prólogo

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Hace tiempo, el joven heredero del inframundo tenía una vida normal, con más hijos que paciencia pero con la mujer que amaba.
Tras varios intentos dando como resultado partos múltiples con solo varones el príncipe se hartó, él solo quería cumplir el capricho de su ángel y recurrió a la última opción.

Engañarla con dos mujeres de que le dieron cinco hermosas hijas.

Pero su esposa solo pudo rehusarse a siquiera mirarlas.

Desesperado por recuperar a su amada hizo hasta lo imposible por obtener su perdón y después de varios meses de haberse reconsileado, la hermosa consorte y esposa legal volvió a quedar embarazada de su marido de cuatrillizos, algo normal para un ángel.

Después de tanto tiempo por fin la tuvo en sus brazos, el ángel cruel para su amada.

Sin embargo, ni siquiera él siendo la futura cara del mal se salvó del dolor y angustia.

Su ángel y sus pequeños bebés desaparecieron.

Conozco a muchas chicas que desean ser la princesa perdida pues anhelan las joyas, el que les cumplan sus caprichos y sobretodo anhelan el poder que el simple hecho de que sean reconocidas por la reina les daría.

Solo somos un puñado las que estamos conformes con nuestras vidas.
Algunas son cantantes, floristas, modistas o simplemente tienen una vida pacífica.

Yo por el contrario solo deseo seguir los pasos de mi padre, el mejor cazador de demonios que ha habido en la historia.

Y sé que en algún momento de mi vida podré alcanzarlo, no importa que.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora