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Cuando a las 7 AM sonó el despertador, estiro su mano para apagar ese molesto sonido... sus ojos luchaban por abrirse y prácticamente tuvo que obligarse a salir de la cama... mirar por la ventana le daban mas ganas de volver a la cama, el otoño había llegado y con el, se podía apreciar como el viento movía las hojas y el suelo se veía húmedo por la lluvia ligera de la noche anterior.

Preparo una conservadora con alimentos y bebidas, principalmente eran jugos y una que otra lata de cerveza para si mismo, solo eran dos noches... se quedarían esa noche de sábado hasta el domingo a la mañana, aprovechando el feriado en el calendario de ambos. Dejo sobre la mesa, la carpa junto con varias frazadas, esta seguro que había elegido la peor fecha para acampar, pero desgraciadamente le había costado bastante convencer a Kyuhyun, por lo que ya no importaba si el clima no los acompañaba. Busco las viejas cañas de pescar que solía usar con su padre, junto con un pequeño maletín que tenia algunos anzuelos, pinzas y otras cosas.

Volvió la vista al reloj le haba dicho a Kyuhyun que saldrían a las 8 AM y de hecho faltaban solo 10 minutos y este aun ni siquiera emitía algún sonido, cuando se paro frente a la puerta la duda lo atrapo, seria demasiado indebido que entre a despertarlo ... ¿como se lo tomaría? desde que le había aclarado las cosas, Kyuhyun había hecho un cambio radical en su convivencia.

Tuvo que juntar coraje para primer golpe y al no tener una respuesta termino por entrar, la habitación estaba a oscuras, la ventana junto a la cama estaba totalmente tapada por una sabana, noto que el menor prefería la oscuridad para dormir, retiro la sabana y la luz entro en todo su esplendor en la habitación.

Kyuhyun tapo su cabeza, intentando continuar con su sueño, pero Yesung termino por correr las sabanas - Vamos Kyu! Deberíamos haber salido hace minutos - esos ojos marrones se abrieron iluminando absolutamente todo su ser, la necesidad del tacto se hizo presente como si quisiera cerciorarse que realmente estaba ahí viéndolo a él, a la persona que lo había lastimado tan cruelmente con sus palabras superficiales y vacías... 

Salio prácticamente abrumado por sus propios miedos, no podía entender como ese joven alteraba cada parte de su vida. 

Lejos de la incomodidad que los últimos días los habría atrapado, parecían haber quedado atrás, mientras la música sonaba en la radio del auto... el frió se volvió doloroso por la ventanilla baja del menor, sus manos jugaban con el viento que impactaba sobre sus palmas ... Yesung desvía la vista en instantes, solo verlo feliz... algo tan simple como verlo sonreír lo llenaba completamente. No tenia ningún sentido los últimos tiempos separados parecían haber pasado, se sentía tan prisionero por ese joven que armaba y desarmaba sus sentimientos como una marioneta.

Su sonrisa tenia la capacidad de tranquilizar cada fibra de su ser, parecía ser un objetivo verlo feliz, esos brillantes ojos soñadores lo envolvían completamente. Ni siquiera noto cuando su dedo indice acaricio tan suave esa pálida mejilla llamando la atención del dueño. Ese acto tan simple y tan torpe lo alarmo, esos ojos desbaratando todo a su paso. Podía sentir el peligro fluir en todo su cuerpo, ya era tarde cuando quiso alejar la mano, Kyuhyun sostuvo su palma enlazando sus dedos, su palma picaba, Kyuhyun le generaba esa necesidad de protección tan diferente a lo sentido por cualquier otra persona. Ya ni siquiera tenia un genero, solo era Kyuhyun... ese hermoso niño que había pasado por tantas cosas, que se conocieron en una situación desfavorable para si mismo y que ahora literalmente se había obsesionado con cuidarlo de todo e incluso de sí mismo.

Dejaron la carretera atrás para pasar a un camino húmedo de tierra, las tupidas copas de los arboles tapaban el destino, a los minutos pudieron divisar Nanji Camp Ground el pasto verde apareció y mas adelante se podía ver la arena blanca y a lo lejos lo azul del rió. 

¡Cuídame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora