★꙳⭑ . 마이 데몬 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍.. ✩!!

09┃𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐍𝐈𝐍𝐄

- ¿Que pasó? ¿Estás incómodo? — cuestionó HeeDo sentado en el asiento trasero, viendo a SeokHun resoplar mientras mantenía los ojos abiertos en la carretera

― Oh, no lo estoy' ― El hombre fingió una sonrisa ― Estoy en completa paz, HeeDo... ¿La señora Cheon también está en paz? — Preguntó volviéndose hacia la mujer en el asiento del pasajero a su lado

— Me estoy poniendo al día con mi trabajo, gracias — Respondió la mujer encogiéndose de hombros, buscando un espacio vacío en la agenda de HeeDo para agendar una reunión con los inversionistas de los hoteles Mirae

— Vaya, ni siquiera necesitas agradecerme

– ¿No deberíamos agradecerle al Sr. Jung KooWon de alguna manera? ― SaRang cuestionó a HeeDo, girando su rostro para mirar a la mujer ― ¿Deberíamos pagarle por ese almuerzo?

— Tienes razón, o me sentiría en deuda con él — La rubia suspiró, y se cruzó de brazos, apoyando su espalda contra el asiento del auto

— ¿Y a quién estarías en deuda? — Le preguntó SeokHun a HeeDo, interesado en el tema

― Con mi cita a ciegas ― Respondió
encogiéndose de hombros

De repente, SeokHun pisó los frenos del auto sorprendido y celoso por la respuesta de HeeDo

— HeeDo, ¿estás bien? — preguntó SeokHun preocupado

— Ejem, sí lo estoy — Asintió, recuperándose del susto, y se pasó la mano por el cabello, suspirando profundamente

—¿Señora Cheon? — cuestionó SeokHun, viendo a su esposa levantar la cabeza luego de golpearla contra el tablero del auto; con la nariz sangrando ― Tu nariz...

- ¡Ahí no! — Murmuró HeeDo preocupado
— ¿Se encuentra bien señora Cheon?

— Señora Cheon, ¿está todo realmente bien? - SeokHun preguntó por segunda vez consecutiva a la mujer sentada en el asiento del conductor

― Estaré bien si conduzco yo misma ― Refunfuñó la mujer manteniendo la vista en la carretera

— Lo siento... — Preguntó avergonzado, y volvió a sentarse correctamente en el asiento trasero del pasajero, quedándose al lado de HeeDo

— ¿Te sorprendió tanto mi cita a ciegas? — Cuestionó la rubia riendo, llevando una de sus manos al hombro de SeokHun, tocándolo suavemente

— Bueno, no, la verdad es que creo que es demasiado pronto y además, no es propio de ti pero... ¿por qué fuiste a una cita a ciegas?

— ¿Y por qué si no iría a una cita a ciegas? — La mujer rió de lado, volviendo a sentarse correctamente en el asiento del auto, y buscó su celular en el bolso blanco que estaba en su regazo

- ¡¿Te vas a casar?! — exclamó SeokHun con nerviosismo, haciendo reír a HeeDo, quien rápidamente lo negó

― Sra. Joo, quien me obligó a hacer esto ― Explicó, encontrando finalmente su teléfono celular y desbloqueando su pantalla ― No quiero casarme

— Entonces yo también

- ¿Como es?

— Mira, dijiste que no harías eso, pensé que esto era una nueva tendencia, una moda Cosa de la Generación Z

— Ah, pero ¿qué es eso? — Cuestionó HeeDo al notar una mancha en la camiseta blanca que llevaba SeokHun debajo de su blazer ligero — ¿Es kimchi o fideos? Sabes que esas manchas no salen fácilmente

— Ah, fue algo que comí ayer — El hombre se encogió de hombros

― Oh, mira tu corbata, ven aquí ― La mujer desató el nudo de la corbata de SeokHun, comenzando a alisarla nuevamente ― Me pareces tan inteligente, entonces, ¿cuál es el problema, eh?

― Tengo hippies en mis antepasados, eh ― El hombre sonrió ― Organicemos una reunión con los inversores de Mirae de esta manera podemos...

— No necesito tu ayuda, SeokHun después me siento en deuda contigo y nunca aceptas el dinero que te ofrezco

HeeDo apretó el nudo de la corbata contra el cuello del chico, haciéndolo dejar de hablar, luego lo soltó, volviendo su atención a la corbata

― HeeDo, tienes que prestar atención durante la temporada turística, es cuando tienes más trabajo y su agencia ya es lo suficientemente atractiva con inversiones sólidas tenemos que expandir su negocio cada vez más

— No te preocupes por mí me ocuparé yo mismo quiero que ayudes a mi hermana, DoHee puede tener algunos problemas con Mirae Alimentación

— Olvidé por completo lo genial y fuerte que eres casi me matas con sólo atar esa corbata.