Capítulo 3

114 9 0
                                    

𝙻𝚊 𝚒𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝙺𝚊𝚝𝚗𝚒𝚜𝚜

✧ꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛ✧

—¿Que? —Katniss miro a sus mentores, se había puesto roja de la vergüenza—. No necesitamos una charla de... "eso"... En la escuela ya nos enseñaron esas cosas.

—Sólo les enseñaron lo teórico, Cielito, el cómo prevenir embarazos o enfermedades. Pero no cómo se siente, que cambios puedes sentir, o cómo poner un condón. No es algo que a mi y a Effie nos guste enseñarles, pero si se supone que tú estás embarazada, bueno, debes saberlo.

—Es fundamental. Las relaciones sexuales por lo general siempre son con condón para prevenir no sólo embarazos, sino también enfermedades —les indico Effie, no muy contenta de tener que darles una charla sobre eso.

—¿Es realmente necesario? —Peeta estaba aún más rojo que Katniss, se tapaba la cara por la vergüenza cada que mencionaban la palabra "condón", "relaciones sexuales" o algo similar.

—Sino quieren que Snow confirme sus sospechas de que es falso, sí, es necesario. Bueno, la primera vez para las mujeres puede ser aterradora, depende mucho de la persona. Si no estás preparada, tendrás miedo de lo que pueda pasar, la extraña sensación de tener algo dentro de ti, es abrumadora. Pero luego de unos minutos, la disfrutas. Para embarazarse tienen que... —Effie tartamudeó— b-bueno... tienen que llegar al límite y esperar que todo esté fluyendo...

—Cariño, si vas a tener dificultades para hablar, mejor deja que hable yo —la interrumpió Haymitch, bebiendo un poco de alcohol.

—Tu eres muy específico, ellos no necesitan saber los detalles —Effie se cruzó de brazos—. Como decía...

—¿Muy específico? Cariño, tú fuiste muuuy especifica aquella vez hace cuatro años en la fiesta del distrito cuatro donde celebraron haber ganado los juegos 70th. Recuerdo que me dijiste, —comenzó a hacer un intento por imitar la voz de Effie—, Haymitch, vayámonos de la fiesta y besam-...

Effie le tapó la boca a Haymitch, ella estaba muy roja, con su peluca rojo chillante parecía un verdadero tomate.

—¡Haymitch! Dijimos que jamás hablaríamos de esas noches... Bueno, sigamos con el tema...

—Si, el tema. —Haymitch carraspeó—. En conclusión el sexo puede ser aterrador y dar miedo la primera vez. Pero cuando ya comienzan a tener práctica, comienza a ser más placentero, divertido y hasta algo que hacen con naturalidad. Solo tienen que hacer lo de las imágenes, tal vez dejarse llevar por sus impulsos y deseos. Experimenten —les dijo su mentor, como si fuera lo más normal del mundo.

—Si, bueno. Esa es una gran conclusión, Haymitch. En su caso, no usarán condón... ya que... lo que necesitan... es que Katniss se embarace. Les haremos una prueba para verificar que no tienen ninguna ITS, aunque lo más seguro es que no, ya que ambos son virgenes, ¿no?

Los dos mentores miraron a sus tributos, Katniss y Peeta no sabían que decir, había sido una charla con mucho exceso de confianza, sólo atinaron a asentir con la cabeza y murmurar un "si".


✧ꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛꕤꔛ✧


El Capitolio había adelantado una semana la cita para el seguimiento del embarazo, lo cual sólo los dejaba con tres semanas. El tiempo corría y Katniss se sentía presionada.

—Por favor, hagan algo que retrace eso. No quiero. No quiero.

—No podemos hacer nada, Cielito. Lo lamento.

—Por favor, Haymitch —le suplicó Katniss.

Haymitch suspiró con frustración, Katniss era muy terca. Ellos, aunque quisieran, no podrían hacer nada, Snow no era negociador.

—Sólo puedo prometerte que iremos al doce para que allí tengas a tu bebé y puedas estar con tu madre y hermana.

—No quiero Haymitch, no quiero. Snow los matará, no quiero que pase eso. Snow me quitará a mis hijos si los tengo, Peeta es una gran persona como para tener hijos conmigo.

—Cielito, mírame. Se que no queires esto, pero debes tomar una decisión ahora. Tienes cinco días, se que no es fácil, pero espero que elijas sabiamente.

Effie se acercó a ellos, ya no tenía su sonrisa despreocupada.

—Katniss, quisiera que llevaras este collar, aquí en El Capitolio se utiliza para simbolizar que una mujer está embarazada...

Katniss rodó los ojos, se levantó y fue a su habitación, ¿por qué todo era su decisión? Necesitaba que alguien pudiera decidir por ella. No podía culpar a Peeta, él estaba en la misma desdicha que ella. Peeta caminaba por allí y la saludó, pero ella sólo bufó y no lo miró. Todos escucharon el portazo que dio Katniss al cerrar la puerta.



Katniss no había querido hablar con nadie, los Avox eran los únicos a los que ella dejaba pasar para que le llevaran comida o retiraran los platos apenas picoteados. El tiempo corría, habían pasado dos días, y la cita se acercaba cada vez más, y ella aún no estaba embarazada. El pánico la consumía, pedía libros de maternidad en secreto, aunque no había iniciado ninguno.

Cada día Katniss sentía más y más enojo y rencor por Snow, lo odiaba. Por culpa de él estaba en esa situación. Haría lo posible para hacer que pagara. Había tirado varias cosas al suelo, se arrepentía por haber roto un bonito jarrón.

Katniss estaba muy confundida, definitivamente necesitaba esos días a solas, se podía imaginar sus hijos con Peeta. Pero si tenían hijos, cuando esos niños tuvieran la edad, Snow haría lo posible para mandarlos a los juegos o podía amenazarlos con ellos, y eso la asustaba y enojaba. Le asustaba perder a alguien de su familia y la enojaba que Snow tuviera el poder para chantajearla.

No habían pasado más de dos días, pero Katniss no podía más con la soledad, dejó que Peeta durmiera con ella, lo necesitaba, anhelaba él calor de él. Cada mañana era para ella una tortura verlo irse para comer con Effie y Haymitch. Aunque Katniss quería ir con él, no se sentía preparada para hablar del tema del embarazo o dar su respuesta.

Por otro lado, Haymitch hacía todo lo posible por llegar a un acuerdo y dejar que Katniss fuera al doce para que allí pasara los meses de embarazo. Era algo frustrante, pero luego del día cinco, Snow accedió a la petición.

Al final de la semana, Katniss ya había tomado una decisión, bajo las escaleras, las tres personas que ella consideraba familia la volearon a ver.

—He tomado una decisión.

Las Llamas de la MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora