Después de una larga sesión de juegos finalmente se ha quedado dormido, observas con amor como satoru dormía sobre el sofa con cansancio, abrazando a su hijo,el señor dinosaurio.
Ríes suavemente al ver como su dinosaurio estaba debajo de su pijamas para darle " calor".- serás un buen padre - piensas cogiendo a Satoru entre tus brazos, cálidamente cargas a satoru para llevarle a su habitacion.
Subes las escaleras y abres la puerta de la habitación de Satoru, colocandolo suavemente sobre su cama, coges la manta y se la colocas encima,antes de irte de la habitación te acercas y plantas un suavemente beso en su frente.-buenas noches mi amor- susurras haciendo qué el albino inconscientemente formara una pequeña sonrisa.
Suspiras con tristeza saliendo de la habitación, llevabas un año con satoru durmiendo en tú pecho ahora dormir sola seria una tortura, cierras la puerta dandole una ultima mirada.
Caminas hasta tú habitación, sentándote en el borde de la cama, quizás dormir era lo mejor en ese momento pero tú conciencia no te lo permitía, con frustración apoyas tú cabeza en la almohada, tenias miedo de dormir.
Especialmente sabiendo que Satoru está durmiendo solo en su habitación pero tienes mucho sueño, tus ojos te traicionan cerrándose voluntariamente.
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Satoru abre sus ojos desconcertado, observando su habitación, talla sus ojos al sentir la luz de la lámpara posandose sobre sus ojos.
Mamá- balbuceo buscándote por la habitación.- mamá-volvió a decir en un pequeño hilo de voz, pero tampoco hubo respuesta, con algo de miedo satoru de sienta en la esquina de su cama cogiendo a su dinosaurio, abrazadole fuertemente.
Con miedo observa una sombra, un monstruo, la cual solo era una pila de ropa pero por la poca luz no era apreciable, satoru rompe en llanto cogiendo con fuerza a su dinosaurio.- mamá- dijo entre lagrimas, finalmente se ha armado de valor para bajar de su cama, la cual realmente no era nada alta, justo por su seguridad.
Satoru baja de su cama llevándose consigo a él dinosaurio, empuja la puerta observando el frió y oscuro pasillo, haciendo que llorase más fuerte,ya que tenía miedo y estaba desconcertado.
Mamá - gritó con miedo corriendo por el pasillo mientras se dirigía a tú habitación, siempre solías dejar la puerta ligeramente abierta ya que podría suceder esto y satoru aun no sabe cómo abrir la puerta.
Satoru empuja la puerta fuertemente, y corre a tú cama mientras te grita, ahogas un gemido de miedo al escuchar un fuerte ruido, al abrir la puerta sin cuidado había golpeado pared y hacho un fuerte ruido sin mencionar sus ruidos.
Con miedo y en Shock observa como el albino estaba en tú habitación, cargas a satoru y le apoyas en tus piernas, suspirando suavemente, tú corazón deseaba salirse de su lugar.
Rompes en llanto con tristeza, odiabas verle llorar,satoru coloca el dinosaurio a un lado apoyando su cabeza en tus pechos,rapidamente sacas tú pecho de su lugar y le introduces en su boca, haciendo que dejase de llorar pero las lagrimas siguen en sus ojos.
Con tristeza observas a satoru mientras tus lágrimas se mezclan con las suyas.- satoru nunca podra dormir solo, le tiene miedo a la oscuridad - piensas sintiéndote culpable.- si satoru desea dormir conmigo lo hará y no me importa si gojo se enfada- piensas frunciendo el seño.
Habías dejado a satoru dormir solo porque pronto debía ir a dormir por primera vez con su padre y gojo odia oírle llorar, pero estabas dispuesta a romper el trato porque no estás dispuesta a dejar que nadie le ponga una mano encima a tú hijo.
Si a gojo no le gusta oír los lloriqueos de satoru lo mejor será que simplemente no este con él- piensas duramente, nunca volverías a obligar a satoru a hacer algo que no desea solo para que gojo sea feliz, gojo nisiquiera es el padre de Satoru hasta actuado como él padre y la madre de satoru desde que nació.
Mucho tiempo habías deseado forjasen un hermoso lazo pero finalmente habías entendido que no puedes obligar a satoru a amar a alguien que no se preocupa por él.
Acaricias suavemente sus hermosos mechones blancos, mientras bebe con tranquilidad tú leche, sonríes cálidamente, satoru nunca más volverá a tener miedo, todo será como antes volverá a dormir contigo.
Con curiosidad observas como guía su mano a tú otro pecho cogiendo tú pezón y dándole pequeñas vueltas, nunca has entendido porque hace eso, siempre que tomaba tú pecho cogía o jugaba con tu pecho.
Ignoras ese hecho para observar a el dinosaurio sobre tú cama, ríes dulcemente que pese al haber tenido miedo había traído a su dinosaurio, sonríes cálidamente con un gran idea en mente.
