Cuatro de corazones

Capítulo 04

Regulus

Estaba sentado en una de las mesas del fondo leyendo un libro,como siempre. Sentí como alguien se sento a mi lado,sin embargo no levanté la mirada del libro.

—¿Cuánto le falta para terminarlo?.

—Menos de la mitad ¿Algún interés en particular, Severus?.

—Sí ¿Me lo prestas?.

—Hay mas libros de estos ¿Por qué no coges uno de la estantería?—dije aun sin mirarlo.

—Porque ya todos lo libros estan ocupados,y como tú como buen y gran amigo que eres,me lo vas a prestar ¿Verdad, Regulus?.

—Dejame pensarlo,uhm...—pase la pagina y segui leyendo—No.

—Menos mal eres mi amigo.

—Y lo soy, pero sabes que cuando leo el libro me pertenece momentáneamente—explique lo que ya se sabia, levanté la mirada para verlo,justo cuando capte por el rabillo del ojo a una pelinegra salir de un pasillo de los estantes y entrar a otro.

Me obligue a seguirla con la mirada asta que desapareció y entro a un nuevo pasillo de estantes, quedándome algunos segundos mirando hacia ese lugar.

—No me digas.

—¿Qué?—lo mire.

—Esa es la chica nueva ¿No? Una Green.

—Aja ¿El punto es?.

—Es la chica esa que te llamo la atención ¿Verdad?.

Me encogi de hombros, volviendo mi vista de nuevo al libro, buscando con la vista en el punto exacto en el que me quede.

No paso mucho antes de que una figura se detuviera frente a la mesa.

—Disculpa—habló una voz femenina,sin darle importancia segui con mi lectura asta que sentí un codazo de parte de mi compañero en mi costado, obligandome a mirarlo.

—¿Que demonios te pasa?—pregunte molestó, miró a la chica, dibujando una pequeña sonrisa en sus labios.

—Disculpa—repitió—¿Cuánto te falta para terminar el libro?—señaló el libro que tenia en mis manos.

—Oh,nada,ya lo termine,ten—extendi el libro a ella. Severus me miro con una cara de ofendido,lo ignore.

—Gracias—tomo el libro.

—No es nada.

Sin decir más,se dio la vuelta y se alejo,sentada en la mesa del otro lado de la biblioteca. Un nuevo golpe en mi hombro me hizo mirar a mi compañero.

—Deja de golpearme,Snape—bufé.

—Le diste el libro—señalo hacia donde la chica estaba.

—¿Y?.

—Le diste el jodido libro y a mi no—se quejo.

—Ella lo ocupaba.

—Pretextos,te gusta.

—Dejate de tonterías.