Capítulo 6

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En aquellos días cuando Kratos y Atenea eran considerados marginados en el Olimpo. Ambos estaban viendo el desempeño de Esparta en una batalla complicada contra los bárbaros del norte.

Atenea: Esto no se ve favorable, no cabe duda.

Kratos solo fruncía el ceño mientras miraba al poderoso ejército espartano caer como hace varios años. El mismo escenario se repetía.

Kratos: Volverá a pasar.

Dijo serio mientras se comenzaba a retirar del lugar.

Atenea: ¿Qué haces, Kratos?

Pregunta mientras lo mira fijamente.

Kratos: Mi hermano está luchando, no dejaré que muera.

Dijo para seguir caminando hacia el precipicio que llevaba directamente al mundo mortal.

Atenea: Ten paciencia, Kratos. Sabes que tu hermano ya no quiere ser protegido.

Kratos se detuvo por un momento y la miró.

Kratos: No lo volveré a perder.

Dijo para ir directamente al precipicio, pero es detenido por Atenea.

Kratos: Suéltame, Atenea.

Atenea: Solo ten un poco de paciencia.

Kratos se veía enojado e iba a contestar, sin embargo, el espejismo que usaban para ver la batalla se cambió de tonalidad a un color rojo. Llamando la atención de ambos dioses.

Ambos caminaron hacia el espejismo y observaron incrédulos a Deimos siendo rodeado por una aura rojiza similar a la de Kratos.

Atenea: No es posible.

Kratos: Hermano.

Dijeron sorprendidos.

Momentos antes de que ambos dioses observaran la nueva forma de Deimos, en el campo de batalla, el ejército comandado por Atreus II se vio enfrentada por los bárbaros del norte. Comenzando un enfrentamiento reñido donde la muerte y sufrimiento reinaban. Donde la disciplina espartana se vio superada conforme pasaban las horas.

Atreus II: ¡No se rindan! ¡El dios Kratos está de nuestro lado!

Los espartanos contenían el embate como podían. Los bárbaros los superaban en número y la brutalidad de estos contrarrestaba a los poderosos guerreros de Esparta.

Deimos avanzaba con brutalidad a lo largo del campo de batalla, matando a todos los bárbaros que podía. Pero incluso para él fueron demasiados. Siendo dañado hasta estar de rodillas frente al líder de los bárbaros.

Garion: ¿Últimas palabras, espartano?

Dijo mientras levantaba su martillo listo para destrozarlo.

Deimos solo veía a sus hermanos de guerra siendo masacrados e incluso su mentor y amigo siendo superado.

Deimos(Mentalmente): Madre, Kratos, Atreus... ustedes tres me han protegido y eso llevó a que terminen frente a su propia muerte...por mi culpa...por ser débil.

Pensó mientras apretaba los puños con impotencia y era invadido por una ira incontrolable.

Esto provocó que Garion riera ante tal expresión y contestara.

Garion: Parece que no asimilas tu muerte. Bien, primero caerás tú y luego Esparta.

Dijo inclinándose hacia atrás, estaba listo para acabar con su vida.

Deimos: ¿Qué destruirás Esparta?

Pregunta con la ira embuída en sus ojos.

A Garion le dio igual su expresión de ira y lo atacó sin dudar. Pero tuvo la mayor sorpresa de su vida. Deimos había detenido su martillo con una mano.

Ya no soy tu monstruo: (Kratos x Atenea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora