Una semana había pasado desde que mamá se fue, los cuatro decidimos vivir juntos, queríamos recuperar el tiempo perdido.
En esa semana no hemos ido a clases y nos hemos podido acoplar entre nosotros.
Alec era bueno con el orden, eso explicaba porque era uno de los más sobresalientes académicamente hablando.
Sam nunca se callaba, era una ventaja a la hora de que nos quedabamos sin temas de conversación.
Matteo era más activo, gran ventaja que sea deportista, se la pasa cuidandonos para no dejarnos morir por cualquier cosa.Los tres eran buenos en casi todo en cuanto a sobrevivir por su cuenta, tal como ahora, mientras ellos cocinan yo solo hago estorbo.
Mamá jamás me dejaba hacer algo en casa, decía que lo mejor era saber defenderme.Finalmente el día llegó, no podíamos posponerlo más y tuvimos que volver a clases.
Y por alguna extraña sensación decidí llevar mi daga.
Decidimos ir en el auto de Sam, un bonito Jeep de cuatro puertas color azul con el techo negro.
Estaba tranquila conversando con mis hermanos hasta que bajamos del vehículo y nos dimos cuenta de que todos nos observaban.
Fue mera inercia el ocultarme tras Teo, no significaba que porque fuera el mayor de los cuatro me cuidaría siempre pero él lo tomo muy enserio.
Más al notar como sus "grupos" me miraban con desprecio.—¿¡Qué nos miran!?
Grito furioso, logrando que esas chicas se fueran.
Yo solo reí por lo bajo negando divertida, sin embargo Sam y Alex eran otra historia, ambos reían a carcajadas.
Suspiré al no ver a Renzo cerca, esperándome como es su costumbre.—Los veo en la salida
Fue lo único que les dije antes de que Sam me detuviera y acomodara el cuello de mi gabardina.
—En el receso
—Pero
Quise quejarme pero el mismo Sam me interrumpió.
—Ana no nos da confianza
Lo mire mal pero Alex intervino.
—Y ahora que sabemos que eres nuestra hermana no te vamos a dejar desprotegida
Solo sonreí tratando de transmitir un poco de calma a mis, ahora, tres malhumorados hermanos.
—Ella no es mala, incluso me ayudó a salir con Ren
Solo escuché una risa molesta de Teo antes de que señalará a un punto detrás mío.
—Ana te está traicionando, solo mira
Por un momento me sentí indignada de tal acusación hasta que Sam me giró mientras Teo detenía a Alex de ir a golpear a Renzo.
—¡ANA! ¡RENZO!
Grite furiosa, acercándome a largas zancadas pese a que mis piernas no eran tan largas.
Ni bien ellos me escucharon se separaron.—Emma, esto no es lo que parece, ella me besó y
Apenas llegué frente a ellos le di un puñetazo a Renzo.
Ana se puso entre nosotros al ver qué iba a darle otro golpe a ese idiota.—Escuchame, lo amo ¿Si?
Ahora la iba a golpear a ella pero uno de los amigos de Teo me logró detener.
—Pero yo a ti no, —le dijo Renzo a ana, limpiando la sangre que salía por su labio antes de mirarme con arrepentimiento.— cielo, créeme, yo jamás te haría algo así
Mire al rededor, un gran círculo nos rodeaba sorprendido.
—Con lo que vi no te creo nada
Murmuré dejando de mirarlo a los ojos, sabía bien que si lo miraba un segundo más, caería rendida ante él.
ESTÁS LEYENDO
Luna
FantasyEl amor no siempre puede con todo, a veces tienes que luchar por salir adelante pero ¿Que hacer si de a poco pierdes la motivación para avanzar? Emma tendrá que descubrirlo pero ¿Podrá seguir siendo la misma de antes o todo en su interior cambiará?