrió.

— ... — Dio un gran suspiro, no le gustaba hablar de temas familiares, pero sentía que debía contárselo a alguien, y solo confiaba en Itadori para ese tipo de asuntos. — Lo que pasa es que... he notado cosas extrañas en mi madre, o más bien en la relación que tiene con el estúpido primo de mi padre... ¿Por qué la visita tanto? ¿Qué pretende ese imbécil?


Era notable que Megumi no sentía nada de simpatía por Naoya, al contrario, le caía bastante mal, y aún más ahora que era más frecuente en su familia. No podía dejar de pensar cual sería el motivo de querer salir de la madriguera del clan zenin para venirse a meter con ellos, nada bueno podía estar tramando.


— ¿Tú crees que ellos dos...?

— No, no digo que mi madre este haciendo algo malo, pero el imbécil ese... puede que esté tratando de crear malos entendidos entre mis padres para arruinar su matrimonio, no lo sé.

— Eso sería algo muy malo, pero si tienes sospechas de que tiene malas intenciones con ustedes puedes encararlo, ¡es lo que yo haría! ¡le hablaría muy claro para que entienda que no debe meterse con tu familia! es más, si quieres yo te ayudo a ponerlo en su lugar. — Comento Itadori decidido.

— ... — El joven Fushiguro mostro una tímida sonrisa al notar el carácter de Itadori siempre era tan enérgico y bueno — Gracias, pero no creo que sea necesario, yo puedo con él, no es la gran cosa.


Megumi solo esperaba que se diera la oportunidad de poder encontrarse con Naoya a solas para charlar con él o más bien, darle una gran advertencia. No tardó mucho en llegar ese día, lo noto cerca de la escuela de hechicería hablando con Yuta, luego vio cómo se despedían y cada quien tomaba un camino diferente, siguió a Naoya una vez lo vio solo, pasando ambos dentro de un pequeño y solitario callejón.


— ¡Oye! —Grito Megumi para llamar la atención del otro.

— ¿He? — Naoya giro su rostro desinteresado notando al joven Fushiguro. — ¿Me has estado siguiendo, pequeño idiota? — sonrió de lado con diversión.

— Quiero hablar contigo, sé que eres un grandísimo hijo de puta, y que no estas tramando nada bueno siendo tan cercano con mi madre, aléjate de ella, sabes que ella jamás se fijaría en un pedazo de basura como tú.

— ¿Qué, lo dices enserio? — casi contenía una gran risa, mientras miraba a Megumi como un mocoso estúpido al cual tenerle poco respeto. — Mira, mis intenciones nunca han sido las de tratar de ''conquistar'' a tu madre, ni nada parecido, de hecho, yo la respeto mucho... Que Dios me asesine si pensará en hacer tal cosa. — Camino lentamente hacia Megumi viéndolo con una mirada retadora hasta quedar a pocos centímetros del más joven. — Además eso sería imposible para mi... porque a mí no me gustan las mujeres. — Le susurro en el oído al pelinegro.

— ... — Megumi se quedó muy sorprendido ante aquel acercamiento, dejándole sin palabras.

— ¿No piensas decirme nada, tonto sobrinito? Pufff, no sé porque te sorprendes, sí sé que tú tienes gustos muy parecidos a los míos. — Sujeto con fuerza a Megumi de la camisa y lo empujo contra la pared. — Mmmm... aunque para ser hijo de Toji, no eres tan inteligente como él, ni tan fuerte... tienes el cuerpo de un niñito debilucho. — comento con burla.

— ¡Cállate! — Molesto se apartó con brusquedad de Naoya. — No me importa lo que digas... solo eres un idiota. — Empezó a caminar con rapidez lejos de él, no quería estar cerca suyo ni un segundo más, además realmente no se esperaba esa respuesta y esa actitud de parte de quien era su tío segundo.


Naoya siguió su camino como si nada, dándose aires de grandeza al hacer enojar a Megumi, le causaba bastante satisfacción estar un paso delante de él, burlándose para sus adentros, el como aquel chico no lograba captar que el asunto no era con su madre si no con su padre. 




Nota : Por fin pude actualizar jaja después de un pequeño bloqueo;( prometo terminar esta historia pronto,,, ya estoy a menos de dos capítulos de darle fin, chicas y chicos 🤧🤧🤧

Nota 2: a veces cuando escribo esto siento penita por la esposa de Toji jaja es demasiado buena como para que su esposo la cambie por un  gay (que además es su primo XD)

Clandestino. ♡▕  ToNao / Toji x Naoya.  ๑ Jujutsu Kaisen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora