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El primer mes paso volando, estar en otra cuidad le daba la seguridad de no cometer errores como los anteriores, podía disfrazar su mente cargada de trabajo y horas extras, pero cuando volvía a la soledad de su casa, su mente era su mayor enemigo... La noche parecía ser el momento perfecto para comenzar a torturarse con sus propias fallas, el momento exacto en que todo se descontrolo, no tenia sentido castigarse de esa forma, pero como controlar tus propios pensamientos equivocados.

Cada momento que pasaba encerrado en esa habitación era una tortura, como si no mereciera dormir bien o tranquilamente, había elegido ser policía por vocación propia, para luchar por los que no podían, sin embargo había comido una falta tan grande, abusar de una victima sin recursos para defenderse... Por mas que su corazón le grite que Kyuhyun había correspondido a sus besos, no pudo evitar sentir asco al recordar que el mismo estaba tan dispuesto a cometer los mismos actos que otros. Jamas se había puesto en el lugar del victimario, sin embargo al verse en esa misma situación hacia que sienta que no merecía portar una placa policial.

Se obligo a no volver a preguntar por el, incluso si cada fibra de su ser pedía a gritos volver a tener noticias de ese menor, ni siquiera noto cuando el 3 de febrero llego, un mensaje de su hermano pidiendo que llame a Kyuhyun había alborotado todo. Se abstuvo, temía escuchar esos "Te Amo" del menor que le sabían tan reales, pero que a la vez estaba seguro que no eran mas que una dependencia emocional. Termino por comprar la consola que antes le había prometido... la dejo sobre la mesa de la sala y sus ojos se enfocaban en ese regalo... Decidió que se lo haría llegar, sin admitir que era suyo.

Esa misma tarde paso por el correo y despacho el presenta con nombre de su hermano, para luego enviar un mensaje "Hermanito envié un regalo para Kyu, No le digas que es de mi parte"

*

Un nuevo ciclo escolar comenzaba, sus jóvenes vecinos pasaban frente a su casa con mochilas, podía ver como caminaban sonrientes, jugueteando entre ellos... Imagino a Kyuhyun conviviendo con jóvenes de su edad, riendo o tal vez incluso cantando de camino a la escuela.

Entonces cuando una silueta apareció frente a la ventana, volvió la vista al rostro encontrándose con una conocida sonrisa - ¡Abre! traje el desayuno - le dijo Donghae. Cuando abrió la puerta, su vecino entro manteniendo el contacto visual - Dime algo... ¿porque siento que estas castigándote? siempre tienes la mirada perdida e intentas mantener distancia conmigo - esa mano toco su rostro y rápidamente se alejo - No muerdo Hyung... - Recordó las invitaciones en las que se había excusado tantas veces.

Hae - termino chocando con la pared - no quiero lastimarte - el chico avanzo mas invadiendo su espacio personal - de verdad, no soy una buena persona - intento escapar pero Donghae cerro su salida con ambos brazos - Por favor

¿No te gusto? - pregunto el menor y Yesung termino por bajar la mirada - ¿Tienes a alguien mas? - entonces cuando sus ojos conectaron con el del menor, su cuerpo tembló ansioso, admitir que si había alguien mas, significaba tener que contar su mas oscuro secreto - ¿Es mas lindo que yo? - 

Donghae es mejor que te vayas - atrapo sus brazos queriendo acompañarlo a la salida, sin embargo el menor termino por cerrar el espacio que los separaba y beso sus labios. El contacto había sido diminuto, comparado con los besos que había compartido con Kyuhyun, pero eso no evito que su corazón latiera acelerado - Vete por favor - lo separo de su cuerpo y lo acompaño a la salida nuevamente.

Se que te gusto, cuando puedas dejar atrás tu pasado ven a buscarme - Esa mirada se veía genuina desgraciadamente su corazón tenia dueño.

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