Luna

5

El palacio tenía forma circular, con unos cristales con figura de rosas de diferentes tamaños y colores como techo.

—Majestad

Escuché una voz pero no deje de observar los objetos del lugar.
Los jarrones más finos, las flores más extravagantes, las alfombras y cortinas de los hilos y sedas más finas.

—Veo que todo está en orden

—Como debe de ser su alteza

El rey seguiría hablando, era obvio, mire las tres puertas que estaban abiertas, con cada color de mis hermanos.
Suspiré, todo era hermoso y aterrador al mismo tiempo.

—Les presento a sus hermanos mayores, Daemon y Klaus son los mayores

Entonces los demás notaron nuestras presencias.

—No puede ser

—Son

Klaus y Daemon eran la viva imagen del rey, lo único que los diferenciaba era porque Klaus tenía el cabello color miel, y Daemon tenía mechones naranjas

—Siguen los trillizos, Phillip, Billius y William

Todos parecían estar en shock, solo sabía que los trillizos eran rubios como mamá pero cada quien tenía un mechón pintado Phillip lo tenía rojo, Billius castaño y William de color azul cielo.

—Ellos son los gemelos, Ramsés y Tobías

Y los gemelos solo se parecían a mamá en la misma mirada heterocromática, solo que Ramsés tenía un ojo verde y Tobías gris

—Chicos, después de tantos años, sus hermanos han vuelto

Fue lo último que alcance a escuchar del rey antes de ser rodeada por los trillizos.

—Es tan... Bonita

Murmuro Philip, que parecía desconcertado.

—Se parece a papá pero también a mamá, curiosamente también tiene los rasgos mucho más suaves y...

El que parecía emocionado era William pero fue interrumpido por Billius.

—Heredo la mirada heterocromática de madre

Mismo que me miraba con ternura al parecer.

—Me alegra que se estén conociendo, sin embargo, debo de retirarme... Los veo en la cena, a todos

El rey estaba por marcharse, mientras que mis hermanos conversaban tranquilamente, yo solo podía mirar por el cristal del ventanal.
Sin embargo pareció recordar algo.

—Ema, sígueme...

Lo miré sorprendida pero no dije nada, solo lo seguí, iba detrás de él, madre me explico que de estar en esta situación, siempre fuera detrás de él.

—¿Que haces ahí?

Me preguntó una vez salimos del palacio de mis hermanos.
Solo pude bajar la cabeza y recurrir a balbucear unas raras disculpas.

—Yo no...

Solo lo escuché reír con ternura antes de tomarme del brazo con una delicadeza que me extrañó.

—Ven, pequeña mía, camina a mi lado

—No creo que sea correcto majestad

Trate de excusarme sin alejarme de su agarre, se sentía cómodo, familiar, casi como estar en tu hogar.
Iba con la cabeza gacha mirando mis pies, hasta que un extraño ruido me aterro, solo pude esconderme detrás de él.