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La temperatura de esa carpa fue subiendo a una velocidad descomunal, parecía jamas ser suficiente cuando esos labios sabían al paraíso, sus piernas eran una eterna promesa prohibida y la piel nívea había tomado un color rojizo. Entonces cuando el menor lo empujo violentamente para dejarlo acostado a su lado y trepar sobre sus piernas, sus ojos se enfocaron en el ser que lo dominaba, los movimientos circulares de su cadera sobre sus piernas se intensificaron excitándolo mucho mas.

Las manos de Kyuhyun terminaron por retirar esa ligera camiseta, entonces sus ojos fueron testigos de que el blanco de su piel se extendía en todos los rincones de su cuerpo, esos pequeños pezones rosados se alzaban idiotizandolo al extremo, pero cuando esas manos se posaron en el botón de su propio pantalón... sintío el vértigo de la situación misma, detuvo el movimiento de las mismas... entonces como si fuese un balde agua fría se apodero de si mismo...

Los sucesos pasaron por su mente como si fuese una ilusión ¡demonios! había cruzado la linea... esas labios lo buscaron pero termino por sostener su rostro, manteniendo a una distancia casi inexistente - ¡No! yo... lo siento - fueron sus palabras, para luego alejar al menor.

Podía sentir como el mareo se apoderaba de si mismo, el aire en ese diminuto lugar parecía extinguirse...  - Hyung... ¿estas bien? - escucho a lo lejos, parecía estar en otra dimensión, pero entonces sin siquiera responder termino por levantarse y salir de ese asfixiante lugar - No te vayas - 

Cuando salio de la carpa, apenas podía caminar rectamente, sus piernas temblaban y el viento golpeo su pecho tan fuerte, sus ojos volvieron a la carpa odiándose con todo su ser. 

Termino por obligarse a correr hacia la playa, necesitaba ese golpe de realidad que lo haga volver en si, para su desgracia cuando los hechos volvían, podía sentir como lo ingerido volvía tan violentamente... 

No supo cuanto tiempo paso sentado en la arena helada, la única conclusión a la que había llegado, es que el mismo no era tan diferente que los hombres de ese orfanato. Bajo la mirada y no pudo detener las lagrimas que bajaban por sus ojos... La parte egoísta de su mente le decía que Kyuhyun había correspondido, pero se sentía tan asqueroso... su boca había abarcado sin limites esos labios infantiles y sus manos habían repasado con demasiado entusiasmo ese cuerpo juvenil.

El clima había hecho de las suyas, cuando sus manos temblaban como una hoja, podía sentir el roció mojar sus prendas... miro al cielo buscando una respuesta... sin embargo lo único que pudo escuchar fue el sonido de las olas golpear la arena.

Arrepentido era poco, podía sentir como el odio atrapaba su ser completamente, su mente traicionera volvió al momento donde el menor se negaba a volver a ese lugar... a ese recinto que tanto dolor le había traído... el terror abarco su cuerpo... no quería transformarse en un oscuro recuerdo... pero no tenia ni siquiera la voluntad de alejarlo...

Entonces cuando sintió la manta sobre sus hombros, sus aterrados ojos divisaron a ese niño parado a su lado, mirándolo totalmente confundido - Kyu... lo siento mucho - sus palabras fluían solas. 

Se sentó a su lado y abrió la frazada para terminar tapándolo de ese crudo clima - Me gustaría saber que piensas - le dijo el menor y solo pudo bajar la mirada - yo realmente quiero estar contigo - ese adolescente parecía adivinar sus propias penurias.

Esta mal... yo ... no se como decir esto - miro hacia su derecha evitando el contacto visual entre ellos - tal vez no fue buena idea, obligarte a vivir conmigo... no soy tan diferente a ellos - sintió el peso de la cabeza del menor sobre su hombro.

¿Quieres que me vaya? - pregunto ese joven a su lado y solo pudo pasar su brazo por el hombro tembloroso del menor - si es lo que quieres, puedo hacerlo

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