★꙳⭑ . 마이 데몬 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍.. ✩!!

19┃𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑

HeeDo permaneció en silencio junto a KooWon, quien conducía su auto, prestando atención a la carretera, pero lanzando algunas miradas a la rubia, que estaba distraída con su teléfono celular, sin molestarse en mirarle al hombre

— Ser tu guardaespaldas es muy sencillo — Dijo el hombre buscando algo de qué hablar con la mujer

- Lo siento ¿Esperabas algo más espectacular? — Preguntó sarcásticamente sin dejar de mirar la pantalla de su celular, escuchando a KooWon bufar audiblemente

— Eso parece — KooWon puso los ojos en blanco, apartando la mirada de la mujer a su lado

- ¿Por qué volviste? Pensé que no querías ser mi guardaespaldas― cuestionó HeeDo, devolviendo la pregunta, escuchando al hombre suspirar

— Bueno, mi vida es tan perfecta que resulta un poco aburrida necesitaba causar un poco ¿Por qué cambiaste de opinión? Pensé que no querías usar mis poderes— bromeó KooWon, escuchando a la mujer suspirar después

— Es mejor enfrentar a un malo con otro malo— explicó HeeDo, girándose para mirar al hombre, quien rápidamente desvió la mirada fingiendo no hablar mirando anteriormente —¿Cómo te convertiste en un demonio? ¿Naciste así? ¿O es una empresa familiar? Como un restaurante, transmitido de generación en generación

— ¿Cómo te atreves a comparar un demonio con un restaurante? — Murmuró KooWon irritado, sintiéndose ofendido por el comentario de la mujer — En serio, ni siquiera sé qué decir

- ¿Cuantos años tienes? ¿Cuando naciste?

— He vivido como un demonio durante doscientos años

- ¡Enserio! Pareces bastante joven para tu edad espera, ¿tú también has existido como otra forma de vida?

— Ya existía como humano — Explicó al ver a HeeDo abrir la boca sorprendida, y girarse con curiosidad hacia el chico

- ¿Lo juras? — Preguntó sorprendido al ver que el hombre asentía

— Es obvio que no era un humano simple y patético como los demás pero no recuerdo nada cuando era humano

- Ah, ahora lo entiendo crees que todos los humanos son patéticos porque alguna vez fuiste un humano patético

— El libro dice que Dios necesitaba a alguien que cuidara del infierno, así que eligió a un humano y lo convirtió en demonio yo fui el elegido por Dios ― KooWon sonrió sintiéndose victorioso, señalándose a sí mismo, lleno de vanidad y presunción

— Dios no elige a las personas porque sean extraordinarias o mejores que otras debe haberte elegido porque pensó que harías un buen trabajo, ¿verdad? Eres muy cruel ― opinó HeeDo sin dejar de mirar a KooWon, al verlo girar su rostro para mirarla, indignado por su respuesta

HeeDo luego dirigió su atención a su teléfono celular, tratando de llamar a CheonSook, quien, hasta el momento, no había devuelto ninguna de sus llamadas

—Dale la vuelta al auto—Preguntó HeeDo, preocupado por la señora Joo

— ¿Señora Joo? - cuestionó HeeDo, menos despreocupado al ver a la mujer sentada junto a uno de los árboles, dentro del invernadero de su casa, mientras caminaba hacia la chica, escuchando los pasos de KooWon detrás de él

- ¿Por qué estás sentada en el suelo otra vez? Te dolerán las rodillas

HeeDo caminó hacia la mujer, sintiéndose confundido cuando notó que la mujer no estaba mirando en su dirección, y se sentó junto a ella, tocando su hombro

— Señora Joo, ¿qué pasó? — Preguntó preocupada, y se asustó al sentir el cuerpo de la mujer mayor caer encima del suyo, sin peso alguno — Señora Joo, deténgase esto no tiene nada de gracioso ― Exigió pasando su mano por el rostro de la mujer, sintiendo su corazón acelerarse al no escuchar ninguna respuesta proveniente de CheonSook

HeeDo sintió que se le cerraba la garganta y que el oxígeno se le escapaba de los pulmones, mientras forzaba una sonrisa en sus labios, pensando que sería simplemente una broma aburrida...

— Señora Joo, eso no es gracioso señora Joo, ¡despierte! ¡Ah, señora Joo! Señora Joo, está bromeando, ¿verdad? Señora Joo, me entendió bien, ahora puede despertarse, ¿de acuerdo? Señora Joo, ¡por favor despierte ahora! ¡Por favor, te lo ruego!

HeeDo agarró el cuerpo de la mujer con fuerza, sintiendo que las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos cuando no vio a la mujer moverse, y envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de CheonSook, presionándolo contra el suyo, aún animando a la mujer a que lo abrazara

―Basta― preguntó KooWon, acercándose a su lado, parecía tranquilo y había escondido sus manos en el bolsillo de su traje

- ¡Ve! ¡Sálvala! ― HeeDo gritó histéricamente, ignorando la petición del hombre, y lo agarró del brazo, apretándolo con fuerza ― ¡Apúrate! Te entrego mi alma haré cualquier cosa, solo salvala

— No puedo resucitar a los muertos

- ¡¿Porque no?! ¡Hazlo pronto! Ve, sálvala Por favor sálvala ¡Firmo el contrato, haré cualquier cosa! Por favor sálvala ¡Por favor!