𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂 𝗚𝗼𝗷𝗼'𝘀 𝗺𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿 ── ★jjk

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 73

Después de qué tú padre se enterará, le había informado a yaga, y era una información valiosa así que había tenido que informarle a los altos mandos, logrando que el mundo de la hechizeria y los hechizeros se volviera locos, ésto no lo sabías pero os encontrabais en el ojo del huracán.

Después de eso tú padre te había dado una larga charla y a Satoru sobre los 6 ojos, en ese momento Satoru lo había cogido con diversión, en ese momento de sus pequeños 4 años pensaba que era la persona más genial y única por poseer la técnica de los 6 ojos sin saber todo el peso que recaería sobre sus hombros, en ese momento tú cabeza estaba por explotar.

Después de un largo tiempo yaga y tú padre te habían convencido para que esté último le enseñará las vaces para poder exorcizar una maldita, así estaríais " seguros", al tener los 6 ojos era un imán de maldiciones y era peligroso para los dos.

Tú padre había intentado no ser muy rudo en su entrenamiento ya que al estar muy pequeño se lo cogía como un juego pero satoru tenía una enorme cantidad de energía maldita, a palabras de tú padre a veces era abrumadora.

Tú apenas podías asimilar esas cosas.─── Your beauty is beyond compare─── cantas suavemente recortando los arbustos, tú cantó se ve interrumpido cuando te pinchas con una rama del arbusto.

Ya tenías varias tiritas en tús dedos por pincharte, dejar de recortar los arbustos para regar tús flores───que preciosas flores───dices con una sonrisa regando tus flores, siempre habías creído qué si halagabas a las flores ellas crecerían hermosas.

El día estaba precioso, sonríes cálidamente al ver a tu compañía de siempre.─── me preguntaba donde estabas─── dices con una sonrisa observando a la lejanía la maldición.

Sabías que no respondería pero era divertido hablar con tú compañía, justo eso compañía, frunces el seño al recordar a satoru, siempre estabas detrás de tí pero la última vez que lo habías visto fue hace 10 minutos.

Estaba viendo la televisión pero hay un pequeño detalle, siempre estaba haciendo ruido, tirando sus cosas o saltan pero están vez tú hogar estaba en completó silencio......

No era una buena señal, conoces a tú hijo como la palma de tú mano cuándo esta en silencio es porque esta haciendo alguna travesura.

Y como todo niño de cuatro años era bastante travieso, te das la vuelta para ir a buscar a tú hijo pero él mencionado estaba en la puerta, corriendo hacia tí.

───¡Mami!─── gritó con todas sus fuerzas corriendo hacía tí para abrazarte, sonríes cálidamente al sentir como abraza fuertemente tú torso.

─── hola cariño, justo estaba pensando en ti creí que estabas haciendo alguna travesura─── dices cogiendo su nariz.

Una sonrisa juguetona se forma en sus labios─── no, simplemente te extrañé─── dijo apoyando su cabeza en tú estomago.

───¡Quiero practicar mi técnica! ¿Puedo?─── preguntó él niño con emoción dando pequeños saltos.─── puedes hacerlo pero ¿Como lo harás? En diferencia a tí yo no tengo nada de eso─── mencionas haciendo que Satoru haga un puchero.

─── tengo poderes y tú no─── presumió con orgullo.─── eso es genial─── dices con pequeña sonrisa, siempre te alardeaba sobre sus poderes pero no te afecta en lo absoluto.

───¿Quieres ver algo genial?─── pregunto con una sonrisa juguetona, sus ojos habían visualizado a la maldición.───por supuesto cariño─── dices sin saber lo que hará.

Toru aún abrazaba tú torso, pero alguien os estaba mirando, la maldición odiaba que él niño tocase a su humana, él tenía energía maldita y ella no, creía que te dañaría.

De forma rápida y delicada satoru se alejó de ti.───¡Mira con atención!─── gritó corriendo en dirección a la maldición, la maldición inmediatamente intento alejarse al sentirse en peligro.

Pero él niño había sido más rápido, con atención observas a toru él cuál móvil su mano de forma extraña.

Todo había sido tan rápido nisiquiera te había dado tiempo de reaccionar, cuando menos te los esperabas la maldición había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, en chillido había salido de la maldición antes de desaparecer,con asombro observas a satoru.

Ya no hay nada que puedas hacer, había exorcizado a la maldición como si fuese un simple insecto.