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여덟

"A veces solo puedo oír tus largos suspiros por la noche"

—amor ¿sucede algo? — pregunta suavemente el señor Min a su esposa al ver que no lograba dormir en aquella fría noche.

Suspiro sojin antes de contestarle: —Es que, no te lo dije pero... JongJin estuvo aquí.

Aquel nombre impronunciable hizo que el hombre se alterará.

—¿Que mierda quería ese estúpido?

—La custodia de Félix.

Silencio y más silencio. Era lo único que había. El hombre se había quedado mudó.

—No. No lo permitiremos. —Dijo decidido.

—¿pero que pasa si-

—No te angusties querida. Nada malo va a suceder con lix, lo vamos a proteger. —la abrazó transmitiendole confianza, le lastimaba ver a su mujer así, preocupada con lágrimas en sus ojos.

Él la protegería, lo hizo una vez y lo seguirá haciendo.

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1 de octubre / comisaría de familia

—Bien, el día de hoy está usted aquí, señor Lee JongJin junto a la señora Lee Sojin demandando la custodia de Lee Félix. —Habla el hombre de unos 40 años mientras lee los papeles. —Pero, hay un pequeño problema señor Lee. —avisa el hombre con ceño fruncido.

—¿que sucede señor?— pregunta preocupado.

—Mhh, ya saben que hace un rato hable con cada uno— cruza sus brazos recargandose en su silla— y por lo que oi de ambos, usted no se ha familiarizado mucho con el joven. Mientras que la señora Lee estuvo presente en cada momento. Conoce más sus necesidades y como atenderlas que usted. Sin mencionar que, en el testamento de los Lee se dice muy específicamente que en caso de un tragedia, Lee Félix deberá quedarse con Lee Sojin.

La mujer se sintió sumamente aliviada mientras que JongJin maldijo por no poder obtener lo que quería.

—¿testamento? ¿por qué no nos han dicho nada sobre él? —pregunta el hombre molesto.

El hombre mayor suspira. —Aun se están haciendo registros sobre algunas cosas como; la custodia del pequeño, aun hay mucho papeleo por hacer y por eso aun no lo hemos podido presentar. Pero tan pronto sea posible, se los daremos. No se preocupen.

JongJin molesto golpea el escritorio haciendo que algunos papeles caigan al suelo. —¡mentira!— señalo al mayor con molestia— usted lo alteró, por eso no muestra nada ¡ella le pagó para alterar el testamento ¿no es verdad?!

La mujer le mira con desagrado.

—jamás haría algo así, ¿de qué hablas?

—mientes maldita zorra— esta vez le señalo a ella— ¡algo hicis-

—¡silencio!— habló el mayor de todos molesto debido a aquel hombre con mal temperamento— señor, le pido se calme, este es un lugar respetable que nunca haría semejante cosa, aquí respetamos y espero usted haga lo mismo. Ahora, nuevamente, la crianza de Lee Félix queda a cargo de la señora Lee Sojin. Gracias a su actitud, ahora estoy más que seguro de mi decisión. Le pido ahora que se marche de mi Oficina. —sentenció con voz demandante mientra se levantaba de su silla, haciendo que JongJin se sintiera intimidado y se marchara sin despedirse ni dar una última mirada.

—Muchas gracias señor, le agradezco de verdad. —habló alegre la pelinegra dándole la mano.

—No se preocupe, ahora mismo voy a encargarme del papeleo y será todo oficial. —le sonrió.

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5:50 p.m/práctica de baloncesto

—¡ChangBin pásala! — grito MinHo a su amigo pero seo no pudo hacer nada. Le habían empujado y tirado al suelo.

—¡Ah eso dolió! —gritó changBin aún en el suelo.

—Ay, pobre Binnie

—¿por qué le dices así si nunca le has hablado? Es raro Félix. —mencionó Jisung mirándolo con extrañeza.

—verás sunggie, seo changBin está destinado a mi, solo que aún no lo sabe, y, por eso le invento apodos lindos, cuando llegue el momento los usaré.

Jisung lo miro aún más raro, ¿qué rayos decía?

MinHo miro a las gradas que quedaban a unos metros del lugar donde estaban practicando.

Miro la divertida escena de su primo mirando con baba en la boca a su mejor amigo changBin y a jisung mirándolo con una mueca.

De repente, se le ocurrió una idea. Debería molestar a su primo.

—Hey seo.

—qué quieres Lee, no ves que a tu pobre amigo lo arrojaron al suelo— dramatizo mientras se levantaba despacio como si estuviera fracturado o algo asi.

minHo rodo los ojos y señalo las gradas.

—Ve a sentarte al lado de mi primo y dile que te de del agua que traje, yo te cubro un rato.

a lo lejos, Félix vio a su primo señalarle y a seo changBin mirarles, seguido de eso el último mencionado comenzó a caminar hacia ellos.

Los nervios le invadieron de repente.

—¡Jisung! ¡changBin viene!

—Calmate, va a pensar que eres un rarito lixie. —le dijo con burla.

Félix intentó calmarse al ver que el mayor estaba ya cerca.

—Hola Jisung— saludo el mayor.

—Hola hyung. —le sonrió.

—Félix. —le llamó con una sonrisa.

Félix no habló.