Ya no soy tu monstruo: (Kratos x Atenea)

Capítulo 3

Los meses pasaron y el dios de la guerra estaba en su trono reflexionando a cerca de los dioses. Los roces con varios dioses eran cada vez más frecuentes. Ya que Esparta estaba ganando varias batallas y provocaban la destrucción de varios pueblos junto a sus templos de adoración para dioses como Poseidón, Zeus, Helios, Hera y Atenea. Teniendo confrontaciones con todos ellos menos Atenea. De hecho, con ella solo conversaba acerca del tema. No llegaban a las amenazas, pero tampoco estaban de acuerdo en todo. Simplemente discutían como si fueran dos amigos.

Esto provocó que la diosa fuera reprochada por mostrar cierto favoritismo a Kratos y acusada de que su juicio estaba nublado.

Estas acusaciones no llegaban a mucho por intervención de Zeus. Ya que no era una sorpresa para nadie que Atenea era la favorita del rey del Olimpo.

Ocasionándose que en la mayoría de las ocasiones, Kratos sea intocable para el resto de los dioses. Excluyendo el hecho que ahora Kratos era mucho más fuerte que antes por su naturaleza divina. Siendo considerado uno de los dioses más fuertes, incluso se rumoreaba que estaba a poco de estar a la par de los tres dioses pilares: Hades, Poseidón y Zeus.

Kratos(Mentalmente): Llevo un año siendo dios de la guerra y los dioses de siempre se quejan de mi estadía peor que una arpía. Son una molestia.

Pensó para cerrar los ojos y tomar una siesta.

Había trabajado mucho en aquella temporada y Atenea no estaba a su disposición en ese momento. En el peor de los casos, sólo despertaría por las pesadillas que hace un tiempo no veía.

Sin embargo, algo fue diferente en sus sueños. Parecía ser más que una pesadilla, parecía ser una visión que tenía un significado.

Calisto: Kratos, ayúdame.

Dijo de forma suplicante al mismo tiempo que se podía ver la ciudad de Atlantis.